En un contexto de cambios en el país, resultado de la llegada al poder de la Revolución cubana hacía apenas tres años, y en medio de la constante injerencia de Estados Unidos, el pueblo cubano fue convocado por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, el 4 de febrero de 1962, un día después de la oficialización del bloqueo de la nación norteña contra Cuba.
Más de un millón de personas reunidas en la capitalina Plaza de la Revolución José Martí aprobaron.por aclamación la II Declaración de La Habana.
El documento promulgado por Fidel, expresó la voluntad inquebrantable de autodeterminación de los ciudadanos y el Gobierno Revolucionario de construir el socialismo, y de defender la soberanía del país frente a las agresiones del vecino del norte.
Asimismo, reafirmó la proyección latinoamericanista del proceso de transformaciones iniciado el 1 de enero de 1959, tras la derrota de la tiranía de Fulgencio Batista por las tropas del Ejército Rebelde.
La plataforma programática presentada fue también una respuesta a las agresiones, sabotajes y crímenes contra el archipiélago cubano, fraguados y ejecutados desde Estados Unidos, que incluyeron la invasión mercenaria por Playa Girón (Bahía de Cochinos), en abril de 1961, y los intentos de aislar a la nación caribeña.
Días antes, el gobierno estadounidense logró la exclusión de Cuba de la Organización de los Estados Americanos, en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de ese organismo, que tuvo por escenario el balneario uruguayo de Punta del Este, Uruguay.
La II Declaración de La Habana esbozó las problemáticas sociales del continente y reveló la esencia explotadora de la dominación estadounidense en el hemisferio, al tiempo que planteó a la unidad de los pueblos como una necesidad para alcanzar la independencia definitiva.
Fuente: Prensa Latina