¿Por qué Fidel?

Por: César Gómez Chacón

Porque a 98 años de su nacimiento el 13 de agosto de 1926, y a 8 de su partida física, el 25 de noviembre de 2016, sigue siendo la figura más paradigmática de la historia de Cuba.

Porque sus padres Angel y Lina hicieron todo lo posible porque sus hijos, nacidos en el lejano Birán oriental, estudiaran desde sus primeros años y, a golpe de esfuerzo y tesón -el primero de todos, Fidel-, accedieran a los niveles superiores de educación, que ellos mismos no habían logrado.

Porque los jesuitas del colegio habanero de Belén lo predijeron, ya en 1945 (…) no dudamos que llenará con páginas brillantes el libro de su vida. Fidel tiene madera y no faltará el artista.

Porque fue un líder nato desde sus años de estudiante universitario. (…) las ideas políticas no me las inculcó nadie (…) tuve otro tipo de valores: una creencia política, una fe política que tuve yo que forjarme por mi propia cuenta, a través de mis experiencias, de mis razonamientos y de mis propios sentimientos.

Porque siendo aún casi un adolescente, se convirtió en apasionado antiimperialista y marchó por su cuenta a luchar contra la dictadura de Trujillo en República Dominicana y luego, arma en mano, vivió el Bogotazo en Colombia. Sufrió cárcel, golpeaduras y estuvo varias veces en peligro de perder la vida.

Porque a su regreso a Cuba se entregó en cuerpo y alma a la lucha contra los gobiernos corruptos y entreguistas y las dictaduras de turno. Fue perseguido y nuevamente amenazada su existencia.

Porque en 1950, contra viento y marea, se graduó como Doctor en Derecho Civil y Licenciado en Derecho Diplomático y se dedicó fundamentalmente a la defensa de personas y sectores humildes.

Porque desde las filas del Partido Ortodoxo trabajó por cultivar entre la militancia joven las posiciones más radicales y combativas. Al morir el líder Eduardo Chibás, puso todas sus energías por hacer prevalecer la vía democrática de la Constitución cubana de 1940.

Porque al producirse el golpe de estado del general Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, comprendió que no había otro camino que el de la lucha armada.

Porque logró encontrar, unirse y convertirse en el líder de un pequeño grupo de jóvenes de la llamada “Generación del Centenario”, y organizar junto a ellos un movimiento nacional clandestino revolucionario, dispuesto a combatir contra la dictadura hasta las últimas consecuencias.

Porque el 26 de julio de 1953 tras una labor titánica de organización por todo el país, dirigió los asaltos a los Cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo. Combatió pistola en mano ante los muros infranqueables del Moncada. Y nuevamente, gracias a la ayuda de un compañero, logra salir ileso.

Porque pocos días después, un oficial honrado, el teniente Pedro Sarría, no acata la orden de fusilarlo en el mismo lugar donde fue apresado mientras dormía.

Porque sobrevivió a los intentos de asesinarlo mientras cumplió dos años de Cárcel en el penal de la entonces Isla de Pinos.

Porque en el exilio mexicano organizó de nuevo la lucha revolucionaria y con 82 expedicionarios, casi a la deriva en un pequeño yate averiado, lograron desembarcar en la zona oriental de Cuba, el 2 de diciembre de 1957.

Porque luego del primer combate contra fuerzas muy superiores de la dictadura, y con 12 hombres y seis fusiles, predijo la victoria revolucionaria, por la cual combatió durante dos largos y difíciles años en las montañas de la Sierra Maestra.

Porque, como Comandante en Jefe organizó y dirigió la ofensiva del Ejército Rebelde y la invasión de las columnas guerrilleras de Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara, que llevó al triunfo revolucionario y la huída del tirano el 1ro de enero de 1959.

Porque entró victorioso a La Habana el 8 de enero de 1959. Y desde entonces, desde diferentes responsabilidades, encabezó la Revolución Cubana y su rumbo socialista.

Porque dirigió personalmente desde el frente de batalla el rechazo a la invasión mercenaria en Playa Girón, apoyada por la CIA y el Pentágono en abril de 1961. Porque brilló como estadista en la llamada Crisis de los misiles en Octubre de 1962.

Porque con sabiduría de genio, intuición privilegiada, esfuerzos enormes (físicos y mentales, que incluyeron el estudio y la superación constantes), tenacidad valor, altruismo y una honradez a toda prueba, sorteó cada reto que le impuso el pueblo y los enemigos de la Revolución, en primer lugar 11 administraciones norteamericanas.

Porque sus decisiones como forjador e impulsor del desarrollo en todas las esferas de la vida, pero fundamentalmente en la salud, la educación, el deporte, la igualdad social… convirtieron a Cuba (un país pobre, sin grandes recursos naturales y asediado por la potencia imperialista más poderosa de la historia) en un país de hombres de ciencia, en una potencia médica y un referente del deporte mundial.

Porque tenía una virtud única para escoger a amigos y colaboradores a lo largo de toda su vida, y saber cómo podían ser más útiles a la causa revolucionaria.

Porque siempre confió en su pueblo y fue por ello retribuido con el cariño y la fidelidad de la inmensa mayoría de los cubanos.

Porque apoyó decididamente las mejores causas del mundo entero y sembró en los cubanos el espíritu internacionalista.

Porque tuvo la fuerza y el corazón enormes para sobreponerse a pérdidas humanas y traiciones.

Porque tuvo en su hermano Raúl al más fiel de sus seguidores.

Porque gracias a la suerte, pero sobre todo a los sistemas de seguridad y a la protección de todo el pueblo sobrevivió a más de 600 intentos de atentados contra su vida, su salud y su eterna imagen guerrillera.

Porque manejó como pocos el oficio de la palabra para convencer a amigos y enemigos, y porque fue un martiano empedernido que siempre supo que la mejor manera de decir era hacer. Y lo hizo casi todo, lo que humanamente le fue posible.

Porque Fidel es y será siempre ¡Fidel!