Por: Alicia Cascaret
Con un comentario del periodista Julio César Mejías sobre el G77 inició el programa Mundo 20/20 que en esta ocasión contó con Gladys Hernández Peraza, del Centro de Investigación de la Economía Mundial, como invitada.
En su introducción, el periodista dijo: «Corría el año 1974, cuando fue acuñada durante la Sexta Asamblea Especial de la Organización de Naciones Unidas la expresión Nuevo Orden Económico Internacional, también identificada con el acrónimo NOEI».
Desde entonces y mediante esta expresión se hace referencia de modo genérico a las peticiones presentadas por los países subdesarrollados a las grandes potencias desarrolladas, en particular en todo lo relativo a las reglas de funcionamiento de la economía y el mercado internacional.
El término pasó a sustituir el de ayuda al desarrollo y los debates en torno al NOEI adquieren cada vez mayor relevancia, por la necesidad de la humanidad de evitar que aumenten las brechas entre los países ricos y pobres, también para democratizar y establecer mecanismos más justos en el comercio internacional. En concreto, combatir las desigualdades existentes, grave problema global aún no resuelto.
Entre los principios políticos del NOEI se destacaron el respeto por la Igualdad soberana de los Estados, y el derecho de autodeterminación de los pueblos. También incluyó el justo reclamo del fin del sistema colonial, la lucha contra el racismo y el derecho a la soberanía permanente de los pueblos sobre sus recursos naturales.
Al analizar el contexto internacional bajo el cual se acuñó el término de Nuevo Orden Económico Internacional o NOEI y cuáles fueron los principios políticos y económicos del NOEI, la profesora e investigadora Hernández Pedraza dijo: «entre los años setenta y principios de los 80 comienza a gestarse todo ese contexto y el proceso que trae consigo una respuesta inmediata al proceso de liberación del colonialismo y el neocolonialismo, y el interés de las colonias para exigir nuevas condiciones para su desarrollo, término que implicaba tanto para los países subdesarrollados en esa época y, la necesidad de tener acceso a las tecnologías, acceso a los mercados de occidente, establecer condiciones para las materias primas que exportaban, tener un intercambio equitativo y no desigual que había marcado el proceso de coloniaje antes de que se inicien los grandes procesos de liberación nacional de la década del 60». Y agrega que en ese contexto aparece el término de nuevo orden económico internacional.
- Al referirse a los principios políticos y económicos del NOEI, señala que aparecen representando sus intereses estas naciones, y se convierte en un concepto clave para hablar de las posibilidades que tendrían estas economías que se incorporan en nuevas condiciones al mundo capitalista desarrollado.
Mejías apunta: «Avanzando un poco más, en la década del 80, llegan políticas neoliberales que provocaron los enormes desequilibrios que lejos de solucionarles los problemas acumulados a los pueblos independizados, existen mayores desequilibrios, y el neoliberalismo se hizo más palpable».
Sobre esto, Hernández Pedraza dijo que hay una situación histórica muy importante, pues cuando aparece el neoliberalismo aparece representado en la administración de Estados Unidos y de Gran Bretaña que exige un proceso de liberalización comercial y financiera que respalda por supuesto los intereses del capital internacional, en un contexto en que la mayor parte de los países estaban abogando por un proceso de desarrollo más equitativo. Agrega que en ese contexto el neoliberalismo es aplicado en la medida en que los países van necesitando acceder al financiamiento de las instituciones financieras del sistema y pone por ejemplo a América Latina con la crisis de la deuda de los años 80, considerada la década perdida en Latinoamérica; y el neoliberalismo se va instaurando y el FMI encargado de renegociar las deudas. En los 90, en Asia, -acota- estalla la crisis con diferentes condiciones a las de América Latina, porque eran países ahorradores y su deudas no eran tan grandes, sin embargo, se les aplican las mismas recetas. Y en África pasa otro tanto, agrega. Los países van a necesitar el refinanciamiento y el neoliberalismo llega como la tablita salvadora, dijo. «El círculo vicioso ha continuado y ya la deuda del tercer mundo, de los países subdesarrollados, suma 12 millones de dólares. Y del 2015 a la fecha se ha pagado casi tres veces esa deuda por el concepto de pago de intereses».
En el actual contexto internacional hay que examinar si han desaparecido los orígenes que marcaron la crisis de la deuda, la desigualdad y la pobreza y expone que no han desaparecido, pues todas estas décadas de neoliberalismo han agudizado la situación social porque existe una crisis multidimensional donde no sólo son los problemas económicos-financieros, sino también que estamos en presencia de temas sociales, tecnológicos, climáticos, que amenazan la supervivencia humana. En ese contexto en qué medida no retomar el valor intrínseco que tiene el derecho al desarrollo. Añade que estos términos se manejan en Naciones Unidas, en las negociaciones, no tienen la carga conceptual que tenía cuando surge el concepto propiamente y comienza todo el proceso, porque el neoliberalismo se encargó de ir creando condiciones para que esos términos pasaran a un segundo plano. Pone por ejemplo los objetivos del Milenio que culminaron en 2015, movimiento en ONU para lograr que surgieran a la palestra, tareas, temas, compromisos internacionales para que los países un poco equilibraran su situación por derechos humanos, por derecho económicos y sociales. Así como más recientemente los Objetivos de Desarrollo Sostenible que han implicado a todos los países de Naciones Unidas, sin embargo los problemas siguen siendo los mismos .
En cuanto a la implicación de la pandemia en estos temas analizados, señala la profesora Hernández Peraza, hay un recrudecimiento de toda esa situación.
El periodista Julio césar Mejías comentó lo siguiente:
«El 15 de junio de 1964 fue creado el Grupo de los 77 o G77, integrado en un primer momento como su nombre lo indica por 77 países, una cifra que asciende en la actualidad a 134 naciones en vías de desarrollo y subdesarrollados, agrupados con el objetivo de ayudarse, sustentarse y apoyarse mutuamente en las deliberaciones de la Organización de las Naciones Unidas. Es por mucho el mayor grupo estructurado de trabajo específico dentro de la máxima organización universal».
El G-77 promueve debate y análisis conjunto sobre temas específicos, establece declaraciones conjuntas y coordina la cooperación en el comercio, la industria, la alimentación, la agricultura, la energía, y también las materias primas, finanzas y asuntos monetarios-financieros.
En 1988, el grupo adoptó el acuerdo para un sistema global de preferencias comerciales entre países en vías de desarrollo, que contempla concesiones arancelarias, en particular para las producciones agropecuarias y manufactureras.
Cada año el G77 celebra una reunión de ministros en Nueva York, y las decisiones adoptadas se trasmiten a las delegaciones regionales de Ginebra, París, Roma y Viena.
Recordemos además que los miembros del G77 votan sistemáticamente contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba .Naciones ltinoamericanas como argentina, Bolivia y ahora Cuba han asumido la presidencia pro tempore del Grupo que en algún momento comenzó a llamarse G77+China.
Al examinar lo que representa la incorporación de China al G77, la invitada resalta que realmente está compuesto por 134 países a pesar de llevar ese nombre, y representan una fuerza importantísima al interior de las Naciones Unidas en un contexto de múltiples negociaciones internacionales, tanto las comerciales, las de las nuevas tecnologías, como las que tuvieron que ver con acuerdos de inversión multilateral, todos los temas, los que tienen que ver con la propiedad intelectual, entre otros.
Este grupo representa intereses de esos múltiples países, a su interior existen algunas divergencias, diferencias en cuanto a la aproximación en algunos temas, pero lo más importante es lograr un consenso sobre temas que tienen que ver con el origen y la evolución y la necesidad de revitalizar ese NOEI porque a los efectos actuales, en que el mundo se debate en una globalización generada por los países desarrollado que ampara el neoliberalismo, que determinó la liberalización financiera y comercial que tiene el mundo hoy, y otros países que asumieron esas políticas como parte de esa supuesta globalización que iba a ser beneficiosa para todos.
Estamos en presencia de países desarrollados como Estados Unidos y Europa que hablan de una desglobalización; la analista enfatizó no lo dicen así, no lo plantean así, pero de hecho al retomar los principios de proteccionismo, de América primero, todas las intenciones de proteger, de defender sus intereses se apartan de las características del multilateralismo que la segunda guerra mundial generó que debían respaldar las finanzas, el comercio.
Agrega Hernández Peraza: «El G77+China es importante. Cuando surge el G77 no estaba China, al incorporarse pasa a ser un miembro importante, al irse convirtiendo China en la segunda economía y genera una dinámica en su flujo financiero que es importante para el mundo en desarrollo, cooperación, posible inversión extranjera, iniciativas interesantes. Y subraya, en la etapa actual cuando se está produciendo esta especie de ruptura, la especie de desintegración de lo que Estados Unidos considera era prioritario porque son sus intereses, lo que el mundo ha estado aplicando durante muchas décadas; hay países dentro de este grupo que no están de acuerdo con políticas que se aplican, pero indiscutiblemente hay representado intereses multilateral, representando un consenso, se buscaban las soluciones.
Añade que China hoy se ha insertado de la misma forma en que puede verse esa disquisición entre Estados Unidos y China. Ahora China emerge como enemigo número uno de Estados Unidos. China ha estado contribuyendo, expandiendo sus relaciones comerciales, internacionales y generando una dinámica importante de crecimiento económico. En el tema del desarrollo durante muchos años se priorizó el crecimiento económico por encima de otros derechos vitales sociales de la humanidad. “El compartir una tesis en que el desarrollo vuelva a ser, enfatiza, es necesario el crecimiento, pero también tiene que haber una equidad en cómo redistribuir lo que ese crecimiento genera, de manera inclusiva, participativa.
Mejías agrega que Cuba recién asumió la Presidente pro tempore del G77+China. Y pregunta a Hernández: «¿Qué representa ello para la nación caribeña? ¿Cuáles son los retos inmediatos? Se habla de potenciar los principios políticos y económicos que están en el eje central del Nuevo Orden Económico Internacional».
La estudiosa del CIEM indica que hay un elemento muy importante que no se debe pasar por alto con relación a China y es de gran debate, pues se considera que China no es un país subdesarrollado y todavía lo es, porque tiene toda una serie de elementos que todavía debe resolver como son desequilibrios importantes.
En el caso específico de Cuba es un honor, pero al mismo tiempo es la respuesta que le da la mayor parte de los países del mundo a la resistencia y al papel de la ayuda solidaria e internacionalista que siempre ha brindado Cuba. Y enfatiza, hay una confianza, una apuesta porque en esta presidencia Cuba pueda tener cierta influencia en parte de esos debates internacionales y es importante tratar de garantizar un consenso al interior de este Grupo tan diverso, para que puedan avanzar algunas de las agendas más interesantes que pudieran ser beneficiosas para el mundo.
En temas tan vitales como la nueva arquitectura financiera que no ha logrado aplicarse, el de la deuda, porque no hay un balance justo de los intereses de los países que están siendo afectados, el desarrollo, el acceso a tecnologías, donde en la actualidad la tecnología pasa a ser definitoria, países que no tienen electricidad todavía. Y remarca, hay una serie de abismos que todavía existen entre el desarrollo y el subdesarrollo presentes, donde Cuba puede tener un papel y donde hay una confianza en que Cuba puede ejercer esa presidencia con el apoyo y con el consenso de todos los países que integran el G77 para poder avanzar en esa agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Agrega que expertos señalan no se va poder cumplir con el financiamiento que se necesita para implementar esa Agenda porque hay afectaciones por la pandemia; pero también el hecho de que estamos aplicando las mismas políticas macroeconómicas que históricamente se han aplicado, eso genera más inflación, más desestabilización. Y subraya es un reto pero considera Cuba puede asumirlo con la confianza que la comunidad internacional ha demostrado hacia el país caribeño.