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Bloqueo de EE.UU. contra Cuba es deliberadamente más estricto

El bloqueo estadounidense contra Cuba es un mecanismo deliberadamente más estricto que sigue sin cambios y se recrudeció con nuevas disposiciones unilaterales con plena vigencia hoy, denunció la misión de la isla ante Naciones Unidas.

Por medio de un comunicado difundido por esa legación diplomática y que compartió en su cuenta oficial en Twitter el embajador Pedro Luis Pedroso, se ofrecen detalles sobre cómo Washington mantuvo intacta esa política de recrudecimiento durante el año pasado.

Desde 2017 comenzó esta tendencia a arreciar más el cerco económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno estadounidense, recuerda la declaración.

Además, añade el texto, siguen sin cambios las disposiciones asociadas a restricciones de viajes a Cuba y al envío de remesas, así como los mecanismos de persecución financiera.

Según destaca el comunicado, mantener a Cuba en las listas unilaterales e ilícitas que publica el Departamento norteamericano de Estado sobre supuestos países patrocinadores del terrorismo reforzó el impacto intimidatorio del bloqueo y su extraterritorialidad.

“La persistencia en la plena aplicación de la Ley Helms-Burton, agrega, incluida la autorización para que se interpongan demandas en los tribunales estadounidenses bajo su Título III, amplió aún más el esquema de entorpecimiento de las relaciones económicas, comerciales y financieras de Cuba con terceros países.”

Todas estas medidas coercitivas aplicadas entre los meses de enero, febrero, mayo y septiembre de 2021 y vigentes en la actualidad, son la expresión de una política intensificada que se mantiene intacta, enfatiza la misión de la isla.

Asimismo, en otra declaración similar publicada recientemente, la representación diplomática rechazó la aplicación de la Ley Helms-Burton, que entró en vigor en 1996.

Esa legislación codificó el bloqueo contra Cuba y fortaleció su alcance extraterritorial por medio de medidas coercitivas contra terceros países, a fin de obstaculizar e interrumpir sus relaciones comerciales y de inversión con la mayor de las Antillas, expone el texto.

Por ejemplo, el Título IV aplicado en ocasiones diversas, deniega la entrada en Estados Unidos a empresarios de terceros países que realicen negocios con Cuba que de alguna forma se relaciones con las propiedades legalmente nacionalizadas.

En tanto, el Título III permite a los antiguos dueños de propiedades nacionalizadas la posibilidad de demandar ante los tribunales estadounidenses a aquellas personas naturales y jurídicas que de alguna forma tuvieran contacto con dichas propiedades.

Tal posibilidad de demandar había sido suspendida consistentemente cada seis meses desde 1996 por todos los presidentes estadounidenses, pero en abril de 2019 Donald Trump anunció que se activaría nuevamente. Esta decisión no ha sido revertida por el gobierno de Joe Biden.

Por primera vez en 23 años, el 2 de abril de 2019 se iniciaron procesos legales al amparo de la Ley Helms-Burton. Hasta el 31 de julio de 2021, se habían presentado un total de 39 demandas, de las cuales cinco fueron retiradas y 34 se mantienen en curso.

Esta política ha afectado a entidades estadounidenses y de terceros países que realizaron o realizan negocios con Cuba, así como a empresas nacionales.

 

 

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