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La verdad como arma de los pueblos

por: César Gómez Chacón

“¿Quieren ustedes, los periodistas, ayudar a los pueblos? Pues tienen un arma formidable en la mano: la opinión pública continental. Úsenla, y verán cómo ayudan a redimir pueblos y salvar muchas vidas”.

Así hablaba el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz ante más de 400 periodistas de América Latina, el Caribe, Europa y Estados Unidos, reunidos en La Habana los días 21 y 22 de enero de 1959.

Habían transcurrido solo tres semanas del triunfo de la Revolución Cubana. La llamada Operación Verdad era la respuesta inmediata a la campaña de calumnias orquestadas por los medios de prensa internacionales al servicio del imperialismo norteamericano.

Era también el preludio del surgimiento de la agencia Prensa Latina, que había tenido su génesis durante los combates por la liberación en la Sierra Maestra. Hasta allí había subido el periodista argentino Jorge Ricardo Masetti. Durante sus intercambios con Fidel y el Che Guevara coincidieron en la necesidad de la comunicación a través de la radio y de otros medios. Así comenzó a madurarse la idea.

Luego del triunfo del 1 de enero de 1959, Masetti regresó a La Habana y se entregó con toda pasión a darle forma y organización a aquello que entonces parecía una utopía.

El 16 de junio de 1959 se puso en marcha el atrevido proyecto. Con los mínimos recursos que pudieron entonces reunirse, y desde el quinto piso de un edificio de departamentos en el Vedado, se transmitió al mundo el primer despacho cablegráfico con la identificación de PL.

El destacado periodista cubano, Juan Marrero, fundador de la agencia, ya fallecido, recordó muchos años después: “Cuando se transmitió, todos nos paramos frente a las máquinas para ver cómo el teletipista ‘ponchaba’ la noticia y, al día siguiente, revisamos con avidez las páginas de los diarios para comprobar que ya no solo publicaban cables con las siglas AP y UPI.”

A la nómina inicial de PL, con Masseti a la cabeza como primer director general, se incorporaron unos 20 periodistas, además de traductores y técnicos. Las primeras corresponsalías se abrieron en México, Venezuela, Argentina, Colombia, Perú, Chile, Panamá, Paraguay, Bolivia, Brasil y Ecuador.

Varios nombres de reconocidos periodistas y escritores cubanos, y de varios países de América Latina, que Masseti y el propio Che habían ido movilizando, pasaron durante aquellos años fundacionales por la nómina de la agencia: Gabriel García Márquez fungió como corresponsal en Bogotá y Nueva York.

Otro hombre de filas, el argentino Rodolfo Walsh, un referente del periodismo revolucionario del continente, cierta vez, hurgando en los cientos de cables internacionales que leía como parte de su trabajo en Prensa Latina, descubrió y logró descifrar mensajes secretos con los primeros indicios de que en Guatemala se preparaba una fuerza para invadir a Cuba, lo que efectivamente sucedida días después cuando la invasión mercenaria por Playa Girón en abril de 1961.

El hoy y el ahora, la ética y la lucha anti-hegemónica

A lo largo de 65 años, la amplia red de corresponsales de PL han cubierto desde el terreno la Guerra en Vietnam, la lucha por la independencia de Angola y el sur de África, la guerra en Siria y los conflictos del Medio Oriente; los golpes de estado y las conquistas populares y progresistas de los pueblos en Latinoamérica.

Orgullosa de su apego a la ética periodística, a la objetividad y la certeza de cuanto trasmite, Prensa Latina, aún bajo la amenaza y el peligro que asecha a sus corresponsales y colaboradores fuera de Cuba, no traiciona el ideal inculcado por Masetti: “ser objetivos, pero no imparciales.”

Cuando en los días que corren y al decir de la periodista argentina, y asidua colaboradora de Prensa Latina, Estella Calloni: “el «mercenarismo», mediante el cual, en nombre de una presunta «libertad de expresión» y cooptando a la mayoría de los medios masivos de los monopolios mediáticos, se ha convertido a la desinformación en un arma de destrucción y de muerte”, Prensa Latina asume con mayor fuerza el rol para el cual fue fundada.

Obligada a sortear todo tipo de obstáculos y agresiones que buscaban la clausura de sus oficinas para silenciar su voz en el mundo, y también víctima del bloqueo económico y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, que la obligan a enormes esfuerzos para mantenerse a la altura de los requerimientos de la modernidad, la voz de Prensa Latina es hoy más alta que nunca.

La llegada de internet y otras novedades fueron previstas y asumidas por la agencia informativa latinoamericana, que se movió con rapidez a esos escenarios y actualmente constituye una multiplataforma variada con un amplio catálogo de servicios y oficinas en más de 30 países, entre ellos Estados Unidos, América Latina y las principales capitales de Europa, Asia y África.

La agencia brinda hoy servicios informativos, fotográficos, de publicidad y de televisión, edita unas 20 publicaciones y ofrece un servicio de titulares por SMS. Sus cerca de 7 000 receptores en más de 60 países reciben el llamado ‘cast mundial’, unos 400 despachos noticiosos diarios que abarcan temas de Cuba, Latinoamérica y el resto del mundo, en inglés, francés, ruso, portugués e italiano.

A las múltiples publicaciones de su casa editorial, a sus archivos disponibles para cualquier investigación, se suma, entre otras opciones para acceder a sus servicios, el sitio digital https://www.prensa-latina.cu/.

Uno de esos colaboradores que han prestigiado la historia de Prensa Latina durante estos 65 años, Eduardo Galeano, el gran escritor latinoamericano, refiriéndose a la agencia apuntó en una ocasión: “ha sabido vivir y decir lo que era un deber de honestidad y coraje en los tiempos que hemos vivido condenados a callar o a mentir”.

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