
Por: César Gómez Chacón.
El hemiciclo de la ONU en Nueva York es una vez más el escenario mundial donde Cuba levanta su voz. En el actual 80 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la delegación del archipiélago caribeño llega con un mensaje en defensa del multilateralismo, la paz y de solidaridad con las causas justas de este mundo.
Sin cansarse jamás, la delegación del país antillano expresa una nueva y contundente denuncia al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, el mayor obstáculo para el desarrollo de la economía nacional y una violación flagrante de los derechos humanos su pueblo.
El canciller Bruno Rodríguez Parrilla, quien encabeza la delegación al segmento de alto nivel, presentó, como cada año, el informe que detalla las afectaciones de esa política. Son cifras que impresionan: Entre marzo de 2024 y febrero de 2025, el bloqueo ha causado daños y perjuicios estimados en 7 mil 556,1 millones de dólares. Esto significa que el daño del bloqueo en comparación con el periodo precedente ha crecido en un 49% a resultado de las medidas adicionales de endurecimiento del bloqueo aplicadas en los últimos 12 meses.
Pero no se trata solo de números. Detrás de cada millón hay historias de medicamentos que se encarecen o no llegan, de alimentos difíciles de importar, de piezas de equipos médicos que se vuelven imposibles de conseguir. No hay familia cubana que no sienta ese impacto en su vida cotidiana.
Las verdades que deben decirse sin tapujo
Más allá de las necesarias y permanentes denuncias, Cuba ha reiterado en las sesiones de la actual Asamblea General su defensa del multilateralismo y del papel central de la ONU. Por eso, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un discurso cuestionando la utilidad de la organización, la respuesta cubana fue inmediata.
“El ataque de hoy del presidente Trump contra la ONU representa un golpe a su esencia, a los propósitos y principios de la Carta, y al concepto de igualdad soberana entre los Estados”, escribió el canciller Bruno Rodríguez en la red social X.
La arremetida hoy del presidente #Trump contra @ONU_es representa un ataque a su esencia como organismo internacional más universal y democrático, a los propósitos y principios de la Carta, y al concepto de igualdad soberana entre los Estados. pic.twitter.com/rRBrM1JD3n
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) September 23, 2025
Cuba sostiene que desacreditar a la ONU es abrir la puerta a un mundo gobernado por la ley del más fuerte, justo lo contrario de lo que necesita la comunidad internacional para enfrentar problemas comunes como los conflictos armados, la pobreza o la crisis climática.
El presidente Miguel Díaz-Canel, desde La Habana, no dejó pasar la oportunidad para agradecer el respaldo de líderes que en el foro mundial se han pronunciado contra las sanciones. Mención especial mereció el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien calificó de “inadmisible” que Cuba continúe incluida en la lista estadounidense de supuestos patrocinadores del terrorismo. “Fuerte abrazo a su gobierno y al pueblo brasileño”, escribió Díaz-Canel en un mensaje que refleja gratitud y fraternidad.
Ese apoyo no es un hecho aislado. Otros mandatarios como el mandatario sudafricano Cyril Ramaphosa han manifestado claramente su solidaridad con la isla antillana y su denuncia al bloqueo. Desde 1992, la Asamblea General aprueba casi por unanimidad una resolución que pide el fin del bloqueo. La más reciente contó con 187 votos a favor, una cifra que habla por sí sola: la comunidad internacional está del lado de Cuba.
La diplomacia cubana aprovecha la tribuna de la ONU para ratificar una vez más su respaldo a causas justas en todo el planeta.
El Embajador Ernesto Soberón Guzmán, Representante Permanente de Cuba ante la ONU, intervino ante la Asamblea General para reiterar el compromiso firme e invariable con los principios fundacionales de la Organización.
Cuba condena en los términos más enérgicos el genocidio israelí contra el pueblo palestino, así como los recientes e injustificados ataques de Israel y Estados Unidos contra la República Islámica de Irán y señala que ambos actos representan una nueva y peligrosa escalada del conflicto en Oriente Medio y constituyen una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional.
El diplomático advirtió sobre el complejo escenario internacional actual, caracterizado por crisis económicas, cambio climático, tensiones geopolíticas y conflictos armados, así como por bloqueos, guerras no convencionales y reiteradas violaciones a los principios que sustentan la ONU. En este contexto, denunció el desvío de recursos hacia la carrera armamentista, mientras se incumplen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, crece el hambre y persiste la pobreza.
Subrayó la necesidad urgente de reformar el orden económico internacional, erradicar las causas profundas de los conflictos y modificar los insostenibles patrones de producción y consumo. Reclamó el fin inmediato de las medidas coercitivas unilaterales y exigió que los países desarrollados cumplan con sus compromisos en materia de desarrollo y cambio climático.
En su discurso, Soberón recordó las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en 1960 ante la Asamblea General: “¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra!”
Entre los temas más reiterados por los representantes cubanos en la ONU sobresale el apoyo irrestricto al gobierno bolivariano encabezado por su presidente Nicolás Maduro Moros, y la condena absoluta a las amenazas y acciones militares norteamericanas cercanas a las costas venezolanas en el mar Caribe, que ponen en riesgo la paz en la región y en el mundo.
Con serenidad, pero también con firmeza, Cuba vuelve a decirle al mundo las verdades que muy pocos se atreven a mencionar hoy desde las cuestionadas, pero también necesarias tribunas internacionales de la ONU.
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