Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores
Según informan medios oficiales de los Estados Unidos, el 15 de mayo de 2024, el Secretario de Estado de los Estados Unidos remitió al Congreso uno más de los informes arbitrarios que usualmente califican a países, sin mandato o reconocimiento internacional alguno. En este caso, lista a cuatro países que supuestamente “no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos en el año calendario 2023”. Entre ellos ya diferencia de años recientes, no se menciona calumniosamente a Cuba.
Sin embargo, el propio Departamento de Estado mantiene a Cuba en una lista que designa a Estados que supuestamente “patrocinan” el terrorismo. Se trata de una lista absolutamente unilateral e infundada, cuyo único fin es calumniar y servir de pretexto para la adopción de medidas económicas coercitivas contra Estados soberanos, como las que despiadadamente se aplican contra Cuba.
El reclamo de que el gobierno de los Estados Unidos corrija esa injusticia es alto y reiterado, de parte no sólo del pueblo cubano, y de numerosos gobiernos, en especial de América Latina y el Caribe, sino también de organizaciones políticas, sociales y religiosas dentro de los propios Estados Unidos y de varios políticos de ese país.
La clara y absoluta verdad es que Cuba no patrocina el terrorismo, sino que ha sido víctima de este, incluido el terrorismo de Estado, como puede constatar todo el que se interese en el tema, cuestión que conoce perfectamente el gobierno de los Estados Unidos, su Departamento de Estado, y sus agencias de inteligencia y aplicación y cumplimiento de la ley. También conocen el daño extraordinario que provocan a la economía cubana las medidas, las acciones y el efecto intimidatorio que automáticamente se desata contra todo Estado que aparezca mencionado en esa lista, con independencia de cuál sea la verdad.
No basta con reconocer que Cuba coopera plenamente con los Estados Unidos. Lo hace también con la comunidad internacional en su conjunto. Es una verdad conocida y no se debe intentar confundir a la opinión pública. El Presidente de los Estados Unidos cuenta con todas las prerrogativas para actuar con honestidad y hacer lo correcto.