Por: Alicia Cascaret
En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó establecer cada 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente. Unos meses después de la histórica decisión surgía la celebración sobre cuya plataforma se erigen las principales acciones a favor de las causas ambientales y la defensa del hábitat, los ecosistemas, la biodiversidad, que es decir la vida en nuestro planeta.
Cincuenta años después de haberse fijado la fecha como recordatorio ineludible de la necesidad de salvar al planeta, en el actual 2023 las acciones se centran en la búsqueda de soluciones a la contaminación por plásticos, apuntó el periodista Julio César Mejías, quien, junto a Ramón Pich, director del Centro de Investigación de la Economía Mundial analizan cómo se ha avanzado o permanece estancado este tema tan vital para la supervivencia humana.
Pich destaca el Día Mundial del Medio Ambiente coincide con el aniversario 50 de la declaración de ese día. El deterioro del medio ambiente y el agotamiento de los recursos naturales ha pasado a ser una preocupación creciente de la humanidad y esto se ha expresado en el Informe Mundial de Riesgos, donde se informan más de la mitad de los riesgos para los próximos 10 años y coinciden con los riesgos ambientales: situaciones climáticas, la pérdida de la diversidad biológica, la contaminación, la explotación de los recursos naturales y todo lo relacionado con la contaminación por plástico tiene un lugar central.
Dijo que mucho se debate sobre el término de triple crisis planetaria, en alusión al cambio climático. La pérdida de la diversidad biológica y la contaminación en general y por plástico tiene una presencia muy importante.
“Cada año se producen alrededor de 400 millones de toneladas de plásticos y más de la mitad de esta producción de plástico es un producto que rara vez se reutiliza, un 10 por ciento se está reciclando, muy bajo por ciento. La mayor parte, más de las tres cuartas partes, van a los ríos o lagos o a los ecosistemas marinos y oceánicos”.
Remarcó que esto no solo afecta a esos ecocosistemas, sino también a la salud humana. Y añadió que toda esta producción de plásticos vine desde la segunda guerra mundial, todo aquel período con el auge de la petroquímica de la producción de plástico se ha venido acumulando y convertido en una gran preocupación para la humanidad. Se prepara un instrumento vinculante para frenar este grave problema.
El plástico se considera el desecho más persistente y más peligroso para los ecosistemas.
Mejías le pregunta al estudioso si existe verdaderamente una intención de modificar el actual modelo de acumulación capitalista, y por tanto de producción y consumo y si es este el responsable de los fenómenos de contaminación actuales.
Todo el impacto negativo que tienen las acciones de los humanos incide en el medio ambiente.
Para explicar esto, Pich se remontó a la Revolución Industrial del siglo XVIII y cómo, a medida que el capitalismo alcanza nuevas formas con su desarrollo tecnológico, fabril y energético, los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón mineral, el gas que representa el 82 por ciento de toda la energía comercial que se utiliza en el mundo.
Todo esto es la causa principal del fenómeno conocido como cambio climático, el efecto invernadero, la degradación de los suelos y toda la contaminación por plástico. Estos elementos fueron afianzando, agudizando las agresiones medioambientales, lo cual se asocia a la acumulación capitalista.
El especialista aseguró que toda agresión a medio ambiente tiene un impacto negativo en la salud humana, porque provoca entre otras cosas el agotamiento de los recursos naturales, el aumento de las temperaturas y, en la medida en que se afecta la salud de los ecosistemas, se afecta la capacidad, la resiliencia de los ecosistemas, la salud humana se va quebrantado, se va afectando también.
Eso se puede constatar con el surgimiento de enfermedades por vectores como, por ejemplo en Cuba, el dengue, y en otros países subdesarrollados la malaria y la fiebre amarilla, que proliferan con el aumento de las temperaturas y además afectan también la seguridad alimentaria y la calidad del agua.
Por otra parte, el plástico, aunque sean partículas pequeñas van afectando la salud humana.
El director de CIEM se refirió a las consecuencias de la llamada triple crisis planetaria y recordó la pérdida de la biodiversidad que ha provocado la pandemia que afectó al mundo “y que pudiera ser recurrente en la medida en que se siga exacerbando la pérdida de la biodiversidad. Cuando se pierde la biodiversidad biológica se pierden muchos de los bienes y servicios que brinda la biodiversidad que están asociadas”.
Y agregó se pierden las cosechas, la extinción de las especies que no tienen precedentes, sobre todo las autóctonas en las regiones, afectando indirectamente en el crecimiento de las poblaciones.
Dijo Pich: “En los últimos 50 años la población mundial se ha duplicado, la economía se ha multiplicado por 4, el PIB global y el comercio mundial se ha multiplicado por 10 y todo esto ha tenido un impacto directo importante sobre la biodiversidad porque se han fragmentado aún más los ecosistemas terrestre, marino y oceánico”.
El periodista Julio César Mejías indicó: Hace unas tres décadas el PNUD publica su ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO. En 2020 añadió una nueva variable que mide el impacto medioambiental del desarrollo. Al tomar en cuenta esa huella ecológica, muchos países descendieron en sus posiciones. En un mundo donde la pobreza y la desigualdad siguen en aumento.
Sobre ese nuevo enfoque para el desarrollo, dijo Pich, no se puede medir el desarrollo humano si no se incluye la variable ambiental, aunque el PNUD no incluye esa variable ambiental, pero sí ha habido en los últimos tiempos esfuerzos por incluir la variable ambiental pero no como parte del índice. Ellos consideran el CO2 per cápita y la huella material, o sea el consumo material per cápita y a partir del análisis de estos dos elementos introduce la variable ambiental.
La huella ecológica es el impacto adverso que tiene el hombre sobre el medio ambiente y es donde se pone de manifiesto la inequidad, la desigualdad.
Pich puso ejemplos sobre el impacto de esa huella en países como Estados Unidos donde se constata como pierde 36 posiciones en el índice de desarrollo humano, en el caso de Cuba mejoramos unas 30 posiciones cuando se introduce esa variable.