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PEDRO DE LA HOZ: LA CONVIVENCIA PASA POR EL ENTENDIMIENTO CULTURAL*

Por Esther Barroso Sosa

Pedro de la Hoz es periodista y vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Ha dado seguimiento al tema del intercambio cultural entre Cuba y Estados Unidos a través de artículos de prensa y también con su activa participación en los debates que ha propiciado la organización en sus congresos y otros tipos de encuentros. Por otra parte, de la Hoz ha dedicado buena parte de su carrera periodística a la crítica musical, área desde la cual ha podido visualizar mejor el devenir de ese diálogo pues es ahí donde ha tenido probablemente sus mayores expresiones.
En el más reciente Congreso de la UNEAC, celebrado en el verano de 2019, su presidente, el escritor Miguel Barnet, dijo que “La Unión de Escritores y Artistas de Cuba defiende los espacios de libertad para la creación artística y literaria.” Sin embargo, numerosas campañas de información orquestadas desde los Estados Unidos y sobre todo desde los medios con base en Miami y comprometidos con los ideales de la derecha cubano-americana, han intentado demostrar lo contrario.
Son dos líneas temáticas que se entrecruzan todo el tiempo. Queremos y necesitamos intercambio cultural, pero ¿en qué condiciones lo hacemos? Pedro de la Hoz fue uno de nuestros invitados en el programa de TV Archivo.cu, que busca desentrañar en qué medida algunas matrices de opinión se construyen para nublar ese intercambio.

-La Administración de Trump recortó el presupuesto del Fondo Nacional para las Artes y del Fondo Nacional para las Humanidades en 2020. Además prohibió al gobierno federal financiar actividades de intercambio educativo y cultural con funcionarios y entidades estatales cubanas. Según un Memorando Público, esa prohibición buscaba evitar el tráfico de personas.
¿Cuánto perjudica esa decisión a los proyectos conjuntos Cuba-EE.UU que alcanzaron un momento de relativo esplendor durante la etapa de Obama?
¿En qué medida determinadas matrices de opinión que simplifican la realidad cubana y la reducen al dogmatismo y a la falta de libertad, pueden influir en el diálogo cultural entre Cuba y EE.UU?
“Entre Cuba y EE.UU siempre ha habido una relación fluida en términos culturales. Es la relación que la actual Administración ha querido entorpecer y de hecho ha logrado obstáculos que para algunos parecerían insuperables. Sobre todo ha torpedeado el intercambio académico. Se han echado atrás convenios culturales entre universidades, han limitado las licencias de viaje para actividades académicas. Y en plano estricto de la cultura artística, las peores cosas que están pasando tienen que ver con matrices de opinión que tratan de estigmatizar la política cultural cubana, una política que es inclusiva, abierta, que no tiene perjuicio en comunicarse con el arte norteamericano.
“Pero son matrices que tratan de estigmatizar todo lo que se hace en Cuba. Los artistas cubanos que viven en la isla están siendo estigmatizados por autoridades norteamericanas tanto a nivel federal como en aquellos nichos donde la industria anticastrista es más fuerte como es el caso de La Florida y específicamente los condados del sur.
“Es inconcebible que se hayan prohibido artistas, es una práctica bárbara la de no dejar circular libros, prohibir exposiciones, entorpecer el viaje de artistas cubanos allá, incluso artistas que son muy demandados por la comunidad cubana que vive en esos lugares y que no es una comunidad que se identifique con los valores del socialismo, sino de la cubanía y hasta eso le quieren negar.”
“Ellos se presentan como los campeones de la libertad de expresión pero todo el que se exprese contra ellos le aplican, dogmáticamente, el cartelito de filo-comunista, de gente solidaria con la Revolución, gente con la cual no se puede tratar. Por suerte hay muchos artistas norteamericanos que creen que la relación tiene que ser útil y eso se manifiesta en expresiones como el jazz, la música popular y áreas académicas en las que aun sin licencia se atreven venir a Cuba. Las relaciones, por mucho que traten de torpedearlas, van a seguir avanzando porque es algo tan natural… Cuba le debe a EE.UU y viceversa, aunque parezca que los enfrentamientos son enconados. No se puede explicar el desarrollo de la música norteamericana popular y de su género por excelencia que es el jazz sin la influencia cubana. Las jazz band existen en los dos lados, las grandes bandas cubanas se nutrieron de los formatos americanos y al mismo tiempo el toque latino en la música norteamericana está presente.
“Pero las cosas van más allá, en la relaciones de la pintura, hay un vínculo entre los teatristas de la comunidad cubano-norteamericana que vive allá con los nuestros y se ponen obras cubanas. La creación de Virgilio Piñera por ejemplo es muy respetada en EE.UU. Hay grupos de teatro que ponen obras de autores cubanos y no tienen nada que ver con la retórica anticubana de esta industria que en definitiva es un negocio electoral.
-¿Entonces usted es optimista en cuanto a que esta crisis debe ceder y dar paso a una relación más normal, al menos en el ámbito del intercambio cultural?
“Tengo la esperanza de que tendrán que normalizarse las cosas porque si queremos convivencia pacífica de sistemas diferentes, tiene que pasar por el entendimiento cultural, si no, fracasaríamos. Y hay gente en EE.UU y en Cuba dispuesta a que esto no fracase. Siempre recuerdo a Alicia Alonso, porque dirigió un mensaje que sería válido extenderlo hoy a sus colegas norteamericanos para que ayuden a desbloquear esta hostilidad hacia Cuba.”
“Hay una matriz de opinión que la Administración de Trump ha tratado de imponer y es que si a los artistas cubanos que viven en la isla se les paga el trabajo que hacen en EE.UU benefician al régimen cubano. Eso es un verdad insostenible porque en todo el mundo las relaciones comerciales en el arte todos se benefician y donde lo importante, más que la ganancia es la circulación de ideas, lo cual no quiere decir que el aspecto comercial deje de tener impacto pero yo pienso que al recortar fondos federales no están afectando al intercambio cultural porque el poder de Trump no llega a muchas alcaldías y condados que sí están interesados y de hecho lo están haciendo, de mantener vínculos con Cuba. Yo creo que es una media de presión, la de suspender fondos, que tiene que ver con la retórica anticubana.
“Pero también es bueno que sepan los que vean este programa que Trump por esencia es un hombre anticultural. Dice que lee y no lee, dice que escribe y lo que escribe son libros sobre cómo ganar más. En su Administración se han recortado sensiblemente los fondos de las principales instituciones norteamericanas, dígase el Smithsonian, el National Endowment of Art. Es un hombre que se ha pronunciado contra el pensamiento liberal que es el de buena parte de los artistas norteamericanos, por tanto no es de extrañar que en el caso cubano adopte medidas que atenten contra la cultura cuando en esencia Trump y su equipo más cercano son personas que están muy ajenas a los ideales culturales de la propia nación norteamericana”.
*Entrevista realizada en enero de 2020

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