Por: Duanys Hernández Torres
Entre La Habana y Ankara hay siete horas de diferencia, y para los que nunca hemos visitado a la vieja Europa se siente el cambio. Pensé que sería el único en sufrir los desvaríos del horario, pero no seré el protagonista de esta crónica.
La primera noche me desvelé, y como desde las 3:30 de la mañana estaba despierto, pero Alexander «El Piri» y Joel David el guantanamero se robaron todo el show.
En la jornada previa se determinó este lunes que debíamos despertar a la seis de la mañana para desayunar y marchar a los entrenamientos. Cuba es uno de los equipos que inaugura el mundial, y por eso le tocó ser el primero para reconocer las canchas de juego.
Resulta que los entrenadores Sadian y Sergito cerca de la medianoche bajaron al lobby del hotel porque no tenían ganas de dormir, también contagiados con el cambio de horario. Cuando suben a la una de la madrugada se encuentran con los dos jugadores orientales: El Piri y Yoel David, listos con la ropa de vestir adecuada, porque ya eran las seis de la mañana.
Los dos tenían en sus dispositivos móviles la hora de Cuba, pero la confusión fue tan grande que la una de la madrugada en Ankara, son las seis de la tarde en Cuba, y no las seis de la mañana.
Ahí no queda todo. Los dos jugadores se dispusieron a despertar a Jadier y Josué en la habitación de estos. Cuando Sadian y Sergito fueron a ver a los artemiseños, Josué se escondió debajo de la sábana de la pena por la novatada, pero totalmente vestido, y Jadier se disponía a enfundarse la ropa de entrenamiento.
Luego supimos que a las doce de la noche Sergito había visto a Adis también lista para el desayuno, y con la ropa indicada para irse a entrenar.
Miles de kilómetros y siete horas separan a Ankara y La Habana. O sino, que le pregunten al Piri y a Yoel David, los dos muchachos más despiertos del grupo.
Jajajaja increíble las historias que vivirán estos días. Excelente crónica. Felicidades
felicidades para mi primo Yoel David y bendiciones