En Cuba, alrededor de 450 niñas, niños y adolescentes se enfrentan al cáncer como promedio cada año. El Programa Integral para el Control del Cáncer y su estrategia de implementación vigente, desarrollado por la mayor de las Antillas, es prioridad para el Estado cubano.
Autora: Cynthia Ibatao Ruiz
Los pasillos de la Universidad de Ciencias Medicas en Santiago de Cuba fueron testigos de las primeras conversaciones de un grupo de estudiantes deseosos de hacer algo diferente. Ellos querían apoyar a pacientes oncológicos en la convivencia con la enfermedad, y convertirse en un cúmulo de esperanzas.
Párvulos aún en la articulación de actividades, su profesora de psicología, quien guardaba su propia historia referente al tema, estuvo deseosa desde el inicio en la colaboración. Así nació el proyecto «Almas», integrado por futuros doctores, enfermeros, técnicos de la salud, bajo la guía de aquella profesora, y con la ayuda perenne de colaboradores: pacientes, doctores, familiares y personas comunes que se solidarizan con la otredad.
La familia de «Almas» crece cada día, y ya vive su segundo año acompañando a la sociedad santiaguera. Actividades que se extendieron a los hogares de ancianos, hospitales oncológicos y comunidades.
«Queríamos defender la idea de ofrecer tratamiento psicológico y acompañamiento a pacientes sobrevivientes al cáncer. Y aunque empezamos así, en realidad hemos compartido con niños oncológicos, personas en situación de discapacidad, hogares de ancianos, mujeres, madres, y muchas personas se nos unen, cada una con una historia diferente, queriendo apoyar». Declaración de Ana Irene González, estudiante fundadora del proyecto. / Foto por: Cynthia Ibatao Ruiz
La Organización Mundial de la Salud decretó al mes de septiembre como el mes de Concientización sobre el Cáncer Infantil, debido al aumento de casos a nivel internacional. En Cuba, según datos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) alrededor de 450 niñas, niños y adolescentes se enfrentan como promedio cada año a esta dura realidad. El Programa Integral para el Control del Cáncer y su estrategia de implementación vigente, desarrollado por la mayor de las Antillas, es prioridad para el Estado cubano.
De acuerdo con el MINSAP y el Anuario de Salud, las variantes más frecuentes de la afección están relacionadas con la leucemia (70 por ciento), los linfomas (Hodgkin y no Hodgkin) y los tumores del sistema nervioso central. A edades tempranas también pueden desarrollarse neuroblastomas, nefrobastomas y sarcomas de tejidos óseos y blandos; mientras que los menos comunes se encuentran en el hígado, ovarios y páncreas.
Más allá de los esfuerzos incansables de los profesionales de la salud, que muchas veces se convierten en una segunda familia, y los avances que ha alcanzado el país en la lucha contra el padecimiento, es visible la falta de acceso a medicamentos y tecnologías para el tratamiento. Un obstáculo insuperable.
Con estas limitaciones en el archipiélago cubano, el bloqueo económico comercial impuesto a Cuba por los Estados Unidos, tiene un peso abrumador. En el último informe presentado por el territorio insular ante la Asamblea General de Naciones Unidas sobre los efectos del bloqueo, se relató la solicitud de compra de medicamentos a más de 60 compañías norteamericanas especializadas en fármacos y tratamientos oncológicos, sin embargo, la inmensa mayoría ni se dedicó a responder.
Las cifras serán actualizadas próximamente en la presentación del nuevo informe ante la Organización de Naciones Unidas.
Una pequeña victoria, historia del cierre de un ciclo
La pasada semana no transcurrió igual en la sala oncológica del Hospital Infantil Sur de Santiago de Cuba, los integrantes del proyecto «Almas» llegaron para festejar el «toque de la campana», ritual que ya se ha vuelto tradición cada vez que otro niño vence a la enfermedad. Esta vez fue Kent Díaz, quien había ingresado desde su primer mes de vida, ocho meses después, regresa a casa junto a su familia, sin olvidar este difícil, pero esperanzador tiempo.
En la actividad, el pequeño, y otros que aún luchan la batalla contra el enemigo invisible, rieron junto a los payasos y la música, terapia para los corazones.
«Kent fue el primer niño en tocar campana, eso significa que venció el primer ciclo de la quimioterapia, y los integrantes del proyecto vinimos a celebrarlo, una pequeña victoria que nos da mucho más combustible para seguir trabajando». Declaración de Somalia Deas, Profesora de Psicología e integrante del proyecto. / Foto por: Cynthia Ibatao Ruiz
Por lo general, el cáncer infantil no se puede prevenir ni detectar. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran fiebre sin causa aparente, sangrado de nariz o de encías al cepillarse los dientes, puntos rojos o morados en la piel, moretones sin causa aparente, dolor generalizado de huesos y articulaciones, vómitos, entre otras manifestaciones físicas.
La OMS asegura que mejorar los resultados de los niños aquejados de cáncer exige un diagnóstico precoz y preciso seguido de un tratamiento eficaz.