El Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) sesionará este jueves en Managua para debatir la crisis desatada en Bolivia tras el golpe de Estado al presidente Evo Morales.
Se espera que la reunión denuncie la ruptura del orden constitucional en el país andino-amazónico, luego que el mandatario Evo Morales renunciara a su cargo este domingo presionado por el alto mando militar.
Evo Morales renunció para evitar un baño de sangre en la nación sudamericana
Morales explicó que se vió obligado a dar ese paso a fin de evitar un baño de sangre tras la ola de violencia desatada por sectores de la oposición golpista con el contubernio de los institutos armados.
Desde este miércoles se encuentra en Managua Diego Pary, canciller en el gobierno de Morales, quien denunció el doble papel de la Organización de Estados Americanos (OEA), cómplice y actor, en el proceso golpista.
Está claro que los intereses del sector oligárquico eran romper el orden constitucional, dar lugar al golpe de estado y sacar a Evo Morales del gobierno, declaró el jefe de la diplomacia boliviana a su llegada al Aeropuerto Internacional “Augusto C. Sandino”.
Bolivia debe retomar su rumbo democrático
Todo el apoyo de los pueblos de América Latina y el Caribe es muy importante para que Bolivia pueda retomar el rumbo democrático, insistió Pary.
Interrogado acerca de una solución para detener la violencia galopante en su país, aseguró que sin dudas el diálogo es el mejor camino, “pues entendemos que no se puede seguir perjudicando a la gente y reprimiéndola”.
El ALBA denunció el lunes el golpe de Estado en Bolivia y las amenazas y agresiones perpetradas contra las autoridades legítimas de ese país y sus familiares por grupos radicales de la derecha.
Los estados miembros del ALBA son Cuba, Venezuela, Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.