Los tres pozos de agua mineral natural que hoy se explotan en la embotelladora Ciego Montero, de Palmira, tienen reservas estimadas para varias décadas.
Los niveles de eficiencia alcanzados mostraron a una fábrica en ascenso paulatino en su economía y la calidad del producto destinado al mercado en divisa, tanto de la red hotelera y extrahotelera.