Imposible visitar la ciudad santiaguera, por vez primera, sin llegar hasta el Museo del Ron, ubicado ahora en la Ronera Santiago de Cuba, de la Corporación Cuba Ron S.A, muy cerca de la estación ferroviaria.
Mayor valor agregado tiene en su actual sede, ya que permite conocer su historia y luego apreciar por un cristal, desde un pasillo de visualización, el proceso de producción en el área de embotellado.
El periplo por las tres salas acerca a los orígenes de la preciada bebida, desde la introducción en la Isla de la caña de azúcar y el posterior recorrido de ese cultivo por el país.
De aquellos momentos se destaca la participación de inmigrantes catalanes, quienes acercaron al puerto y al ferrocarril los alambiques de los ingenios, donde primariamente elaboraban los aguardientes para facilitar la transportación y el comercio.
La siguiente sala brinda información sobre famosos Maestros Roneros de la Antilla Mayor y las producciones hechas anteriormente, mientras la tercera es una réplica de la nave de añejamiento Don Pancho, que brinda detalles de la tonelería y sus secretos.
Esta última exhibe, además, viejas máquinas para fabricar el ron y las producciones más actuales, casi todas vinculadas a importantes fechas de la urbe, en aniversarios de la fundación de la otrora Villa.
Al final del recorrido viene un momento muy esperado: la degustación de un trago de ron y la invitación a adquirir alguna marca preferida, oferta a cargo de la cadena Caracol.
Abierto el 24 de junio de 1996, el museo tuvo su sede en los inicios en la calle San Basilio, esquina a Carnicería, en el Centro Histórico, pero por una estrategia comercial se trasladó hacia la referida ronera local.
La actual instalación se inserta de la mejor manera al mundo de la gustada bebida, al tener muy próximas las áreas de producción y la Nave de añejamiento Don Pancho.
Santiago de Cuba es la cuna del ron ligero en 1862 y su historia está muy ligada al devenir en el país desde la época del encuentro de dos culturas y la llegada de la caña de azúcar, principal materia prima para su obtención.
Sin dudas, el ron cubano goza de prestigio en el orbe y sus bases añejadas son resguardadas con celo por Maestros, que son los principales guardianes del tesoro existente en los barriles de madera.