
Mientras el empleo en Latinoamérica y el Caribe preocupa, Cuba tiene su propia batalla. En entrevista exclusiva con el viceministro del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Ariel Fonseca Quesada, reveló a Cubavisión Internacional cómo la Encuesta Nacional de Ocupación -hecha cada año- ayuda a entender este problema social hasta sus raíces.
Por Valia Marquínez Sam
En Cuba, cerca del 20% de los trabajadores se desempeñan en condiciones de informalidad, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación. El viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Ariel Fonseca Quesada, explicó que este fenómeno —concentrado en el sector agropecuario y no estatal— implica vulnerabilidad ante accidentes, enfermedades o la imposibilidad de acceder a licencia de maternidad y pensiones.
«Llamamos informales a quienes laboran sin protección social, pero en Cuba esto tiene un matiz distintivo, destacó.
«Aquí la diferencia es clara: mientras en Latinoamérica la informalidad surge por falta de opciones, en la isla es una vulnerabilidad voluntaria. Tenemos regímenes de seguridad social para trabajadores por cuenta propia, cooperativistas y las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES). «Si alguien no está protegido, es porque no ha formalizado su empleo», afirmó.
Desde 2023, el gobierno implementa acciones para reducir esta cifra, enfocadas en los gobiernos territoriales. «La informalidad atenta contra el trabajo digno que promovemos», subrayó Fonseca.
Mujeres en desventaja: 14 horas semanales de cuidado no remunerado lastran su inserción laboral
Aunque la informalidad afecta mayormente a hombres (80%), persiste una brecha en la tasa de actividad laboral: solo 55 de cada 100 mujeres en edad laboral tienen empleo remunerado, frente a 75 de cada 100 hombres.
«Las causas son culturales e históricas», reconoció el viceministro. El Decreto 109 (2024), que crea el Sistema Nacional para el Cuidado Integral de la Vida, busca redistribuir las tareas domésticas y de cuidado, hoy asumidas principalmente por mujeres. «Hablamos de trabajo no pago: su aporte económico y social es inmenso», insistió.
«Las mujeres dedican 14 horas semanales más que los hombres al cuidado no remunerado. Reconocer el trabajo doméstico como aporte económico, es clave»
Con el 38% de la fuerza laboral en el sector no estatal, alrededor de un millón de trabajadores, Fonseca advirtió sobre riesgos de discriminación en la contratación de mujeres. «El Decreto 96 establece protocolos contra el acoso y la violencia laboral. Cualquier violación puede denunciarse en los tribunales», recalcó.
El próximo nuevo Código de Trabajo —en proceso legislativo— reforzará estas garantías. «No hay distinción: las leyes deben cumplirse en todos los sectores», afirmó.
Envejecimiento poblacional: productividad y tecnología como respuestas
Frente al declive demográfico, el vicetitular del MTSS destacó estrategias para optimizar la fuerza laboral: teletrabajo, reinserción de jubilados y automatización. «Ser menos no significa falta de recursos, sino necesidad de mayor eficiencia», señaló.
• 200,000 jubilados complementan ingresos
• Digitalización y teletrabajo en expansión
• Política de Dinámica Demográfica prioriza natalidad
Cero tolerancia: el Ministerio desmonta campañas sobre trabajo infantil
Sobre imágenes en redes que sugieren trabajo infantil, el viceministro fue enfático: «En Cuba el trabajo infantil está prohibido constitucionalmente. Las familias deben entender que la educación es el camino. Las excepciones (como jóvenes de escuelas de oficio) requieren permisos explícitos» Un protocolo intersectorial se aplica en todos los municipios para identificar y atender casos.
• Edad mínima laboral: 17 años (excepciones controladas)
• Digitalización y teletrabajo en expansión
• Política de Dinámica Demográfica prioriza natalidad
Desafíos: «el trabajo digno es responsabilidad de toda la sociedad»
Fonseca cerró con un llamado a la corresponsabilidad: «Los derechos laborales se garantizan con políticas, pero también con la exigencia de trabajadores, empleadores y sindicatos». El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social avanza en digitalización, formación profesional y ajustes legales para alinearse aún más al Programa Nacional de Desarrollo hacia el 2030, concluyó.
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