Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, declaró este miércoles a la prensa que ha quedado demostrado que los gobiernos de Cuba y Estados Unidos pueden convivir dentro de sus diferencias.
Lo que sí está claro –dijo- es que en la misma manera en que no nos amedrentamos bajo amenazas de ninguna naturaleza, no admitiríamos chantaje alguno tampoco en el plano diplomático.
La aplicación contra el pueblo cubano de un bloqueo genocida
Hace algunos años se avizoraba un camino largo hacia la normalización de relaciones entre ambos gobiernos, pese a las enormes y profundas diferencias entre el imperialismo y la Revolución; pero el elemento nodal de las relaciones está determinado por la aplicación brutal de un bloqueo genocida, el cual nunca ha sido levantado, refirió.
El Canciller señaló, además, que la administración estadounidense emprende una cruzada contra la cooperación médica cubana en distintas latitudes, lo que constituye un acto aborrecible que priva a decenas de miles de personas del acceso a estos servicios.
Se aplican también medidas no convencionales contra el suministro de combustible a la Isla, y cada día hay nuevas acciones que recrudecen el bloqueo, el sistema de sanciones más largo e integral que se ha aplicado en la historia contra pueblo alguno, resaltó el diplomático.
Rodríguez Parrilla aseguró que aun en estas circunstancias de mayor confrontación, hay un curso inevitable hacia cambios en la política de Estados Unidos contra Cuba, que no depende tanto de lo que pase allí, como de los propios esfuerzos del pueblo cubano.
El mundo reconoce el ejemplo de la Revolución cubana
El mundo reconoce que la Revolución cubana juega un papel especial en su simbolismo, en su capacidad de influencia política, su firmeza, su actitud siempre ética, al punto de que el país norteamericano se ve obligado a echarle a la Isla la culpa de todos los males, manifestó.
Nadie puede subestimar a los pueblos, ni la importancia de lo que ha ocurrido en las últimas décadas en América Latina y el Caribe, se debe tener en cuenta la fuerza de la denuncia, de la verdad y es eso lo que se está viendo en las calles hoy de Sudamérica: jóvenes estudiantes en protesta social, dijo.
Hay una coyuntura internacional compleja en la cual hay una tendencia progresista irreversible, y la Revolución cubana ha tenido y va a seguir teniendo un peso más allá de las dimensiones de la Isla, refirió el canciller.
El mundo avanza inevitablemente hacia un sistema de relaciones internacionales más multilateral, frente al intento de Estados Unidos de imponer un orden unilateral, supremacista, que la historia ya ha ido sacando del juego, concluyó