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Para entendernos mejor: Acentuación (Primera Parte)

Por: Sergio Luis Pérez Hernández

Las palabras tienen acentuación prosódica (la que se produce en la pronunciación) y acentuación gráfica (la que se marca en la escritura). Para hacer referencia a la primera se habla de acento, mientras que para la rayita oblicua que se usa en la escritura de algunas palabras se puede hablar de acento (gráfico) o de tilde. Según si se pronuncian dentro del discurso con acento en alguna sílaba o no, las palabras pueden ser tónicas (con acento) o átonas (sin acento).

Palabras agudas, llanas, esdrújulas y sobresdrújulas. Dependiendo del lugar que ocupa la sílaba en la que recae el acento en la pronunciación de las palabras, estas pueden ser:

Agudas: El acento recae en la última sílaba. Son agudas palabras como caracol, correr, baobab, felicidad, regaliz, cartón, bambú, jersey, coméis, bonsái.

Llanas o graves: El acento recae en la penúltima sílaba. Son llanas palabras como casa, ventana, examen, árbol, póster.

Esdrújulas: El acento recae en la antepenúltima sílaba. Son esdrújulas palabras como sábado, carátula, análisis, póntelo.

Sobresdrújulas: El acento recae en la sílaba anterior a la antepenúltima o la anterior a esta. En español, las únicas palabras sobresdrújulas son las combinaciones de verbos y pronombres: cómpratelo, quiéreteme, regálaselo, tómesemelos.

Puesto que las palabras monosílabas solo tienen una sílaba, no entran en esta clasificación a pesar de que puedan ser tónicas. Así, no se puede decir que palabras como más o Juan sean agudas. Los adverbios en mente tampoco entran dentro de la clasificación porque tienen dos acentos. Por eso, no se puede decir que claramente sea una palabra llana ni que ágilmente sea una palabra sobresdrújula.

– ¿Qué palabras se tildan? No todas las palabras tónicas (es decir, con acento prosódico) se escriben con tilde, sino solo aquellas que la deban llevar de acuerdo con las siguientes reglas de acentuación gráfica. Se escriben con tilde:

  1. mamá, atención, revés. Las palabras agudas que terminan en vocal o en las consonantes -n o -s precedidas de vocal: mamá, canapé, compró, atención, revés, Tomás.
  2. hábil, lápiz, bíceps. Las palabras llanas que terminan en consonante distinta de -n o -s, en consonante precedida de otra consonante o en -y: cómic, huésped, hábil, estiércol, cráter, clímax, lápiz, cíborg, wéstern, bíceps, tríceps, yóquey.
  3. sábado, prométaselo. Todas las palabras esdrújulas y sobresdrújulas: sábado, cántico, escándalo, hábitat, énfasis, diálogo, prométaselo, llevándosemelas.
  4. maíz, búho. Todas las palabras que contienen una secuencia formada por una vocal cerrada (i, u) tónica seguida o precedida de una vocal abierta (a, e, o), con independencia de las reglas anteriores: maíz, baúl, aún, búho, prohíben, rehúso. No entran, pues, en este grupo palabras como construido, huida o chiita, que contienen secuencias de dos vocales cerradas (i, u), por lo que no se tilda la tónica en ellas, salvo que se requiera por las reglas de los apartados anteriores: chií (aguda terminada en vocal) o cuídate (esdrújula).
  5. ágilmente. Los adverbios en -mente formados sobre un adjetivo con tilde, que la conserva: rápidamente, próximamente, ágilmente, prácticamente…
  6. té, sí, más. Ciertos monosílabos tónicos que tienen un correlato átono con el que se considera que se podrían confundir: té, sí, más…
  7. dónde, cómo. Los interrogativos y exclamativos (y los relativos tónicos correspondientes en algunos contextos): dónde, cómo, quiénes…

– guion, truhan, hui. Hay algunas palabras en español que, aunque se puedan pronunciar en dos sílabas, se consideran monosílabas por estar formadas por una secuencia que a efectos ortográficos se debe tratar como un diptongo o como un triptongo. Es lo que ocurre con palabras como guion, truhan, ion, cian y algunas formas verbales de pretérito perfecto simple (crie, crio, fio, fie, frio, rio, hui, lie, lio).

– dé/de, él/el, mí/mi. Se llama tilde diacrítica a la tilde utilizada en ciertas palabras tónicas, generalmente monosílabas, que tienen un correlato átono con el que se podrían confundir. Se usa en estas palabras: dé (forma del verbo dar) / de (preposición); él (pronombre) / el (artículo); más (cuando expresa cantidad y no equivale a ‘pero’) / mas (‘pero’); mí (pronombre) / mi (posesivo); sé (forma del verbo saber o ser) / se (pronombre); sí (adverbio de afirmación) / si (conjunción); té (infusión) / te (pronombre); tú (pronombre) / tu (posesivo).

– Sobre la tilde diacrítica, son necesarias algunas observaciones:

  1. dio, fe, ti. No se tildan los monosílabos tónicos que no tienen correlato átono. Así, no se tildan monosílabos como los siguientes: da, den, di, dio, fe, fin, fue, fui, ti, va, ve, vi, vio… Se exceptúa tés (plural de té), que mantiene la tilde diacrítica del singular.
  2. son. La tilde diacrítica no distingue pares de palabras homófonas siempre tónicas. Así, no se tildan, por ejemplo, ni son del verbo ser ni el nombre son referido al sonido, y tampoco fue y fui, formas de los verbos ir y ser, o di, de los verbos dar y decir. Sobre la tilde en solo y los demostrativos.
  3. la te. No todas las palabras tónicas con correlato átono se tildan. No se escriben con tilde, por ejemplo, los nombres de las letras ni de las notas musicales (la te, la nota la, un mi sostenido…), a pesar de tener correlatos átonos (el pronombre te, el artículo o el pronombre la, el posesivo mi…).
  4. dos más dos. La palabra más se escribe siempre con tilde (salvo cuando mas equivale a pero) aunque en ciertos casos se pronuncie átona: Dos más dos son cuatro; Tonto, más que tonto; No lo sé más que yo.
  5. 4 o 5. La tilde diacrítica no se usa en la actualidad para evitar posibles confusiones gráficas, por lo que hoy no se debe tildar la conjunción átona o por riesgo de que se confunda con un cero cuando aparece entre números: 4 o 5.
  6. aún y aun. No es realmente diacrítica, sino que responde a la misma regla que la de palabras como maíz o baúl, la tilde en aún ‘todavía’, por mucho que exista la forma átona aun ‘incluso’.

– La tilde en solo y este, ese, aquel. A pesar de que por tradición se han venido tildando el adverbio solo y los pronombres demostrativos (este, ese, aquel y sus derivados), la tilde en ellos no estaba justificada porque no se oponía una forma tónica a una átona (tanto el adjetivo solo como los determinantes demostrativos son tónicos). Ante esto, actualmente se recomienda no tildar estos elementos nunca, si bien la tilde se admite si hay riesgo de ambigüedad, aunque hay que tener en cuenta que el contexto o la sustitución por otros elementos pueden resolver generalmente dicha ambigüedad. Por su parte, nunca deben tildarse esto, eso y aquello, formas que siempre funcionan como pronombres y para las que las academias nunca han recomendado la tilde.

– qué, cuál, quién, cómo, cuánto, cuán, cuándo, dónde y adónde. Estas palabras se escriben con tilde diacrítica cuando funcionan como interrogativos o exclamativos y, en determinados casos, cuando funcionan como relativos y son tónicos. Como interrogativos o exclamativos pueden aparecer en preguntas y exclamaciones, como en estos casos: ¿Cómo lo has hecho?; ¡Qué bien!; ¡Qué de gente!; ¿Dónde comes hoy?; ¿Adónde va?; ¡Y cuándo quieres que lo haga!; ¿Cuánto cuesta?; ¿Qué tal? También pueden aparecer en construcciones de este tipo: Me preguntó cuándo venías; No tengo ni idea de cómo lo ha hecho; Me sorprende cuánto te quiere…

– ¡Que vivan los novios! Los elementos que encabezan los enunciados interrogativos y exclamativos no siempre son interrogativos o exclamativos, y, por tanto, no siempre se tildarán: ¡Que te vaya bien!; ¡Que seáis felices!; ¡Que vivan los novios!; ¿Donde vive ahora es el mismo sitio que donde vivía antes?; ¡¿Que no vais a venir?!; ¿¡A que no se atreve!?; ¿A que este es mejor?

– el cómo y el dónde. No se debe prescindir de la tilde en elementos como dónde, cómo o para qué cuando se utilizan como nombres: Preguntó el cómo y el dónde; Quiere saber el porqué y el para qué de esa declaración.

– En general, los relativos son átonos y no se tildan en situaciones como las siguientes:

  1. el cajón donde lo encontraste. Cuando llevan un nombre delante (su antecedente): Vuélvelo a meter en el cajón donde lo encontraste; No tenía un sitio mejor adonde ir; Es importante la manera como lo cuentes; Tiene mucho que aprender…
  2. Hazlo como quieras. Cuando encabezan relativas sin antecedente con verbos que no son haber, tener, buscar, encontrar, necesitar…: Quien lo sepa que lo diga; Te llevo adonde quieras; Hazlo como quieras.
  3. Así es como se hace. En las construcciones con ser del tipo de Yo soy quien debe hacerlo; Allí es donde debería estar; Así es como se hace; Hoy es cuando tendrías que publicarlo.
  4. Hazlo donde, como y cuando quieras. Cuando se coordinan (a pesar de que se pronuncien todos tónicos salvo el último): Hazlo donde, como y cuando quieras.

 

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