Holguín es una ciudad que renace. A pesar de no figurar dentro de las primeras ocho villas fundadas por los colonos españoles en Cuba en el siglo XVI, constituyó un enclave estratégico para el comercio y ostenta el cuarto lugar entre los asentamientos del país por densidad poblacional.
A solo unos kilómetros del destino turístico por excelencia Guardalavaca –el tercero más visitado del país-, del centro histórico-cultural Gibara, el Salto del Guayabo y el Cayo Saetía, por solo mencionar algunos polos turísticos de la provincia, la joven ciudad de Holguín, la Ciudad de los Parques, le debe su nombre a cierto capitán español, fundador de un hato en esas tierras para 1545.
Hoy se cumplen 270 años de ser reconocido su título y tenencia de gobierno, el 18 de enero de 1752, y Cubavisión Internacional no quiere perder la oportunidad de resaltar los sitios de mayor relevancia cultural e histórica.
El parque Calixto García constituye el centro comercial y social de la población local. Antigua Plaza de Armas, desde su fundación en 1720 hasta el cambio por su nombre actual 178 años después, el parque central de esta geografía citadina es considerado expresión de los valores monumentales más oriundos y es fiel testigo de una historia para la cual fue ubicado como mercado, sitio militar o incluso escenario teatral.
La Periquera, mansión colonial aledaña a la plaza; el Monumento a las Madres, del escultor Mario Santi; la Casa de la Trova; y el Teatro Comandante Eddy Suñol son solo tres de los lugares ubicados en el entorno de la estatua del mayor general.
Posee el más regio estilo neoclásico, tras las múltiples intervenciones en la estructura, a pesar de ser una construcción de inicios del siglo XIX. Lo cual la sitúa a la delantera entre las iglesias más armónicas del país.
Originalmente se constituyó en convento franciscano, erigido primero como pequeña ermita para alfabetizar a la población de la zona. No fue hasta 1815 cuando comenzó la construcción de la iglesia que fue para el ejército español en época pasada uno de los cuatro puntos defensivos fundamentales de la localidad.
La Catedral de San Isidoro es una edificación que ofrece al visitante la oportunidad de conocer interiores moriscos originales, con preciosos techos tallados bajo el estilo mudéjar y cielos rasos en las capillas; muy a pesar de que en los primeros dos siglos de existencia era todavía más rico su mobiliario, perdido parcialmente tras las intervenciones arquitectónicas efectuadas y del Concilio Vaticano II.
Ostenta el grado de catedral desde 1979, y fue consagrada como tal 17 años después. Dentro de sus límites, en reconocimiento a dicho acto, se erigió una magnífica estatua de bronce del santo padre Juan Pablo II.
Son 458 escalones con descansos intermedios para llegar a la cima de uno de los puntos más altos de la geografía de la ciudad oriental. La Loma de la Cruz, uno de los símbolos más renombrados de la Ciudad de los Parques, fue durante mucho tiempo punto estratégico de defensa para el ejército español.
Desde la cima se puede contemplar la urbe y áreas aledañas y la construcción de la escalinata para subir data de la mitad del siglo XX. Cabe destacar que la actual cruz, colocada a inicios de la década de 1990, es la tercera en su historia, luego de que la primera fuera retirada para su mejor conservación y la segunda, impactada por un rayo.
El Centro Cultural Plaza de la Marqueta, ubicado a dos cuadras del parque Calixto García, y con acceso a la calle Mártires, es el lugar de reunión favorito para escritores y artistas del territorio, quienes usualmente preparan ferias de exposición y de artesanías, incluyendo la más variada gama de obras de la plástica.
Su construcción se remonta a 1848, cuando se constituyó allí el primer mercado del otrora Hato de San Isidoro. En 2017 el centro fue objeto de una reparación capital, beneficiándose distintas instituciones culturales como el Taller de Grabados, la Casa Marco del Fondo de Bienes Culturales, la Imprenta Lugones y la Promotora Literaria Pedro Ortiz.
El Mirador de Mayabe, situado en la colina del mismo nombre, es uno de los parajes naturales en donde mejor se aprecian los profusos paisajes del oriente cubano. Con un clima muy agradable, la zona, rica en especies endémicas de la flora y la fauna, reproduce las condiciones de vida de los campesinos cubanos, al vincular la residencia de locales a los atractivos turísticos de la montaña.
El Hotel Mirador de Mayabe y la Casa de Pancho se incluyen en un viaje de senderismo que puede prolongarse por solo diez minutos a través de la carretera, desde el centro de la ciudad.
La Periquera, Museo Provincial de Holguín y Monumento Nacional de Cuba desde hace 44 años, se sitúa al lado del parque Calixto García, en el corazón del enclave citadino. Fue en 1860 cuando el español Francisco Roldán, para entonces el hombre más rico de Holguín, mandó a construir el edificio como residencia particular y para tal propósito se tardó 8 años.
El inmueble fue objeto de sucesivos enfrentamientos entre la metrópoli y los independentistas cubanos, a quienes se le atribuye el origen del nombre, pues se sostiene que, durante el asedio a la ciudad por el Ejército Libertador, uno de los mambises cubanos se refirió a los soldados insulares como “pericos”, aludiendo a los colores de su vestimenta.
Rectorado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el Jardín Botánico de Holguín funciona desde 1978 y brinda al público que lo visita la más completa información sobre los ecosistemas regionales de Cuba en 50 hectáreas de extensión.
Constituye un reservorio del Valle de Mayabe que alberga ejemplares, tanto vivos como disecados, de más de 1000 especies endémicas de la Mayor de las Antillas, entre orquídeas, helechos, bambúes, bosques cubanos y tropicales, entre muchas otras.
El Museo de Historia Natural Carlos de la Torre y Huerta ofrece una visión panorámica integral sobre la naturaleza cubana, en especial la perteneciente a la región nororiental del país.
Exhibe al visitante más de 3000 ejemplares repartidos en distintas colecciones de malacología, insectos, lepidópteros, ornitología, rocas, minerales y paleontología.
En el centro nocturno que debe su nombre al genial músico cubano fallecido a inicios de la década de 1960, el “Bárbaro del Ritmo”, se presentan agrupaciones musicales y orquestas exponentes de los ritmos nativos cubanos. Buena opción de recreación que colinda a su vez con casi todos los lugares atractivos descritos en esta relación.
Más que la Ciudad de los Parques, Holguín pudiera ser bien considerada como la ciudad en donde el hoy confluye con el ayer sin perder coherencia. En donde ciudad y naturaleza coexisten de forma armónica.
FUENTES: ACN, Blog Meliá Cuba, Periódico Ahora, Online Tours Cuba, Hi Cuba, Visitar Cuba, Infotur.
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