«La paz tiene que dármela él. Y el beso es para recordarle que yo soy su papá», comentó eufórico, entre gritos de júbilo, consciente de que la patria no durmió y valió la pena.
El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, entregó la bandera enseña patria al luchador Mijaín López, múltiple campeón olímpico y mundial, y embajador de los Juegos.