Foto: JIT
Por: Duanys Hernández Torres
Cuba clasificó a 61 atletas en 16 deportes a los Juegos Olímpicos de París 2024, menos que los 69 de Tokio 2020, aunque en la capital japonesa se compitió en 15 disciplinas. Los atletas cubanos participaron en 53 de las 329 pruebas convocadas, solo el 16 por ciento, lo que demandaba una gran efectividad.
¿Los propósitos? Ganar cinco títulos y situarse entre los 20 primeros lugares del mundo. Ni lo uno ni lo otro.
La mayor de las Antillas finalmente ganó dos medallas de oro, una de plata y seis de bronce, para terminar en el puesto 32 del medallero por países. Pero, ¿quiénes fueron los héroes del Olimpo?
El país entero esperaba por la competencia de ese mito viviente que es Mijaín López, el Gigante de Herradura se convirtió en el primer deportista en la historia en ganar cinco juegos olímpicos en una disciplina individual. No fue la única hazaña: se convirtió en el campeón olímpico más longevo en la historia de la lucha, cuando solo le faltaban 14 días para cumplir 42 años.
¿Sus números bajo los cinco aros? En seis juegos olímpicos tuvo balance de 22-1, con 21 victorias consecutivas. Se mantuvo veinte años invicto desde la derrota en cuartos de final contra Khasan Baroev en Atenas 2004, estuvo 13 peleas sin recibir un punto desde la primera en Londres 2012 hasta la segunda de 2024, sumó en su carrera olímpica 113 puntos a favor y solo siete en contra.
Mijaín López es una leyenda del deporte mundial. Mijaín López es Cuba y su Revolución. Mijaín es el Dios de ébano de este país. Mijaín es el símbolo de resistencia de una nación que, como su deporte, sigue en la lucha.
Pero, Cuba en París 2024 no solo fue Mijaín. El boxeador Erislandy Álvarez ganó el otro título olímpico en una trepidante final ante el ídolo local de la división de los 63,5 kilogramos Soufiane Oumiha.
Erislandy fue la sorpresa de la delegación, y sacó la cara por el boxeo que del buque insignia del deporte cubano ha venido a menos en torneos internacionales. Erislandy se coronó a golpe de coraje y corazón.
Otros hitos cubanos en París 2024
Yusneilis Guzmán con su medalla de plata y Milaimis de la Caridad Marín con su presea de bronce se convirtieron en las primeras medallistas olímpicas de la lucha femenina, lo que afianza el excelente trabajo de Filiberto Delgado, y su colectivo de entrenadores.
La Chiqui Guzmán llegó de manera inesperada a la final debido a que la india Vinesh Phogat se pasó en la báscula, y Milaimis luchó duro su medalla de bronce, última de Cuba en los Juegos.
Yarisleidis Cirilo se convirtió con su bronce en la primera canoísta cubana que gana una medalla en citas estivales.
Rafael Alba con su bronce pasa a la historia como nuestro primer taekwondoca doble medallista olímpico.
Arlen López con su bronce se convirtió en el segundo boxeador cubano con tres medallas olímpicas en tres divisiones diferentes, aunque no pudo concretar la hazaña del tricampeonato olímpico.
Luis Orta con su bronce se convirtió en el cuarto luchador cubano con más de una medalla olímpica.
Y a ellos se suma el campeón mundial Gabriel Rosillo, también bronceado a este nivel.
Cuba cumplió desde el punto de vista cuantitativo con la cantidad de medallas, que estuvo por el entorno de lo esperado, pero no desde lo cualitativo.
Dependía nuestro país en gran medida de la lucha para conseguir sus propósitos, y aunque este deporte estuvo bien, con un título y dos preseas de bronce, se esperaban más coronas.
¿Las decepciones? El judo que se fue sin medallas, con el quinto lugar de Andy Granda como el mejor resultado, el atletismo que aspiraba a una presea en el triple salto femenino con Leyanis Pérez, y el boxeo con una medalla de oro y otra de bronce.
París 2024 no valió una misa para Cuba; París no fue una fiesta. La cita gala situó en su justo lugar al deporte cubano, y lanzó fuertes campanadas rumbo a Los Ángeles 2028.
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