Una planta de oxígeno medicinal (en la foto) donada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) fue instalada este lunes en el hospital “Carlos Juan Finlay”, de La Habana.
El equipamiento tiene una capacidad de producción de 50 metros cúbicos por hora de la vital sustancia, y su arribo al país fue canalizado gracias a la ayuda de la Defensa Civil, el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y la Empresa de Automatización Integral.
El representante de la Unicef en Cuba, Brandão Có expresó en un comunicado que ese organismo continuará redoblando las acciones para ayudar y reforzar los esfuerzos del Gobierno antillano en el enfrentamiento a la actual pandemia, así como favorecer la atención médica a las personas afectadas, de manera particular, a las más vulnerables.
Desde la madrugada del pasado sábado, también la principal planta de oxígeno medicinal del país echó a andar luego de una compleja avería tecnológica que obligó a medidas urgentes tanto en el plano productivo como de la distribución y organización de ese componente imprescindible para pacientes en estado grave y crítico, por la COVID-19.