Si algo trae a Cuba este diciembre cinematográfico, además de películas y flashes, es la satisfacción y el agradecimiento de quienes hoy dedican su vida a una expresión mágica, que hace posible utopias, sueños y otras realidades.
Todo ello aderezado con la emoción que siempre devuelven los homenajes, como el vivido esta noche desde el Hotel Habana Libre, en esta capital, cuando el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en su edición 46, le entregó un Coral de Honor al actor mexicano Gael García Bernal.
Al recibirlo, visiblemente conmovido, evocó a su familia, a las personas que lo acompañan y a quienes le presentaron al cine, entre ellas su abuela, su padre y sus amigos.
Rememoró además aquella experiencia vivida en su juventud en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, en Cuba, donde aprendió mucho y descubrió múltiples dimensiones de la manifestación que lo abraza.

Explicó que al principio el cine le parecía inalcanzable, sin embargo, su participación en Amores perros y en Y tu mamá también le mostraron el sendero de un universo que lo atrapó y desde el cual cautiva con gran virtuosismo.
El cine, dijo, fue el espacio que le permitió entender, imaginarse, provocar, hacer familia y amigos. Se volvió entonces ese multiverso, “esa vida donde uno habita y me siento increíblemente afortunado de poder hacerlo”.
Le gusta explorar y satisfacer curiosidades, aseguró, además de que no comienza nada con absoluta certeza; “siempre es un descubrimiento, una duda, es poner todo en juego”.
Casi al finalizar su intervención, agradeció a tantos por el premio conferido, también la emotividad del momento y el estar aquí gracias al séptimo arte Latinoamericano, el hogar, donde emprendió su “viaje artístico”.

“Quiero agradecer a Cuba, que me ha dado tanto, y muchas de esas cosas las llevo en un secreto bien profundo”.
El encuentro fue propicio para la firma de un convenio de colaboración entre el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y Estudios Churubusco, de México, el cual celebra su aniversario 80 de creado.
La alianza fue posible gracias al Mercado de Cine Latinoamericano (Mecla) Isla Abierta, en su primera edición, y cuyo objetivo es restablecer un espacio nacido con el festival y que se había perdido.
Tomado de Prensa Latina.
//kbm
