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La historia del tiburón ballena en La Herradura

La incógnita de cómo falleció no ha sido develada. Por la manera en que lo encontraron se cree que quedó atrapado entre las redes y murió. En su cuerpo no hallaron ningún rastro de agresión, ni huellas de pelea.

La fuerza de la costumbre le puso de pie con las primeras huellas del alba. Acarició su rutina mañanera y cuando salió de casa aún el sol no asomaba por las aguas de La Herradura. Su cabeza se perdió entonces más allá de donde rompen las olas. De camino al tranque, en compañía de otro pescador, no imaginó, ni por asomo, qué sorpresa vendría a cruzársele en la oscuridad de las redes.

Las mañas de un pescador

Jorge Paneque Peña tiene, por herencia, un lazo irrompible con el mar. Nieto e hijo de pescadores, no necesita muchas pistas para interpretar cuándo el capricho de su costa le deparará alguna novedad. Y aquella mañana las redes se veían demasiado hundidas, “algún pez gigantesco, de seguro, estaba atrapado allí”.

No llegó al sitio de forma espontánea. El tranque pertenece a la Unidad Empresarial de Base de la Pesca en Puerto Padre, de donde es afiliado hace nueve años, y resulta el primer lugar que visita cada día. Pero el 2 de agosto necesitó unas manos extras para sacar el “botín” del agua. Por más que él y su compañero lo intentaron, no pudieron levantar las redes, publica el Periódico26.cu de Las Tunas .

Enseguida mandaron a buscar al equipo de buceo. Comenzó a gestarse cierta incertidumbre entre los presentes y algunos bromearon sobre qué animal habría allí. Unas horas después, a 21 brazas de profundidad, los expertos encontraron un inmenso tiburón ballena o pez dama, algo insólito hasta la fecha, en el litoral de “Jesús Menéndez”.

Una criatura inusual para la región

Cuenta Jorge que se impresionó. Por más que el mar sea casi su elemento natural, hay siempre reservas para una criatura como esta de siete metros de longitud y 2,7 toneladas de peso. Frente a tal magnitud el pescador necesitó unos segundos para recobrar el aliento, él y todos los demás.

La primera interrogante que cruzó por sus mentes fue si el tiburón estaba vivo o muerto. Cuando comprobaron que era un cadáver se dispusieron a llevarlo a la orilla, no sin dificultad. Lo remolcaron con un barco pesquero, y resultó que ambos eran del mismo tamaño. Con los ojos clavados en los bañistas, Jorge presintió que aquel hallazgo sería un verdadero acontecimiento en la playa.

Asegura que apenas lo divisaron se orquestó un hervidero de ojos alrededor del escualo. Unos pusieron cara de pánico -confirma-, “aunque no era para menos”, y no se sabe cuántas instantáneas se hicieron. Todo el mundo se acercó a la arena para atestiguar tamaña pesca.

No se conoce las causas de la muerte

La incógnita de cómo falleció no ha sido develada. Por la manera en que lo encontraron, Jorge y sus colegas piensan que de seguro quedó atrapado entre las redes y murió. En su cuerpo no hallaron ningún rastro de agresión, ni huellas de pelea.

En sus 52 años, Paneque Peña nunca había visto un ejemplar semejante. Comenta que en la región de pesca abundan los escualos, sobre todo, tiburones azules y tigres, pero nunca uno tan grande. Los más viejos tampoco recuerdan un encuentro así, “la gente ha quedado impresionada”.

Como no era posible trasladarlo completo, en la misma playa el animal fue porcionado y se llevó a las instalaciones de la Pesca. Los lugareños ayudaron en el empeño, pero dice nuestro entrevistado que en sus rostros se mostró cierto pesar por el deceso de la criatura, tal vez por aquello de “que la gente de mar lleva más profundo el respeto por el ciclo de vida de los peces”.

Una de las especies marinas más grande del mundo

El tiburón ballena es una especie marítima calificada como el pez más grande del mundo. Puede medir hasta 12 metros de longitud. Suele alimentarse, principalmente, del fitoplancton, necton, macroalgas y krill, aunque también puede consumir crustáceos y otros organismos pequeños como anchoas, sardinas o atún.

A pesar de su gran tamaño se caracteriza por no ser agresivo, de manera que no representa un peligro para los seres humanos. Al contrario, aseguran que es bastante amigable con los buzos.

De más está decir que la captura no solo resultó un suceso para La Herradura. En la plataforma de Faceboock la noticia ha generado bastante conmoción y se han difundido muchas imágenes. Un video muestra cómo los vecinos de la zona sacan la criatura atada con varias sogas a un tractor, y se especula sobre una supuesta cacería sangrienta.

Confiesa Jorge que los primeros segundos en los que cruzó la mirada con el escualo no se le van a olvidar fácilmente, ni la trabazón de emociones que se le agrupó debajo de la garganta. Aquella no fue una mañana común. No imaginó el pescador que vería algo tan grande cerca de su costa, y mucho menos que el mundo entero compartiría su hallazgo por las redes sociales.

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