Por: Liz Marian Luna Ramos
El último sábado del mes de abril se celebra el Día Internacional para la Conservación de los Anfibios. Esta jornada es necesaria para crear conciencia sobre la importancia de la protección de esta especie animal.
Los anfibios presentan características específicas como su piel lisa que los hacen vulnerables ante los contaminantes y los desechos tóxicos que actualmente ponen en peligro de extinción varias de estas especies.
Cuba cuenta con una gran diversidad de anfibios autóctonos. Una gran parte de estos se encuentran en las regiones montañosas cubiertas de bosques, que constituyen importantes centros de especiación.
Los anfibios prefieren zonas de humedad por lo que optan por habitar lugares con mayor acumulado de precipitaciones y estabilidad del régimen humedal.
Regiones como la Sierra Maestra y el complejo orográfico Nipe-Sagua-Baracoa, en la región oriental, cuentan con una amplia variedad de anfibios, debido a las propias condiciones de estos territorios.
Estos dos macizos montañosos ubicados en la región oriental comparten aproximadamente 30% de sus especies, las restantes son mayormente endémicas de cada uno. A su vez, sólo 24% de las ranas y sapos que habitan en estas montañas, aparecen en otras partes del país.
En la occidental provincia de Pinar del Río se encuentra un área protegida que alberga alrededor de 24 especies de anfibios, a pesar de ser una llanura cuenta con una gran vegetación que propicia un hábitat estable para estos animales.
Nuestro país posee un ejemplar considerado una de las joyas de la fauna cubana, siendo la rana más pequeña en el hemisferio norte. Conocida como la Ranita Monte Iberia, se ubica en el macizo montañoso Sagua-Baracoa. En la actualidad está en peligro de extinción mundialmente.
Es de mucha importancia mantener a salvo estas especies debido a su gran aporte en la cadena trófica biológica. Además forman parte de la biomasa de un ecosistema es una especie considera como indicadora debido a que ayuda a detectar cambios en los ecosistemas ambientales.
Existen varias acciones encaminadas al bienestar y protección de estas especies. Una de ellas es el mejoramiento del comportamiento humano y este va desde la prohibición de la sobreexplotación de estos animales en la comercialización de su carne hasta evitar acabar con la vida de estos y sus poblaciones.
La conciencia social sobre el uso de los pesticidas es otro factor importante para evitar el deterioro de estas especies. El hombre es el principal encargado de la conservación de estos inquietantes animalitos.
Fuentes: Corredor Biológico del Caribe y Revista ECO VIDA