Según refiere Prensa Latina, durante su intervención el diplomático condenó las amenazas, medidas coercitivas y el empleo de la guerra de cuarta generación, la cual incluye acciones desestabilizadoras, ataques cibernéticos y la promoción del terrorismo.
Esos actos constituyen violaciones graves de la Carta de la ONU y del Derecho Internacional. Además expresó la solidaridad de la Mayor de las Antillas con países víctimas de la injerencia de potencias extranjeras, como Venezuela, Nicaragua y Sri Lanka.
Quintanilla denunció también el cerco económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a su país desde hace seis décadas.
“Condenamos el bloqueo norteamericano y las operaciones político-mediáticas de la administración norteamericana, las cuales forman parte de una agenda de subversión fallida”.
Asimismo, criticó las acusaciones infundadas de la Unión Europea contra la Isla caribeña y pidió abordar con imparcialidad el tema de los derechos humanos. También exhortó a la Alta Comisionada a continuar sus esfuerzos para hacer prevalecer el respeto, el enfoque equilibrado, la objetividad, el diálogo y la cooperación en el Consejo, señaló.