Por: Alicia Cascarret
“Llegó un momento en que tuve que estudiar cómo poder llegar más profundo que los demás muchachos. Tuve que estudiar cómo el sistema cardiovascular funcionaba y cómo sacar ventaja de la respiración, para poder sostener la respiración por un período más largo”.
Así se refirió Francisco Rodríguez, o “Pipín Ferrera”, a sus inicios en la inmersión, en el programa Entrevista, junto a la periodista Dianik Flores.
Se describió como un chico más de la provincia de Matanzas que, en busca de peces, con un grupo de amigos nadaba a las profundidades del mar, donde sus compañeros no lograban llegar.
Luego se refirió a la pesca submarina, donde en determinada época lograba unos 40 o 45 metros de profundidad. Y en los corales negro entre 60 y 65 metros.
La inmersión libre la inicia en los años 80 y los récords estaban entre 101 metros y 105 . Ya en el año 2019 bate el récord mundial, y llama la atención de inmersionistas italianos.
Recuerda también su estancia en Cayo Largo del Sur, donde fue una verdadera revelación en Fotosub, evento en que acaparó la atención internacional.
Pipín habla de su relación con inmersionistas del mundo, de los estudios a que fue sumetido en Italia, pues llamaba la atención su capacidad de descender a niveles muy bajos, con un dominio de su respiración y su corazón.
Sus capacidades también despertaron el interés de los estadounidenses .
La marca Mares patrocina su carrera y lo da conocer al mundo. Pipín rompió récords en Cuba, Francia, Italia hasta 1993 y, oficialmente, ha roto 23 récords y más de 40 extraoficiales.
En Fotosub 2022 se pudo disfrutar del documental “Más allá del Alcantilado”.
El buzo de inmersión libre habla de dos mujeres que lo acompañaron en su vida y lograron récord en pareja. Una de ellas es Audrey y sobre la historia de ambos se acaba de hacer una serie de Netflix.
Audrey lo ayudó durante el entrenamiento a mujeres para atraerlas hacia el deporte. Destaca que Audrey llegó a hacer 15 récords en su carrera.
Pipín logró 163 metros en el año 2000, superando así a su más ercano competidor. Quedó sin contrincante durante dos años.
Audrey, por su parte, en entrenamientos ya superaba el récord de Pipín al descender a 170 metros. En el año 2002 esta joven mujer, cuando iba a demostrar su valía con 171 metros, fallece en un accidente.
El inmersionista confiesa desde el año 2003 hasta el 2011 su vida fue un desastre. Estaba muy afectado psicológicamente por la muerte de su compañera.
Pipín escribió un libro sobre la historia de él y Audrey. El derecho de ese libro fue comprado para una película por el director James Cameron.
En 2011 conoció a Nina y, más adelante, comienzan a pescar y a hacer fotografías submarinas.
Para Pipín el interés por la fotografía y el audiovisual se le despertó en los Fotosub, al ver a los fotografos y se dijo: “yo puedo hacer eso también”.
Participó en varios campeonatos del mundo. Conoció a fotógrafos famosos. Se inició en el cine junto a fotógrafos del National Geographic. En Televisa hizo 12 capítulos de una serie sobre el mundo submarino y sus experiencias. También trabajó de manera independiente como documentalista. Además -confiesa- el cine independiente y sus películas son una de sus grandes pasiones.
Al final del diálogo señaló que estudió mucho para conocer cuánto podía descender el ser humano por su condición de mamífero marino.
