
Fredesmán Turró González fue Embajador de Cuba en Vietnam de 1999 a 2004 y de 2008 a 2013. Durante ese tiempo, fue testigo de la primera visita del Comandante en Jefe Fidel Castro a la tierra del Tío Ho.
Por Cynthia Ibatao Ruiz
Las relaciones de amistad, las verdaderas, no necesitan de muchas galas ni presentaciones; ellas existen contra la marea del tiempo, las distancias y las diferencias. Así nació el vínculo entre Cuba y Vietnam, dos países que desde el inicio compartieron mucho más que similitudes ideológicas.
Fidel Castro, ha sido el único Jefe de Estado que visitó la zona de Vietnam de Sur recién liberada, y alzó como si fuera suya la bandera de la victoria. De esto hay varias historias narradas y repetidas, en vietnamita y en español, pero escucharlas en voz de un testigo, asombra y reconforta. Fredesmán Turró, en medio de pequeños rasgos de timidez, heredados del campo en la mitad de Cuba donde nació –según me comentó– vivió en Vietnam más de 20 años. Más de un tercio de su vida, donde estudió y luego trabajó, guarda muchos datos interesantes, y yo, aunque ávida de historias, me contuve, y empecé justo por el principio…
El año 1960 en el sudeste asiático recibió de herencia la guerra, el silencio en los campos de batalla, las divisiones fronterizas y miles de muertos, Cuba llevaba un año de Revolución. En ese momento se firmaron las relaciones entre ambos países, las cuales Fredesmán –según leí– en varias ocasiones catalogó como especiales, ¿por qué?
«Cuba y Vietnam se puede decir que han establecido relaciones verdaderamente de hermanos, oficializadas exactamente el 2 de diciembre de 1960. En aquella ocasión el Che, con una importante delegación, se encontraba de visita en la Unión Soviética, cuando por indicaciones de Fidel se traslada hacia Vietnam; y en los próximos dos años ambos países ya tendrían sedes diplomáticas. Luego de eso, y en una visita a Cuba del Ministro de Cultura de Vietnam, el Comandante en Jefe le extiende una invitación para que niños vietnamitas aprendan español en la Isla».
A esos primeros jóvenes Fidel Castro los llamó «embajadores de América Latina en Vietnam»; vínculo que inició un largo camino de intercambios y colaboraciones, donde siempre estuvo la mirada de los líderes de ambas naciones, Fredesmán fue testigo de eso.
«Yo llegué a Vietnam muy joven con 18 años, y en aquel momento la república era bombardeada por Estados Unidos, estuvimos en Hannoi dos o tres días y fuimos evacuados a una aldea. Allí vivimos con campesinos, y el primer recuerdo que tengo del lugar, es el cariño con que nos trataba la población».
¿Cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro, visitó la nación indochina por primera vez, usted se encontraba allá?.
«Si, en septiembre de 1973, cuando aquello era un joven agregado diplomático y traductor del embajador Raúl Valdés… Me dieron una responsabilidad que yo la tomé como la más importante, recibir las llamadas de Cuba y por supuesto tramitarlas con los miembros de la delegación»
Muchas historias emanaron de allí, pero la postura sencilla de Fredesmán las resumía en «solo cumplí con mi deber».
Fidel Castro y Ho Chi Minh, líderes de ambas naciones, aunque en múltiples ocasiones expresaron su admiración recíproca, no se conocieron presencialmente.
«Ambos eran grandes pensadores, Fidel tenía en alta estima al Tío Ho, incluso en su primer discurso en Hannoi dedica una buena parte a recordarlo. Y por su parte Ho Chi Minh lo cataloga como un verdadero patriota, un verdadero revolucionario, un verdadero comunista».
Hablando un poco del presente, estos vínculos que comenzaron hace 65 años, hoy se consolidan. ¿Qué cree del futuro de las relaciones entre ambos pueblos?
«Como Cuba, y hay que decirlo, no hay en el mundo un país que desde los primeros momentos haya batallado tanto, incluso internacionalmente, para generar un movimiento de solidaridad y de apoyo al pueblo vietnamita y en eso el Comandante Jefe era un abanderado. Dentro de 10 o 20 años yo veo las relaciones más consolidadas, más fuertes, más hermanadas».
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