Por: Idalma Moreno Baños
El Faro constituye la luz que guía a los navegantes en las travesías durante la oscuridad de las noches, tormentas o de lluvias torrenciales. Los destellos que emite, aseguran a los navíos llegar a puerto seguro. Por tal motivo en la mayor de las Antillas existen alrededor de 30 faros ubicados a lo largo del archipiélago cubano.
Vale señalar que durante la etapa colonial, fueron innumerables las embarcaciones que zozobraron o encallaron en nuestras costas por la falta de ellos y de señalización marítima que las orientara en su recorrido. Según datos suministrados por el Ministerio de Cultura del Reino de España, se calcula una cifra superior a los 600 barcos hundidos en la región del Caribe durante el dominio americano. Los vientos, las traicioneras corrientes, los huracanes y tempestades tropicales, así como los ataques de piratas y corsarios amenazaban el tránsito de las naves del poderoso imperio español.
Según estudios realizados, una noche de tormenta del 28 de octubre de 1592 la nave Santa María de San Vicente se hunde frente a las costas de Cuba, en el Cabo de San Antonio. El mar cubrió los cañones, barriles, arcones, ánforas y muchos galeones más de esa época, los cuales reposan en el fondo como parte del paisaje marino. Por tal motivo y ante la necesidad de proteger a las embarcaciones, el alumbrado de las costas ganó interés a partir del Siglo XIX.
Desde esa época se inició la construcción de los faros, entre los que se destaca el de la Punta de Maisí o La Concha, el cual se erigió en 1862 en el extremo del oriente cubano. Su nombre fue en honor del Capitán General de la isla, José Gutiérrez de la Concha, al ser el promotor de difundir la necesidad del alumbrado marítimo con el montaje de faros en las costas cubanas.
El faro Roncali se haya ubicado en el Cabo de San Antonio, en el extremo más occidental de la provincia de Pinar del Rio y fue construido entre 1846 y el 49. Su nombre se atribuye al entonces Capitan General de la isla Don Federico Roncali. Sus destellos sirven de guía a los navíos que transitan por las aguas del Golfo de México y del mar Caribe cerca a las costas de Cuba.
Como símbolo de los capitalinos, se yergue majestuoso el de los Tres Reyes del Morro, situado a la entrada de la Bahía de La Habana. Reconocido ante el mundo como una de las fortalezas construidas por los españoles. Así mismo se erige el Faro Colón, (en honor al almirante Cristóbal Colón), en Cayo Sabinal, Nuevitas, Camagüey. A lo anterior se suman el Faro de Cayo Paredón Grande, situado al norte de la provincia de Ciego de Ávila y que cubre con su luz toda la zona central del archipiélago cubano. La torre se eleva unida a la antigua vivienda de los torreros.
La construcción del Faro de Cabo Cruz en el extremo sur de la provincia Granma, se debe a que es un sitio de extremo peligro para la navegación por la presencia de los arrecifes coralinos. Estas torres poseen una altura considerable y mantienen los escalones en forma de caracol. Durante muchos años los faros usaron una lámpara de aceite de oliva, que posteriormente se cambiaron por un gran bombillo y un sistema de cuerdas de relojería. Los destellos de ellos se pueden apreciar entre 15 y 40 millas náuticas gracias a la incorporación de un juego de prismas y lentes que permiten reflectar la luz.
Además de otros faros situados en lugares estratégicos, existen boyas que también contribuyen a la señalización de las rutas marinas en las costas de Cuba y a las cuales se les da mantenimiento cada cierto tiempo para garantizar el funcionamiento de las mismas.
A pesar de las nuevas tecnologías que se han desarrollado y las existentes en 2023, los faros son y seguirán siendo de gran utilidad para la navegación. Ellos los que guían a puerto seguro a las embarcaciones, ya sean pequeñas o de gran tamaño como los cruceros.