Cuba asume por estos días el ensamblaje de aeronaves rusas modelo An-2, equipos que beneficiarán, entre otros, a dos sectores claves de la economía como la Agricultura y el Turismo, en un taller perteneciente a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA).
Son aviones seguros y estables, pero por su autonomía de vuelo no tienen la capacidad de trasladarse desde Rusia a la mayor de las Antillas, entonces se guardan en contenedores y llegan por vía marítima.
En artículo aparecido en la sección Ciencia y Tecnología de Russia Beyond, portal digital, se dice que la Unión Soviética produjo muchos aviones de pasajeros excepcionales, ampliamente utilizados tanto en el país como en el extranjero.
La propia Russia Beyond divulgó una lista de los 10 mejores aviones civiles soviéticos y rusos de la historia, donde el número uno lo ocupa precisamente el biplano monomotor An-2; se trata, aclara, de un veterano producido desde 1947, que utilizan en la agricultura, los deportes aéreos y la aviación de pasajeros.
Con más de mil 500 unidades en funcionamiento, este avión representa hoy alrededor del 90 por ciento del sector de aeronaves pequeñas existentes en Rusia, nación donde los especialistas lo reconocen como el avión eterno.
Aunque la rama de la Agricultura es su principal cliente, la ENSA brinda servicios al sector empresarial y comunidades, relacionados con la dispersión de productos químicos y biológicos, el mantenimiento a su técnica, patrullaje y extinción de incendios, transportación de cargas, paracaidismo deportivo y servicios de vuelos especiales