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Mundo 20/20: Golpes de Estado en África

Por: Alicia Cascaret

Los golpes de estado en África concitan la atención de analistas, politólogos e historiadores especializados en el estudio de ese continente.

En sólo 3 años se han producido 7 golpes anticonstitucionales en África, su programa Mundo 20/20, le ofrece esta semana una mirada a los acontecimientos desencadenantes de estos hechos con el profesor e investigador de la Universidad de La Habana Luis Edel Abreu.

En una introducción al tema, el periodista y presentador Julio César Mejías apuntó: África ha devenido en un epicentro de los golpes de Estado, con la peculiaridad de compartir similitudes, pero también notables diferencias. Desde el año 2020 hacia acá suman ya 13 las rupturas gubernamentales por la vía de acciones militares en el referido continente, en particular en la región del Sahel y África Occidental.

El 30 de agosto pasado aconteció el más reciente en Gabón, pero en menos de tres años sucedieron en Burkina Faso, Mali, Chad, Guinea-Conakri, Sudán y Níger, a los cuales debemos sumar intentos frustrados en naciones como Sao Tomé y Príncipe, Guinea Bissau y la República Centroafricana.

El historiador Abreu va a los antecedentes de esta situación cuando dice: “El estado independiente africano es una herencia institucional del estado colonial y se yuxtapone sobre una serie de debilidades comunales, étnicas, clánicas, confesionales. Ahí el colonialismo trazó fronteras y esa superestructura estatal está totalmente desconectada de los tejidos sociales a los cuales supuestamente tiene que responder. Ese Estado independiente es herencia institucional de ese Estado colonial; y empieza a reconectarse con algunos de esos tejidos sociales dentro de una realidad confesional, étnica y comunal muy compleja, muy heterogénea y eso va a influir, además del factor identitario y nacional, porque son tejidos sociales que no están conectados entre ellos y al mismo tiempo, ellos no estan conectados con esa super estructura.

Mejías recordó que, aunque el número total de intentos de golpes en África fue alto luego de que distintos países se independizaron, con un promedio de alrededor de cuatro por año entre 1960 y finales de la década de los 90, a partir del año 2000 hubo una progresiva reducción en el número de alzamientos.

Abreu se remonta a la etapa de la guerra fría y expresa “cuando se empieza a deshidratar todo ese fenómeno, la confrontación bipolar, entran los estados africanos en una dinámica de cambios democráticos o rejuego político de multipartidismo y esto de alguna manera inicialmente no tiene resultados. Y señala el estudioso que, como en los años 90 hay todo un conjunto de guerras civiles, conflictos que son de alguna forma resultado de esa transición y en el 2000 viene un momento de pacificación de esos fenómenos y también de reconversión de los objetivos de la organización de la Unidad Africana y la forma en que se va a trabajar desde esa realidad integracionista, los aspectos relacionados con la seguridad a nivel también subregional contribuyen un poco  a una relativa estabilidad democrática que no estará exenta de momentos de crisis o de golpes de estado. Y afirma: “Es verdad que a partir del 2000 disminuyó si lo comparamos con la época de la guerra fría”.

Otro aspecto analizado en el programa fue el estudio “Golpes Africanos en la era covid 19: Una historia actual”, que vió la luz en marzo de 2023.

Para el investigador, cuando se habla de golpes de estado o se analiza este fenómeno, se puede ver una interconexión de variables que son estructurales y, al mismo tiempo, se ponen de manifiesto elementos que son circunstanciales. El covid-19 es uno de esos elementos que son de contexto dentro de los golpes de estado de los últimos años. Agregó que hay también que mirar hacia unos años antes, porque el fenómeno de las Primaveras Árabes en el 2011, ya hay una serie de elementos acumulativos que contribuyen a explicar todo lo ocurrido en la francofonía africana. Y aseguró: “estamos hablando de una zona que tiene determinados empastes geográficos y también cultural, colonizados por Francia, zonas también afectadas por determinados elementos de tipo climático por la aridez de los suelos, y son variables comunes que hay que tener en cuenta. Por supuesto, está el factor de la covid 19, que va a ahondar en los problemas estructurales económicos que tienen estas economías y está Francia, que ha ejercido neocolonialismo desde el momento de la independencia”.

Todas esas circunstancias estarán presentes, de alguna forma, en esa crisis hacia los problemas económicos que se profundizan. Y añadió el profesor Abreu: “Además, la Primavera Árabe y los grupos post Kadafi en Libia, los grupos islamistas, terroristas que contribuyen a agravar la situación y a fracturar aún mas la estructura del ejército y en relación con el gobierno que está en el poder”.

Refiriéndose al propio estudio, Mejías señala que, efectivamente, los tres países del Sahel donde hubo golpes de Estado entre 2021 y 2022 —Malí, Burkina Faso y Chad— están luchando contra insurgencias islámicas que siguen extendiéndose, aprovechando las tensiones locales y los agravios contra las élites políticas. Y se interesa por conocer la opinión del investigador si ese fenómeno es causal de la ola de golpes de estado.

El invitado examina la situación de Sahel e indica que, históricamente, el Islam desde hace mil años desempeña un papel importante en esa zona, en ese espacio. “Cuando hablamos de estos nuevos grupos insurgentes dentro de esa realidad, va a ser más accidentado el paso de esos países hacia una pacificación, de llegada al fin de los conflictos, porque se está insertando y yuxtaponiendo ese movimiento insurgente sobre conflictos ya latentes, como, por ejemplo, Mali, que viene desde el 2012 con una guerra importante con todo el movimiento de liberación de Azawad donde está presente el fenómeno étnico, hay población árabe, hay población negra. Agregó: En Mali hay grupos de carácter nacionalistas, otros laicos, otros con elementos de cohesión ideológica del Islam y van a tratar de imponer sus agendas politicas a la hora de enfrentar el poder político. No se puede hablar de un conflicto confesional puro, ni étnico puro ni clánico ni nacional puro. Hay una hibridación”, aseguró Abreu.

“Los golpes militares han vuelto. La falta de unidad entre la comunidad internacional no ayuda”, dijo en 2021 el secretario general de la ONU, António Guterres. Y hace apenas unos 15 o 20 días, a raíz de los golpes de estado más recientes, dijo que los gobiernos militares “no pueden resolver una crisis, solo empeorarla”.  Luego de ese preámbulo, Abreu se refiere al papel de la comunidad internacional, los medios de comunicación, los organismos internacionales y/o regionales.y de los ejércitos.

“Es un tema bien complejo. Cuando hablamos de medios de comunicación, de actores internacionaes hay mucho condicionamiento sobre qué posicionamiento tiene este actor internacional o este medio de comunicación con relación al conflicto. La Unión Africana, como la ONU, va a condenar siempre el golpe, es la primera reacción porque hay una ruptura del orden constitucional. Muchos son miembros, y estos organismos tienen misiones civiles o militares, como el caso de los países del Sahel; y eso puede llevar a descontinuación de las misiones de los organismos. Además, hay que tener en cuenta cómo se proyecta esa nación o estado con respecto a los actores internacionales, y determinados actores pueden perder espacio como es el caso de Francia. Y añadió: “lo estamos viendo con los golpes del estado del Sahel y en algunos casos tienen un contenido antifrancés, antineocolonialista, antinorteamericano también porque en Niger los norteamericanos tienen una base importante”.

En cuanto al papel de los ejércitos africanos frente al desempeño de los gobiernos civiles, acotó el investigador que los golpes de estado están marcados por el protagonismo de los ejércitos, que puede ser una fracción del ejército, hasta la guardia presidencial o el comandante de la guardia presidencial.

Se trata de cómo enfrentar los graves problemas estructurales que tienen estas naciones, pero también los problemas de seguridad nacional con relación a los grupos armados que se infiltran, del terrorismo. Y agregó: hablamos de Al Qaeda, del Estado Islámico, que se están infiltrando en todos estos países sahelianos y se convierte en un elemento de agravamiento de la situación de violencia dentro de esa realidad nacional.

Más adelante aseguró: “A veces se habla de golpes cívico-militares que se articulan con una tormenta de fenómenos sociales y económicos, por ejemplo, en el escenario del covid 19. Cuando hay un golpe de Estado, lo primero es ir a restaurar el orden constitucional”, reafirmó.

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