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Acciones de Cuba contra la Hepatitis Vírica en su día internacional

Desde 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 28 de julio el Día Mundial contra la Hepatitis Vírica, una fecha para impulsar las iniciativas que se puedan materializar para contrarrestar las consecuencias de ese padecimiento de salud.
Cuba se suma a los países que además de continuar con la vigilancia al contagio por el SARS-CoV-2, presta atención a la emergencia de la viruela del mono o viruela símica (declarada emergencia de salud global) y a la hepatitis aguda en niños.
Ante esta amenaza epidemiológica, el Sistema Nacional de Salud estableció un grupo de acciones dirigidas a prevenir el riesgo de propagación de la enfermedad, que aún no notifica casos de contagio en la Isla.
La doctora Carilda Peña, viceministra de Salud Pública de Cuba, en su intervención en la reunión de la Comisión Permanente de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional, que sesionó recientemente en su Noveno Período Ordinario de Sesiones, al actualizar sobre la situación epidemiológica, repasó las principales acciones que implementa Cuba ante la enfermedad.
En primer lugar, se reforzó la vigilancia epidemiológica en los puntos de entrada al país, y se capacitó al personal de Salud para la detección oportuna de casos sospechosos.
Asimismo, se definió el flujograma de atención al enfermo con sospecha de la enfermedad, se establecieron las medidas de control de foco, y se definieron las unidades asistenciales para la atención de casos con la enfermedad.
Igualmente, se establecieron las normas de bioseguridad para pacientes, familiares y prestadores de servicios, teniendo en cuenta el nivel de contagiosidad y la forma en que se propaga esta patología.
Para enfrentar mejor esta emergencia de salud global, compartimos algunos detalles sobre los tipos de hepatitis y cómo evitar contraer estas enfermedades, incluída la viruela del mono.
¿Qué es la hepatitis vírica?
La OMS alerta que sólo en las Américas, se producen anualmente 67 mil nuevas infecciones por el virus de hepatitis C y 84 mil muertes.
La hepatitis vírica es una infección que produce una inflamación aguda en el hígado. Existen 5 virus diferentes de la hepatitis, cada uno catalogado con una letra del alfabeto diferente y mientras más alejado de la A se encuentre mayor es el riesgo que acarrea la infección.
En la mayoría de los casos, la inflamación del hígado comienza de forma súbita y solo dura unas pocas semanas.
La forma más común de contraer esta enfermedad, es insertando en nuestro cuerpo algún objeto contaminado con sangre de alguien que ya posee el virus, cosa que ocurre mucho en personas que se tatúan, se hacen piercing en el cuerpo, tienen varias parejas sexuales o comparten agujas para inyectarse drogas o cualquier otra sustancia en el cuerpo.
Para prevenir las hepatitis víricas existen varios métodos:
-Evitar contacto con personas sospechosas de hepatitis (sobre todo en el caso de la viruela del mono), o sean casos confirmados.
– No realizar ningún proceso invasivo del cuerpo, como por ejemplo, tatuarse las cejas o inyectarse Botox en un lugar poco fiable que no cuente con las normas más elementales de higiene, ni tenga permisos.
-Ponerse vacunas en contra de los tipos de virus más común que suelen ser los de tipo A, B y C (Las dos primeras se le aplican a los niños durante los primeros meses de vida).
-Utilizar continuamente protección al mantener relaciones sexuales y realizarze un examen de sangre cada seis meses o una vez al año para detectar la enfremedad.
La estrategia global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contra la hepatitis, tiene como meta eliminar el problema para la salud pública que suponen las hepatitis víricas para el 2030. Para eso, los países pueden salvar vidas humanas y reducir los costos relacionados con la atención a largo plazo de la cirrosis y el cáncer de hígado a consecuencia de las hepatitis no tratadas.
Con la celebración del Día Internacional contra la Hepatitis vírica, la OMS se ha planteado alcanzar varios objetivos a nivel mundial, entre los que se encuentra, el reducir en un 90% la probabilidad de nuevas infecciones de hepatitis en cualquiera de sus presentaciones A, B,C, D o E y evitar el 65% de las muertes que acarrean año tras año el contagio de hepatitis vírica./Por: Carla Gutiérrez Mouriz.

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