El 14 de diciembre de 1982, en el marco de la Sexta Sesión del Comité del Patrimonio Mundial, la UNESCO reconoció la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad al Centro Histórico de La Habana y su sistema de fortificaciones. Fue el cuarto sitio latinoamericano incluído en esta prestigiosa lista y el primero ubicado en Cuba..
La Habana Vieja es reflejo de una mezcla de estilos arquitectónicos y del testimonio de diferentes épocas: colonia española, británica, francesa y estadounidense. En la actualidad, la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH), ha restaurado gran parte de esa área, dejando a su paso sitios urbanos totalmente reanimados.
Igualmente una formidable red de fortificaciones, en pie, y convertidas en museos, parques históricos o centros culturales, forman parte de los tesoros y memoria tangible de esta ciudad, junto con algunos de sus templos coloniales entre los que destaca la Catedral, además de múltiples y encantadoras plazas.
Imposible dejar de mencionar en este día a todos los que han trabajado duro por ella: Eusebio Leal, Martha Arjona, Fidel Castro, Emilio Roig y el consagrado equipo de la OHCH, que tanto empeño han puesto por hacer posible lo que parecía una utopía.