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Un vigilante a la entrada de la Bahía: El Castillo de los Tres Reyes del Morro

La fortaleza fue construida para proteger a la villa de San Cristóbal de La Habana de los ataques de corsarios y piratas.

Desde inicios del siglo XVI, las ricas colonias españolas eran codiciadas por otras naciones europeas, que mediante el corso y la piratería lograban su participación en la obtención de las riquezas.

Un punto de reunión de la Flota de Indias

La Isla de Cuba tenía ciertos puntos que interesaban por su ubicación, tales como Santiago de Cuba y La Habana. El puerto habanero era punto de reunión de las flotas de Tierra Firme y de Nueva España. Caudalosas fortunas de oro, plata, y otros ricos cargamentos se retenían anualmente en él. Su situación estratégica, además de sus condiciones climáticas y topográficas, proporcionaban un lugar seguro para el retorno a España.

La Flota de Indias tuvo en La Habana un puerto seguro.
La Flota de Indias tuvo en La Habana un puerto seguro.

En el año 1537 se produjo desde el puerto habanero el saqueo y quema de la primitiva villa de San Cristóbal de La Habana por el corsario francés Jacques de Sores. Hechos de esta envergadura se sucedieron a lo largo del siglo, y en el último cuarto España tuvo además, que responder a la presencia cada más predominante de Inglaterra en ultramar.

Sistema Defensivo Continental

Al mostrar su poderío naval síntomas de declive, la metrópoli se vio obligada a lanzar una nueva estrategia dirigida a potenciar militarmente los enclaves y fronteras terrestres, principalmente aquellos puertos con función comercial. Para ello el rey español Felipe II, ordenó la creación de un Sistema Defensivo Continental desde la Florida hasta el estrecho de Magallanes.
En este proyecto quedó incluido el Castillo de los Tres Reyes del Morro, que inició su construcción en el año 1589.
La Habana y su puerto fueron especialmente consideradas para este proyecto defensivo por ser punto de reunión de las flotas españolas de tierra firme y de Nueva España.

El ingeniero Antonelli fue el encargado del proyecto del Morro

Con la llegada a La Habana del ingeniero Bautista Antonelli, militar italiano al servicio del Rey de España Felipe II y director de obras, y del maestro de campo Juan de Tejeda, designado nuevo gobernador de la Isla, se asentaron las primeras piedras para la construcción del Castillo poco después del 20 de septiembre de 1589, hecho grabado sobre una lápida, que aunque en mal estado, aun se conserva.
Las características del suelo rocoso y las canteras situadas cerca de la loma de La Cabaña proporcionaron los materiales sólidos para la construcción del Castillo. Se empleó gran cantidad de pólvora durante la realización de los trabajos de voladuras para extraer la piedra.
La altura del morro poseía un gran valor táctico-estratégico respecto a la defensa de la villa, tributo concedido por la capacidad de visualizar por entero la villa habanera, el puerto, una extensa porción de sus costas de este a oeste, así como algunas playas. Resultaba el medio de comunicación idóneo, el principal punto para establecer contactos, señales de aviso y posición de flanqueo con las demás defensas.

Una evocación a los Tres Reyes Magos

El origen del nombre del Castillo forma parte de su historia y es una unión de tradición y geografía. Era costumbre que la mayoría de las fortalezas españolas adquirieran los nombres de los monarcas, de santos o de los sitios donde estaban ubicados. Esta adoptó el de Tres Reyes para evocar a los reyes magos de la religión católica y el de Morro, porque como su propio nombre lo indica, es una porción de terreno alto, rocoso, escarpado, aislado y a la orilla del mar.

Los Tres Reyes Magos dan el nombre a la Fortaleza.
Los Tres Reyes Magos dan el nombre a la Fortaleza.

La mano de obra para la construcción de la fortaleza

La principal mano de obra para la construcción del Castillo de los Tres Reyes del Morro fueron los negros esclavos, a ellos se les unió forzados de los galeotes y otros presidiarios como piratas y corsarios de diferentes naciones, quienes realizaron funciones de albañilería, carpintería, entre otras.
El principal problema con la mano de obra es que la mayoría eran mujeres, que no podían realizar los trabajos pesados que requerían tamaña construcción. La fuerza de trabajo fue inestable y heterogénea lo que provocó que la obra durara muchos más de lo previsto.

El Faro: un elemento representativo de la Fortaleza

En la primera mitad del siglo XVI con el objetivo de facilitar la localización de la Bahía de La Habana se procedió a señalizar en la punta este del canal del puerto un servicio de vigía que tenía como objetivo avistar las naves enemigas. Era utilizado para prender el fuego leña seca.

El Faro del Morro es el más antiguo de Cuba y el único visitable del país.
El Faro del Morro es el más antiguo de Cuba y el único visitable del país.

Tras demostrarse su utilidad el gobernador Diego Masariego pasó a perfeccionar ese servicio y mandó a construir una torre de cal y canto que sería la primera torre del castillo. Cuando se termina la construcción del castillo, la llamada torre primitiva quedó integrada dentro del recinto.
Después de la toma de La Habana por los ingleses la torre queda destruida y en el año 1765 comienza a funcionar como fanal. No fue hasta el año 1845 que se moderniza y se construyó la torre que actualmente podernos ver.
El faro habanero es el más antiguo del país y el único visitables de los que se encuentran en vigilancia. Tiene 44 metros de altura, su bombilla emite dos destellos cada quince segundos. Se accede a él a través de una escalera de caracol que mientras asciende se hace más estrecha con 117 peldaños.

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