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Mauricio Claver-Carone: un personaje que vive de la política anticubana

Es de una generación que han identificado en estar en contra de Cuba un lucrativo empleo.

Por Cristina Escobar

Desde el principio de la administración de Donald Trump varios asesores lo convencieron de que el camino a seguir con América Latina era el del enfrentamiento radical… Por ello, su política ha sido una combinación de aplicación de sanciones a Venezuela, fortalecimiento del bloqueo a Cuba, asedio constante a Nicaragua, e internamente, un rechazo público a cuánto latino viva en Estados Unidos, o intente cruzar la frontera.

Todo esto apoyado por un grupo de asesores que consideran a América Latina como un espacio de influencia exclusiva de Estados Unidos. Ahora, parece que estamos viviendo los últimos días de uno de los asesores más agresivos con Cuba que ha tenido Trump: Mauricio Claver-Carone.

Pero ¿quién es este hombre? ¿Y para dónde se va?

Cuando Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, muchos se preocuparon por su profundo desconocimiento sobre temas esenciales para ocupar semejante cargo. Después de pasarse toda la campaña despotricando contra la reforma de salud que llevó adelante Obama, dijo que en esa reforma había cosas buenas, que lo iba a buscar en Google. Confesiones que solo quien no es consciente de su ignorancia hace. Y así con muchas cosas Por tanto, sus políticas tanto domésticas como exteriores no tienen coherencia, porque responden al objetivo de ganar.  Por ejemplo en América Latina, se enfoca en países que él cree que le asegurará votos.

Independientemente de que Cuba, por ejemplo, ha sido una piedra en el zapato de muchos que ven en la historia de este país un fracaso para Estados Unidos, e incluso independientemente del hecho de que les causa insomnio el hecho de que Venezuela, un país con semejantes reservas de petróleo y gas, decida hacer con estos recursos lo que prefiera, hay una sobredimensión de lo que ambos países significan para el resto de América Latina, una sobredimensión que justifica política injerencistas.  Desde el principio el equipo que educa a Trump sobre América Latina está compuesto por un equipo de personas que han hecho carrera y dinero gracias a la industria anticubana que ahora se reverdece.

Advenedizos de la política anticubana

Estos advenedizos no perdieron propiedades nacionalizadas por la Revolución, ni tuvieron nada que ver con el conflicto que supuso recuperar Cuba de una burguesía que tenía el país vendido a Estados Unidos, son de nuevas generaciones, que han identificado en estar en contra de Cuba un lucrativo empleo.

El equipo de Trump en sus orígenes eran: Carlos Trujillo, de la Florida, nombrado embajador de Estados Unidos en la OEA, y ejecutor efectivo del asedio a Venezuela en esa organización donde Almagro y Trump dictan orientaciones. Otro de los elegidos para integrar este equipo que ayudaría a escribir informes y diseñar estrategias hacia América Latina era Tomás Regalado, ex director de Radio Martí y ex alcalde de Miami.  Y Mauricio Claver-Carone, quien es hasta ahora director para Latinoamérica del Consejo Nacional de Seguridad. Este último ha jugado un papel clave en el diseño de política de esta administración.

Descendiente de cubanos, crecido en el ambiente de guerra fría… Ha saltado de trabajar en el gobierno, a trabajar en instituciones financieras. Por ejemplo, fue el director ejecutivo del FMI cuando esa organización aprobó el préstamo más grande su historia a Argentina, que ahora sume a ese país en un problema colosal, porque es una deuda impagable.  Claver Carone se cercioró de que se diera este préstamo, que es en el fondo una forma de chantaje para que el país endeudado haga lo que el FMI quiera.

Gestor de un préstamo usurero a Argentina

Ahora por ejemplo, cuando asumió Alberto Fernández, en la inauguración se fue antes de tiempo, él que era el enviado de Trump, porque funcionarios del gobierno legítimo de Venezuela, y Rafael Correo, estaban presentes, parece que se molestó porque nadie consultó con él la lista de invitados.

Pero vamos mucho más atrás, cuando Elián González estaba secuestrado por una parte de su familia lejana en la Florida, toda Cuba clamaba su regreso, y desde Bill Clinton hasta Janet Reno pedían que se uniera con su padre, Claver Carone, entonces un joven universitario, salió a la calle a exigirle a Juan Miguel González que se quedara en Estados Unidos y no regresara al niño a su país. Dirigió varias organizaciones cuya única función era canalizar dinero para evitar cualquier asomo de aflojar el bloqueo.

Comité de Acción Política para la democracia en Cuba

Dirigió el Comité de Acción Política para la democracia en Cuba, que entre 2004 y 2015 recaudó cuatro millones de dólares, que entregó a comités de campañas, eso significa que candidatos a senadores, representantes, a nivel federal o estadual, pueden haber recibido generosas contribuciones a cambio de mantener una posición cerrada, agresiva con Cuba.

Por ejemplo, está documentado que cuando el Congreso, en aquel momento demócrata votó sobre el tema Cuba en 2007, un año antes de que ganara Obama, 66 demócratas votaron en contra de esfuerzos para ahuecar el bloqueo, de ellos, 52 habían recibido dinero del grupo de Claver-Carone.  Pero llegó a un punto tal, que se unió a un hombre naturalizado español, de origen cubano, que parece que sueña con ser el presidente de Cuba, un tal Leopoldo Fernández Pujal, adinerado empresario que ha confesado que vendió su imperio para poner todo su dinero en la lucha por derrocar el gobierno cubano.

Fundaron una organización que se llamaba defensores por la Democracia en Cuba, para filtrar dinero y que en el Congreso no soplara ni una mosca sin que Claver-Carone y la clase que representa lo supiese.

Esto se supo porque una organización llamada Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética denunciaron que habían violado la ley, porque el dinero del ciudadano extranjero cubano-español llegaba a manos de candidatos políticos estadounidenses, es decir, un extranjero pagando por sus intereses e interviniendo en la política interna de Estados Unidos.

Nada de esto detuvo a Claver Carone, un asesor que integra la tormenta perfecta que tuvo a John Bolton, a Marco Rubio, y a Mike Pompeo, ex director de la CIA devenido jefe de la diplomacia en Washington. Pero parece que hay un reordenamiento, Claver Carone está siendo considerado para ser vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, otras de esas instituciones que viven en Washington y prestan dinero con condicionamientos políticos.

Trump no esta contento con los resultados de su política en América Latina

Hay rumores de que Trump no está contento con los resultados de la política que sus asesores le impulsaron a imponer… Si viera más allá de su nariz, debería darse cuenta de la ridiculez que supone invitar como a un presidente al inflado Juan Guaidó al discurso del estado de la Union, mientras Venezuela está calmada, resiste las sanciones, y Guaidó viaja por el mundo cargado de pomos lleno de C-4, perdón, no era él, era el tío. Cuando al ex asesor de seguridad nacional Ben Rhodes, hábil diplomático y escritor de discursos de Obama, le preguntaron quién sería la peor persona para ocupar ese cargo: dijo él, Mauricio Claver Carone, y Rhodes no lo dice porque simpatice con la Revolución cubana, ni con Maduro, lo dice porque esa estrategia ya está probada, no funciona, y no responde a los intereses estratégicos de Estados Unidos como país, pero sí responde a los intereses que tiene Trump para ganar en las elecciones.

Fábrica de mentiras contra la Revolución cubana

Igual, está reorganizando el equipo que él consideraba estrella para sus intereses, cómo terminará esto nadie: lo sabe, esta gente dice muchas mentiras porque viven de esas mentiras. Por ejemplo, Claver Carone dijo, hace no mucho tiempo que en Cuba había menos Internet, y menos trabajadores privados, es lo que conviene, esta gente miente, para mantener el trabajo, el ingreso, y la influencia, él mismo, como Marco Rubio, nunca han estado en Cuba, conocen Miami, y así se creen que conocen Cuba.

Convencieron a Trump de que la política dura era la vía para ganar la Florida, una mentira numéricamente comprobada, pero lo que sí está claro, es que el grupo que más dinero tiene, que más eco genera en los medios, que más medios posee, y que más vota, es la vieja guardia, el exilio de más edad, y parte de su descendencia, mientras que la gran mayoría de familias cubanas sufre las políticas de Trump dirigidas a dividir aún más a esas familias, que son tantas, que tienen una parte de un lado y la otra del otro.

Está por verse cuál es el resultado de este movimiento de Claver Carone, no me atrevo a decir que es para mejor, porque Trump se destaca por empeorar lo peor. Por lo pronto, Claver Carone, el que busca dinero aquí y allá, el que vive de odiar a Cuba, parece que le queda poco en la Casa Blanca.

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