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Examinan comportamiento del Programa Materno-Infantil en 2020

Al cierre del mes de enero se reportan 11 mil 697 nacidos vivos y la tasa de mortalidad infantil se reduce de 5,2, obtenida en igual periodo de 2019, a 3,8.

Los resultados del Programa Materno Infantil (PAMI) en Cuba, más allá de cifras e indicadores, definen la vida y también el futuro del país. Sobre las prioridades que le concede a este importante asunto el Gobierno cubano y las medidas que se adoptan para lograr cada vez un mejor desempeño, se debatió ampliamente este lunes durante una reunión de trabajo con las principales autoridades del sector de Salud Pública, encabezada por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz.

Si bien Cuba registra en los últimos años cifras de mortalidad infantil que la ubican dentro de los 35 países del mundo con la tasa más baja, todavía pudieran aprovecharse más las bondades que ofrecen el Sistema de Atención Primaria de Salud y las instalaciones que para su mejor desempeño existen en la mayor de las Antillas.

Como ya es conocido –reiteró el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda- al cierre de 2019 en el país se registró una mortalidad infantil de 5,0 por cada mil nacidos vivos, cifra superior a la tasa de 4,0 alcanzada en el año precedente. Tal realidad tuvo como causas fundamentales las complicaciones asociadas al nacimiento prematuro, el retardo en el crecimiento intrauterino y el embarazo en la adolescencia.

De ahí que, en el transcurso de su intervención, Portal Miranda no solo hizo alusión a los indiscutibles resultados obtenidos en los servicios de atención materno-infantil, sino que, crítica y objetivamente, evaluó las principales deficiencias que en la actualidad subsisten en la atención primaria de salud, así como la implementación de acciones concretas para revertir dicha situación.

Entre estas últimas destacó el fortalecimiento del trabajo de los cuadros; la consolidación de la red de servicios de genética; la constante superación profesional y el entrenamiento de los profesionales y trabajadores de la salud; la aplicación de la ciencia y la innovación tecnológica; y el desarrollo de una estrategia comunicacional efectiva, dirigida a mujeres en edad fértil, sus parejas y familiares.

Sin conformarnos aún con los resultados –aseguró- al cierre del mes de enero se reportan 11 mil 697 nacidos vivos y la tasa de mortalidad infantil se reduce de 5,2, obtenida en igual periodo de 2019, a 3,8.

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