Por Alicia Cascaret
Veinte años después continúa siendo un misterio para muchos el ataque al complejo de edificios de la ciudad de Nueva York, World Trade Center, también conocido como las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001.
Analistas, investigadores, políticos, ingenieros y científicos sustentan diferentes teorías o hipótesis sobre las causas del referido ataque y del colapso de las torres.
Unos afirman que fue planeado y ejecutado por el líder de al Qaeda, Osama Bin Laden; otros hablan de un autoataque de las máximas autoridades estadounidenses, y hay quien sustenta la teoría ingeniera, pero de todas ellas las más difundidas son el ataque terrorista y la autoagresión. Esta última se sustenta en la necesidad de Estados Unidos de justificar su intervención en Afganistán.
Pero ¿qué opinan los analistas invitados al programa Mundo 20/20 de Cubavisión Internacional, Jorge Hernández, investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana y Atilio Borón, politólogo argentino?
El inicio de la llamada Lucha contra el terrorismo
Como recordó la periodista y conductora del programa, Adriana Robreño, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos provocaron conmociones cuyas huellas persisten en esa nación y en otros países impactados por la controvertida lucha contra el terrorismo iniciada luego de los atentados.
Fueron cuatro aviones que se estrellaron en diferentes puntos del país norteño: dos contra las torres gemelas de Nueva York, uno en el Pentágono y otro en Pensilvania. Esos ataques dejaron casi tres mil víctimas mortales y más de seis mil heridos.
El Congreso y la Casa Blanca, entonces liderada por el presidente George W. Bush, respondieron con una expansión sin precedentes de los poderes militares para capturar a los responsables. El líder de la Revolución Cubana Fidel Castro advirtió en la tarde del mismo 11 de septiembre que ninguno de los problemas del mundo se puede resolver por la fuerza, no hay poder global, ni poder tecnológico, ni poder militar que pueda garantizar la inmunidad total contra tales hechos. Ya preveía lo que ocurrió después.
Recientemente vimos la noticia de que los familiares de los fallecidos pidieron al presidente Joe Biden que no participe de los actos conmemorativos a menos que desclasifique nuevos archivos, así como el anuncio por parte del mandatario de que autoriza la salida a la luz de algunos de ellos.
Y el análisis comienzo así: Visto desde el presente,
¿Cuál fue el impacto de los atentados terroristas al interior de Estados Unidos para el sistema político y para la concepción de seguridad nacional de ese país?
Para el investigador Jorge Hernández fue un hecho trascendental que ha pasado a la historia no solo por el impacto para Estados Unidos si no también para todo el sistema mundial por las repercusiones que tuvo de las modificaciones de las estrategias de las concepciones de la seguridad nacional e internacional y por el climax de incertidumbre y toda la cultura del miedo que despertó la aparición de un incidente que no tenía hasta ese momento una presencia afirmada como una tendencia.
Los conflictos habitualmente eran entre estados, expresó Hernández, en contextos bélicos o diplomáticos, pero aquí se trató de un actor que se le pudiera llamar la sociedad civil. Eran organizaciones terroristas ubicadas dentro de este u otro estado, como era Al Qaeda, los grupos yihaistas, los talibanes, etc.
De acuerdo con Hernández, para la sociedad estadounidense tuvo un impacto, la población norteamericana vio en peligro su vida cotidiana, la vida de su familia; para el norteamericano habitualmente la seguridad nacional es un concepto abstracto alejado de su vida cotidiana y aquí se tradujo esa noción en seguridad familiar, personal e individual.
También acotó que los atentados estuvieron enfilados hacia los dos grandes símbolos del poder económico y financiero de Estados Unidos: las Torres Gemelas en Nueva York y también en término del poder militar porque fue atacada una parte de las instalaciones del Departamento de Defensa, el Pentágono en el área de Washington. Y fue seguido el Antrax, polvo mortal, y esto complementaba la sensación de preocupación ciudadana.
Todo ese impacto a nivel popular estuvo acompañado del impacto a las estructuras políticas: “Con esta situación comienzan a surgir al interior de Estados Unidos, Agencias, departamentos o instituciones y leyes , en lo militar y en la política exterior, que responden a la coyuntura de guerra al terrorismo, aseveró.
Al referirse a la teoría o hipótesis del auto-ataque y la postura de Estados Unidos hacia el resto del mundo, Hernández mencionó las teorías de la conspiración y el legado de la guerra global contra el terrorismo de Estados Unidos que se ha seguido llevando a cabo a pesar de cambios en la denominación.
“Estados Unidos sigue siendo el principal actor de la inestabilidad en el mundo”. Y aseveró que el gobierno de Estados Unidos ha ocultado información, y las cárceles secretas, los lugares de torturas, siguen estando presente en la sociedad estadounidense y es algo de lo cual no se hablado poco, por lo tanto los efectos 20 años atrás tienen una vigencia tremenda” .
Por su parte, el politólogo argentino Atilio Borón expuso sus consideraciones sobre el tema. Para él estamos en presencia de un descrédito de la explicación oficial que dio el gobierno de Estados Unidos en el sentido de que fue un ataque obra de los terroristas.
Y agregó que los expertos internacionales afirman que Al Qaeda jamás contó con los recursos logísticos, ni de todo el aparato de inteligencia para cometer tamaño atentado y por lo tanto hay un descrédito muy grande sobre los informes presentados sobre ese acontecimiento, tanto desde uno como de otro partido. Borón también hizo referencia a los informes de científicos e ingenieros, entre otros, que crearon un movimiento conocido como “Científicos por la Verdad sobre el 11 de septiembre” quienes afirman que las caídas de esas torres viola la ley de la física sobre fuerza y resistencia “quiere decir que esas torres se vinieron abajo porque había un conjunto de bombas y explosivos ubicados en las bases, en los cimientos de las torres y todo eso sirvió para lanzar la guerra contra el terrorismo, sirvió para buscar terroristas en más de 60 países, para facilitar a la industria militar la fabricación de aviones y armamentos y lanzarse en una guerra absurda contra Afganistán, cuando ni Afganistán ni los talibanes tuvieron nada que ver con el operativo del 11 de septiembre.
Hay muchos elementos para hablar de un autoatentado ” subrayó el politólogo argentino. Afganistán pagó un precio altísimo por esos atentados y, además, generando una situación que revierte sobre América Latina , “porque si de algo estamos seguros es de que la situación de Estados Unidos hoy es muchísimo más débil, más precaria y que ya no está como antes en las alturas del sistema internacional .
Y añadió “hoy la cúspide del sistema internacional tienes tres ocupantes : Estados Unidos como una potencia en declinación, término muy corriente utilizado por los propios estadounidenses, en el otro lado están China y Rusia.
La caída de Kabul, una nueva reconfiguración del Sistema Internacional
La caída en Kabul el 15 de agosto marca el comienzo de esta nueva reconfiguración del sistema internacional y eso va a hacer que Estados Unidos exacerbe su voluntad de apoderarse de América Latina.
La conductora del programa apuntó que a propósito de la fecha, la cadena HBO estrenó la serie documental ‘Nueva York, epicentro del 11-S y de una pandemia’, dirigida por Spike Lee.
En varios episodios retrata las vivencias de los neoyorquinos a lo largo de 20 años desde los atentados de las Torres Gemelas hasta la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.
Pero lo más interesante es que debido a las críticas el director modificó la última entrega al eliminar 30 minutos de la versión original del audiovisual, donde diferentes voces sostenían que la caída de las Torres Gemelas fue una demolición controlada.
Al retomar el análisis en cuestión, el investigador Jorge Hernández se refirió al impacto de los acontecimientos del 11 de septiembre en América Latina y el Caribe y consideró que ante los hechos el área perdió atención o prioridad en el esquema de la política exterior de Washington y esto permitió la rearticulación de las izquierdas en esta región, pero que con el de cursar de los años se hizo una relectura de este relativo abandono de nuestra América poniéndole atención al terrorismo y en la medida en que empiezan a reorientar los esfuerzos y considerar que la labor norteamericana de enfrentamiento al terrorismo global estaba controlada, se retomó el tema de América Latina .
“Este es un escenario por tanto muy interesante -dijo Hernández-pues la vieja etiqueta renacida con el 11 de Septiembre del terrorismo, se la empiezan a colocar a muchos movimientos, fuerzas revolucionarias, de cambio, insurgentes. El caso de los movimientos guerrilleros en Colombia reciben la etiqueta de que son fuerzas terroristas. La Revolución Cubana es el mejor de todos los ejemplos, es re incluida en la lista de los estados terroristas”
Nuevo maquillaje para viejas políticas
Y añadió: “La política de Estados Unidos lo que ha exhibido estos años es más continuidad que cambios, la Doctrina Monroe sigue presente, el principio del Destino Manifiesto también”.
Se refirió a la posible reconfiguración de los intereses estadounidenses luego de la salida de las tropas de Kabul, y a su juicio el escenario del tercer mundo va a recibir una atención renovada que se focalizará en los países con movimientos de cambio como Cuba, Venezuela, Nicaragua y se sigue prestando atención a los reacomodos a los países como Perú dentro de los procesos electorales.
“La proclamación de las intervenciones humanitarias que sirven de pretexto para enmascarar las intervenciones militares están a la orden del día, de manera que sí, la coyuntura actual favorece mucho el despliegue por los medios probablemente no convencionales de la guerra, pero guerra al fin, en nuestra América”.
Si buscaba respuestas a sus inquietudes sobre los acontecimientos del 11 de Septiembre en Estados Unidos, la directora del programa Mundo 20/20, Esther Barroso Sosa y su equipo de trabajo le ofrece algunas aristas, reflexiones y consideraciones sobre un tema que aún no termina de esclarecerse, así como los posibles movimientos de Estados Unidos a escala internacional luego de su fracaso en Afganistán. Le esperamos.