
Por Kendry Bringas Morgado
El judo cubano siempre tendrá su espacio de júbilo en las competencias –de cualquier índole–, cual fiel ippón en los tatamis internacionales. Asunción no fue la excepción. Un total de cuatro preseas: una de oro, dos de plata y una de bronce –en diez representaciones–, fue el saldo de la nación caribeña en la cita multideportiva.
La exponente de los +78 kg, Dayanara Curbelo, impuso su calidad técnica desde el primero de sus combates. Gracias a un yuko, y una descalificación por Hansoku-Make de la chilena Kharla Casas, se convirtió en la primera campeona de la mayor de las Antillas en esta justa.
Por azares del destino, Curbelo compite en la misma división de la máxima exponente del judo cubano de los últimos años: Idalys Ortiz. Además, ambas son artemiseñas, lo que hace augurar que la tradición seguirá vigente, esta vez con una nueva historia.
Naysdel Cardoso, fue derrotado en la final de los 90 kg ante el brasileño Jesse Barbosa, y terminó con el metal plateado.
En tanto, Lisrialis González se alzó con la presea de bronce, tras dominar a Yhoseli Matos por acumulación de shidos en los 78kg.
En la última jornada de competencia, el equipo mixto no pudo ante Brasil, tras cuatro combates en la gran final. No obstante, se adjudicaron una importante medalla de plata.
Precisamente, Brasil dominó este deporte en Asunción 2025, gracias a un total de 15 medallas: 12 de oro, una de plata y dos de bronce y, la nación antillana cerró en la tercera posición por países con un oro, dos platas y un bronce, menor cantidad a las siete preseas de Cali-Valle 2021.
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