Más allá de estancarse en analizar lo emprendido, o no, durante un año, sobre todo cuando se trata de un sector con gran impacto en los servicios al pueblo, el balance anual del Ministerio de Comunicaciones (Mincom) centró su debate en lo que puede hacerse para seguir avanzando en la implementación del Programa Nacional de Informatización de la Sociedad.
Desarrollar el gobierno y comercio electrónico
En tal sentido, desarrollar el gobierno y comercio electrónico como vía para satisfacer las necesidades de la población y la economía nacional; el fortalecimiento de la empresa estatal de programas y aplicaciones informáticas; la modernización de las infraestructuras de telecomunicaciones; la exportación de servicios y el fomento de una cultura de seguridad integral, con particular énfasis en la ciberseguridad, son algunos de los retos a superar, en un contexto donde más de seis millones de cubanos acceden a internet por diferentes vías.
En la reunión trascendió que este es un proceso que debe desplegarse aprovechando al máximo los recursos financieros disponibles, como bien ha indicado en ocasiones anteriores el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien presidió el encuentro conducido por Manuel Marrero Cruz, primer ministro, y al que también asistieron Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba; Mercedes López Acea, miembro del Buró Político y del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; y Gladys Bejerano, contralora general de la República; entre otros invitados.
Aumenta acceso a internet
Al presentar el informe, el ministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo Di-Lella, señaló que en 2019 se avanzó en ciertas cuestiones, como el acceso a internet, la conectividad institucional –creció un 13,5 %–, el desarrollo del sistema de comprobación del espectro radioeléctrico, la seguridad informática y defensa del ciberespacio, la informatización de los registros públicos, además del despliegue de plataformas y servicios digitales nacionales.
No obstante, precisó Perdomo Di-Lella, existen ciertas trabas más que frenan las fuerzas productivas del sector. Estamos hablando, por ejemplo, de las desventajas que todavía tienen nuestras empresas estatales de programas y aplicaciones informáticas, las limitaciones en la exportación e importación directa, la falta de incentivos y de nuevos actores que dinamicen el comercio electrónico, y las altas tarifas de los transportistas que emplea el servicio de correos.
Trazar estrategias que permitan superar estas dificultades es también una prioridad para 2020, pues lo que hace el Ministerio y sus diferentes empresas e instituciones tienen un impacto económico en la vida del país y la sociedad, aseveró.
«Nuestro sector puede contribuir más, y, para ello, hay que diversificar los servicios, hacerlos exportables, buscar modelos de comercialización más innovadores que favorezcan el ingreso de divisas al país, lograr exportaciones, concretar proyectos de inversión extranjera, apostar, en definitiva, a lo que se conoce internacionalmente como economía digital», agregó.
Igualmente, debemos insistir más en aplicar los resultados de la investigación, innovación y desarrollo, el vínculo con las universidades, consolidar las experiencias de los parques tecnológicos como esquema estratégico para impulsar de manera ágil y exitosa proyectos de ciencia y tecnología que impactan en la sociedad, consideró Perdomo Di-Lella.
Asimismo –dijo–, urge una mirada consciente al tema de la ciberseguridad, la infoalfabetización ciudadana, así como lograr mayor sostenibilidad en el desarrollo de plataformas nacionales.
Contribuir con el despliegue de las tecnologías de la información y las comunicaciones
Los retos son muchos, aseguró. «Entre ellos, que nuestras empresas se decidan a innovar más y que esto tenga un impacto en los ingresos, contribuir con el despliegue de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) al plan de informatización y al uso seguro de las telecomunicaciones».
Sobre la necesidad de romper las plataformas colonizadoras y la subversión política que desde las redes se construye sobre la realidad cubana, intervino Manuel Marrero. «En igual medida que utilizamos las tic para el desarrollo de aplicaciones, procesos y servicios informáticos, debemos enfrentar con estas mismas armas la campaña desacreditadora que el enemigo usa en los espacios digitales», añadió.
En tal empeño, sostuvo, debemos generar contenidos que muestren la realidad cubana, con sus logros y desaciertos.
El Primer Ministro también hizo hincapié en que los centros e instituciones mantengan sus sitios web actualizados y con contenido noticioso, de interés, pues de otra forma poco aporta tener esa presencia en internet. Abordó la importancia de introducir, de manera gradual, la automática y la robótica en diferentes niveles educativos; y explotar el potencial de exportación que tienen las empresas del sector, tanto por las prestaciones de desarrollo como por la calidad de su capital humano.
DESARROLLAR INFRAESTRUCTURAS Y SERVICIOS DIGITALES
La prioridad de continuar disminuyendo las tarifas de telefonía móvil y del acceso a internet en la medida que las capacidades de infraestructura lo permitan, fue un punto clave durante el balance ministerial.
Al respecto, Mayra Arevich, presidenta ejecutiva de Etecsa, informó que con más de 3,4 millones de usuarios utilizando el servicio de internet a través de datos móviles y seis millones de suscriptores de telefonía celular, las principales proyecciones de la empresa para 2020 recaen, entre otras cuestiones, en mejorar las ofertas y los precios de los servicios, garantizando una mayor participación del cliente e innovación continua.
Vale recordar, señaló, que las tarifas, tanto del servicio de telefonía móvil como de acceso a la red de redes, han sufrido cambios en beneficio de los usuarios. Por ejemplo, los precios de conexión a internet, cuando se inició el servicio en 2015 ascendían a 4.50 cuc y ahora es de 70 centavos la hora y, en ofertas especiales, a 30 centavos.
Ello demuestra que existe una intención por disminuir los precios, pero tal realidad depende del desarrollo de la infraestructura y de las capacidades de la red, pues poco se obraría si bajamos la tarifa y luego las personas no pueden conectarse.
En relación con este tema, el titular del Ministerio de Comunicaciones dio a conocer que se planifica sustituir la tecnología wifi por una de más capacidad, lo cual también permitirá ampliar las condiciones de telecomunicaciones y bajar los precios de conectividad.
Daniel Ramos Fernández, director de Operaciones y Seguridad de Etecsa, expresó que una gran cantidad de los ciberataques actuales van dirigidos a sectores importantes del país, como es el caso de las telecomunicaciones. Solo durante el pasado mes, precisó, alrededor de 6 000 tipos diferentes de troyanos (virus informático) incidieron en Cuba generando tráfico desde y hacia el exterior. Estos ataques no solo afectan los índices de tráfico útil deseado, sino también propician el robo de información a los usuarios.
Grisel Reyes León, actual viceministra del sector, comentó que, a pesar de las limitaciones económicas y del bloqueo, el año precedente fue positivo, ya que «logramos contar con un ecosistema digital seguro para el gobierno electrónico, se potenció el desarrollo de plataformas de pago y tiendas virtuales, la implementación de la industria 4.0 en el país, la evolución del Galen Clínicas y la historia clínica intrahospitalaria, así como los avances en materia de productos antivirus, con Segurmática Antivirus, que resultó campeón en los Premios de la Sociedad de la Información 2020, entre otros».
Ello no significa que sean pocos los desafíos a superar, indicó. Hay que trabajar arduamente en la gestión del capital humano, implementar un modelo de formación continua que parta de la categorización por roles, además de identificar talentos que aseguren la continuidad técnica pero también revolucionaria.
Nuestras empresas requieren de una transformación digital, con énfasis en los procesos y modelos de negocios, pues estos deben estar encaminados a la integración y al desarrollo de plataformas seguras que permitan mayor escalabilidad y sostenibilidad, consideró la Viceministra.