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Por: César Gómez Chacón
Durante los últimos once meses, la agresión israelí contra la Franja de Gaza ha cobrado más de 41 mil muertos y 96 mil heridos, de ellos una gran cantidad de niños, mujeres y ancianos. La destrucción es total. Los bombardeos sionistas no respetan ni hospitales, ni escuelas ni el reclamo mayoritario del mundo.
“¿Cuánta más muerte debe sembrar a su alrededor Israel, estado terrorista apadrinado por Estados Unidos, para que la comunidad internacional sancione y detenga sus crímenes? El silencio es complicidad ¿Para qué sirven las naciones Unidas?”
Así ha publicado en su cuenta de X el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en ocasión del 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se desarrolla por estos días en Nueva York.
Más de 76 años dura ya el genocidio y la ocupación israelí contra Palestina, y también la resistencia heroica de su pueblo. En pocos días se cumplirá un año de esta última escalada bélica israelí, que se extiende ahora al Líbano y pone en jaque la paz en todo el medio Oriente y el mundo.
Cuba, desde el triunfo de su Revolución en enero de 1959, convirtió en propia la causa del hermano país. El archipiélago caribeño fue una de las primeras naciones en reconocer a la Organización para la Libertad de Palestina, constituida en 1964, y a su líder Yasser Arafat.
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz aprovechó cuanta tribuna tuvo a su alcance para denunciar, en nombre del pueblo cubano, los crímenes del sionismo y la creación de Israel como pretexto de Estados Unidos para entrometerse en el Medio Oriente.
En la sesión inaugural de la VI Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No alineados, el 3 de septiembre de 1979, con la presencia de Arafat, Fidel repitió las palabras que un mes antes había pronunciado en La Habana, al considerar el asunto palestino como “la médula del problema del Oriente Medio”.
El 12 de octubre de 1979, el líder cubano, en su condición de Presidente del Movimiento de Países No Alineados, subió al podio de la ONU y expresó:
«Desde el fondo de nuestras almas, repudiamos con todas nuestras fuerzas la despiadada persecución y el genocidio que en su tiempo desató el nazismo contra el pueblo hebreo. Pero no puedo recordar nada más parecido en nuestra historia contemporánea que el desalojo, persecución y genocidio que hoy realizan el imperialismo y el sionismo contra el pueblo palestino.
(…) Despojados de sus tierras, expulsados de su propia patria, dispersados por el mundo, perseguidos y asesinados, los heroicos palestinos constituyen un ejemplo impresionante de abnegación y patriotismo, y son el símbolo vivo del crimen más grande de nuestra época.»
Fue realmente hermosa la amistad que siempre unió a Fidel y Arafat, quien visitó Cuba por primera vez en 1974. Desde entonces estuvo varias veces en La Habana y en cada evento internacional donde coincidían aprovechaban para encontrarse y conversar largamente.
Pero esa amistad pasó siempre de las palabras a los hechos. La mayor de las Antillas concede cada año a la Organización para la Liberación de Palestina alrededor de 50 becas para jóvenes de los territorios ocupados y refugiados en Siria, Jordania y Líbano.
Miles de jóvenes palestinos hicieron realidad su sueño de convertirse en médicos en suelo cubano. La Escuela Latinoamericana de Medicina, nacida por iniciativa del jefe de la Revolución cubana, ha mantenido siempre abiertas sus puertas a los estudiantes del hermano país. En la actualidad 200 alumnos cursan estudios en esa institución, de ellos 78 son de la Franja de Gaza.
Cuba y Palestina han seguido haciendo frente común en la arena internacional y los dirigentes del hermano país han sido recibidos con todos los honores en tierra cubana todos estos últimos años desde la desaparición física del gran Arafat.
Con la bandera roja, negra, blanca y verde
A raíz de la actual escalada israelí contra Gaza, la solidaridad desde Cuba no se hizo esperar. A lo largo y ancho de todo el territorio nacional se han multiplicado las manifestaciones contra el genocidio sionista.
Estudiantes, trabajadores y el pueblo de la nación caribeña han ocupado plazas, parques, centros de estudios universitarios y de producción. Una de las mayores concentraciones ocurrió hace varias semanas frente a la embajada norteamericana en La Habana.
Música, poemas, encendidos discursos de condena, y un mar de banderas palestinas junto a las cubabas se han visto en las transmisiones en vivo de los medios nacionales e internacional de prensa, y han sido multiplicadas en las redes sociales.
Personalidades como la multicampeona paralímpica cubana Omara Durán han denunciado en esas tribunas las más recientes masacres israelíes: “Dos madres mueren cada hora en la Franja de Gaza, y cientos de mujeres embarazadas han fallecido en medio de los bombardeos (…) Durante más de 75 años las mujeres palestinas han sido un símbolo en la lucha por la resistencia.” afirmó la reconocida atleta.
Y codo a codo, junto con los estudiantes palestinos en Cuba, siempre presentes y cuyas voces son escuchadas en esos actos, han estado también los máximos dirigentes cubanos.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acostumbra a llevar a esas movilizaciones, sobre sus hombros, el tradicional pañuelo blanco y negro, símbolo de la resistencia palestina. Son constantes sus referencias de condena a la agresión sionista y al apoyo del gobierno norteamericano, tanto en las intervenciones públicas como en las redes sociales, especialmente en su cuenta de X.
Igualmente, en la inmensa mayoría de los actos de solidaridad con su pueblo estuvo presente el embajador del hermano país en La Habana, el señor Akram Mohammad Samhan, quien esta misma semana fue homenajeado en la cancillería cubana, donde se le condecoró con la “Medalla de la Amistad” al concluir su misión diplomática tras largos años en la mayor de las Antillas. Fue igualmente recibido antes de su partida por el máximo dirigente cubano.
Juntas por Palestina
Un movimiento popular, totalmente espontáneo, pero de gran impacto nacional e internacional, fue emprendido desde marzo último por decenas de cubanas que, ante las cámaras y en vivo en las redes sociales, decidieron raparse sus cabezas. De tal manera, han convertido sus cuerpos en territorio de lucha.
Juntas por Palestina es una denuncia desde el corazón.
En las redes estas decididas mujeres cubanas explican que el primer impulso fue “mandar un mensaje de solidaridad a las palestinas para que sepan que no se les olvida”.
“Renunciamos al cabello porque la solidaridad, esa que es la ternura de los pueblos, nos atraviesa el cuerpo, así como nos atraviesa el alma el exterminio del pueblo palestino”.
“Raparnos no va a conseguir un alto al fuego. No va a devolverle la vida a nadie, ni va a detener la destrucción. Tampoco alterará la complicidad del gobierno de los Estados Unidos en el genocidio. Pero sí puede inspirar solidaridad y divulgar las razones de la resistencia palestina”, posteó la investigadora y escritora Zaida Capote en su perfil de Facebook.
Las bombas sionistas, con la complicidad yanqui, arrasan con Gaza y su pueblo. Se extienden ahora sobre el Líbano y otros territorios cercanos. La ONU y la comunidad internacional no logran parar el genocidio.
La causa palestina duele demasiado. El mensaje desde Cuba se acrecienta cada día. Por años, la causa palestina ha sido, es y será una causa cubana.