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Para entendernos mejor: Acerca de las redundancias (Primera parte)

Por: Sergio Pérez Hernández

Aunque en muchos manuales, compendios y cuadernos dedicados a la instrucción de nuestra lengua materna se manifieste que algunas redundancias (‘volver repetitiva o innecesariamente explicada una idea al estar su significado ya en evidencia, o repetir de forma inservible para la comunicación un concepto’) son admisibles en el habla coloquial o uso oral del lenguaje por su valor expresivo o enfático, y hasta se convierten en parte corriente de la expresión cotidiana, NO SON CORRECTAS en los textos escritos ni en los medios de comunicación masiva (televisión, radio, prensa plana). Por supuesto, nadie que se respete lo suficiente las empleara tampoco en su habla coloquial, pues esto supondría una mala manera de expresarse y nadie, conscientemente, quiere ser irrelevante (a menos que se trate de una intención irónica o alguna incapacidad intelectual: casos desestimados acá). En tal sentido, si usted dice que “el color blanco es claro” o que “una persona sale para afuera” no nos está dando (con los vocablos “claro” y “afuera”, respectivamente) más información que la que ya se señaló en palabras anteriores, esto es repetir algo que ya se sabe o que es muy fácil de decodificar.

Frecuentemente se escucha “subir para arriba” y “bajar para abajo”, a pesar de que una vez la RAE acordó aceptarlas con ímpetu de mandato, son innecesarias, porque es evidente que “subir” supone ir en dirección a arriba y no hacia abajo, por caso, no hace falta aclararlo, y además, es imposible, inviable “subir hacia abajo”. Por otro lado, la acción de subir significa ‘recorrer yendo hacia arriba’ y nadie recorrerá un camino hacia arriba “yendo hacia abajo”, ¿verdad? Si se hace tan imposible erradicarlas, a modo de consejo, recordemos que los cubanos somos muy gestuales. A veces una expresión manual o facial es suficiente para sustituir la repetición inadecuada del concepto.

Entre las redundancias más escuchadas coloquialmente y, lo que es peor, en nuestra televisión, se encuentra la frase: “Hace mucho tiempo atrás” (TOTALMENTE INCORRECTA). En primer lugar, el verbo hacer funciona como impersonal cuando se utiliza con expresiones temporales para referirse a un momento situado tanto tiempo atrás como indica el complemento, por lo que solo se conjuga en las formas de tercera persona del singular: “Hace dos días el amanecer fue hermoso” (CORRECTA). En segundo lugar, es redundante, y debe evitarse, el uso del adverbio “atrás” cuando hacer se construye con un complemento temporal, por cuanto lo CORRECTO es: “Hace mucho tiempo…”. Así sucede (aprovechando que apunto sobre locuciones adverbiales que expresan temporalidad) con: “Hablaron ambos a la misma vez” (INCORRECTO), el adjetivo “misma” está de más, por tanto: “Hablaron ambos a la vez” es la expresión CORRECTA.

Evitemos, pues, estos elementos superfluos e insignificantes, y hasta fútiles, en nuestra expresión oral y escrita para entendernos mejor.

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