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Especial – Cultura: Sueños animados

Por José Luis Estrada Betancourt

«El aplauso colectivo a la hora del cañonazo fue el principal detonante. El país había convocado a un merecido homenaje a nuestro personal de la salud que se enfrentaba con desvelo a una enfermedad desconocida, devenida pandemia, y se nos ocurrió que ese reconocimiento también podía llegar en forma de animados».

A base de idas y venidas de instantáneos mensajes de WhatsApp, Armando «Mandy» Alba, licenciado en Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual y subdirector de Producción de los Estudios de Animación del Icaic desde el año 2004, le contó a Juventud Rebelde cómo había localizado, vía telefónica, a Alexander Rodríguez para que ideara algo sencillo, utilizando los personajes de Equipo 009, la serie infantil que el realizador de Quietud interrumpida, Juan Quin Quin y Nené traviesa codirige con Isis Chaviano (El maestrico, Tin tin la lluvia cayó).

Armando Alba, subdirector de Producción desde el año 2004. Foto: Cortesía Estudios Animados del ICAIC

«La tarea, que cumplió en tiempo récord, consistía en animar a los niños y sus compañeros imaginarios aplaudiendo, esta vez con un nuevo atuendo: debían usar nasobucos, y el 4 de abril se publicó en mi muro de Facebook el video de apenas 15 segundos de duración con un post que decía: “Desde Animados Icaic damos un fuerte aplauso a todo el personal de la salud de #Cuba y a todas las personas que hoy trabajan por nuestra salud y nuestra seguridad”. Dos días después, el periodista Abdiel Bermúdez cerraba con nuestro video su reportaje dedicado al entusiasmo de los más pequeños por haberse sumado al reconocimiento popular».

Como le asegura al diario quien forma parte de la familia de Animados desde el año 1992, «la acción devino detonante que desató lo que ya veníamos “cocinando”».

Arte en la distancia

«Cuando el 11 de marzo de 2020 se informaba sobre los primeros casos de coronavirus en Cuba, ciertamente estábamos muy lejos de imaginar cuánto tendríamos que sacrificar para cuidar nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Conceptos como teletrabajo volvieron a emerger como una necesidad imperante para poder garantizar el aislamiento físico como única vacuna efectiva que cortara la transmisión del mortal virus», rememora Alba.

«Sin embargo, para nosotros resultaba difícil imaginar cómo podíamos hacer “en la distancia” un arte que se caracteriza por el trabajo en equipo, por el análisis y la discusión de cada elemento, por convertir lo abstracto de una idea en ilusión de movimiento».

Nilza González lidera las investigaciones de consumo de animados y videojuegos de los Estudios. Foto: Cortesía Estudios Animados del ICAIC

¿Por qué se eligió primeramente a Fernanda para los spots iniciales que trataron el tema de la COVID-19? El también fotógrafo de Más Vampiros en La Habana explica: «Lideradas por Nilza González, profesora de la Facultad de Sicología de la Universidad de La Habana y licenciada en dicha especialidad, desde hace varios años nuestra institución lleva adelante, junto con estudiantes de este mismo centro, investigaciones de consumo de animados y videojuegos en niños, niñas y adolescentes de diferentes territorios de la capital, gracias a lo cual hemos podido conocer, con métodos científicos, las obras con las que más se identifica nuestro público meta y que más consume. Entre esos resultados siempre ha ocupado un puesto destacado Fernanda, personaje creado por Daniel y Mario Rivas en 2004 y al que recientemente le celebramos sus 15 años en pantalla».

Lo cierto es que no tardaron mucho en contagiar a Mario Rivas, quien de inmediato comprendió la urgencia de «contribuir con nuestras obras para que fueran todavía más efectivos los llamados del Estado, el Gobierno y Salud Pública a la población a que permaneciera en sus hogares. Se acordaron algunos proyectos con Fernanda y sus amigos, y de inmediato nos dimos la tarea de materializarlos. La parte técnico-artística, al involucrar varias especialidades, era la más compleja, pero con el esfuerzo y conocimiento de todos se lograron las soluciones», señala el veterano director, responsable de títulos como Máximo Gómez su última campaña, El bohío, Apuntes para una historia, El árbol de la vida…

Alexander Rodríguez animó en tiempo récord la cápsula de los niños y sus compañeros imaginarios aplaudiendo con nasobuco a las nueve de la noche. Foto: Cortesía Estudios Animados del ICAIC

Para mayor alegría del autor del primer largometraje producido completamente con tecnología digital en Cuba, Fernanda y el extraño caso del Doctor X y Míster Jai, su serie también ha sido «salvada» en medio de la pandemia. «Con el esfuerzo del equipo, que se ha mantenido bien activo, se han estado produciendo cuatro capítulos, aprovechándonos de WhatsApp o Telegram».

El animador Luis Ernesto Gonzáles, autor de spot del 1ro. de Mayo. Foto: Cortesía Estudios Animados del ICAIC

De lo anterior puede dar fe el animador Luis Ernesto González. «La experiencia de trabajar a distancia ha resultado maravillosa y estimulante, a pesar del terrible contexto en que tiene lugar. Decidimos que no podíamos dejar atrás los proyectos que habíamos ideado como, por ejemplo, los episodios de Fernanda que esperan nuestros niños. Pusimos manos a la obra y gracias a la tecnología y a los datos móviles hemos avanzado en nuestra labor».

Especializado en seguir dándole vida a la gustada saga de la niña detective y sus intranquilos y simpáticos «auxiliares» (Cuso, Tocho, Rastrillo, Yagruma), este team, como ya se sabe, ha explotado asimismo la «pegada» que posee la fan de Sherlock para convertirla en la protagonista de algunas cápsulas que, dirigidas por Alba, se incluyen dentro de la campaña contra la COVID-19, y en la cual los Estudios han jugado un significativo papel.

Fue justo esta acción la que condujo a que se activara «a full» esta tropa que se niega a dejar de celebrar los 60 años de unos Estudios fundados el 15 de enero de 1960. Y seis días antes del 1ro. de mayo, al mismo Luis Ernesto se le alumbró el genio y entregó «un modesto spot que, además de festejar tan importante efeméride, sirvió de homenaje a todos los creadores de dibujos animados de nuestro país, empezando por Tulio Raggi y Juan Padrón, nuestros pilares por muchos años, que consiguieron transmitir a las nuevas generaciones esa pasión por los muñequitos», asegura quien se siente honrado por la confianza y la responsabilidad que la institución ha depositado en los más jóvenes.

Reinventarse en colectivo

Experto en involucrarse en proyectos que requieren una entrega total, como el ya mencionado largo Fernanda y el extraño caso…, del cual fue editor; o al estilo de Meñique, de Ernesto Padrón, la prueba de fuego de la Isla en la animación 3D, y en la cual aparece como productor ejecutivo, Armando Alba reconoce que estos tiempos también han posibilitado que se continúe evidenciando un alto sentido de pertenencia y se den muestras de amor infinito.

Para que se pudieran concretar todos los empeños, hubo que apelar, dice, «al entusiasmo y apoyo del actor Maikel Chávez, a una versatilidad que le permite hacer varias voces para diferentes series animadas. Él, además, atrajo a otros colegas y canalizó el trabajo ayudándolos con esta “nueva” forma de producir».

«El ejercicio de la puesta de voz de dibujos animados es un riesgo enorme para un actor —enfatiza el además joven escritor, director y dramaturgo—, porque se trata de dar vida a personajes a partir de los distintos resonadores vocales, por lo cual estamos ante una especialidad harto compleja.

«Siempre soñé, confiesa, con formar parte de la familia de los Estudios, porque desde que tengo uso de razón he visto la vida como un dibujo animado: ese universo del disparate que una y otra vez es salvado por el héroe que desencadena la risa y el pensamiento renovador. Desde la historieta (que leía de niño) hasta la animación (ya siendo profesional), he disfrutado todas las líneas argumentales que ellas ocultan.

«En las circunstancias actuales, no solo los trabajadores de los Estudios han tenido que reinventarse, sino también quienes actuamos, y acudir a las tecnologías que están a nuestro alcance, como los celulares, y grabar desde casa, innovando como si fuésemos ingenieros de sonido y buscando espacios que cuenten con la acústica adecuada.

«Empujado por la energía creativa de Mandy, me atreví a convocar a mis compañeros para conformar una especie de red en la que nos vamos pasando el material: los storyboards, las voces, las tomas… Ha sido una vivencia que demuestra que en momentos complicados se pueden idear válidas estrategias para seguir adelante. El resultado está en pantalla y en las redes, gracias a que se ha constituido una verdadera familia, unida por un mismo empeño poético y real: hacer animados en Cuba en tiempos de coronavirus y aportar una obra que torne más llevadero el necesario confinamiento», expresa quien a la vez no para de ensayar La isla en la maleta, una obra suya con puesta en escena de Ernesto Tamayo.

Por supuesto que cuando llegaban las tomas hasta Mandy con los parlamentos de los actores sin un director que condujera sus intenciones, a este destacado productor le tocaba «“limpiarlo” todo lo más posible de cualquier contaminación sonora, equilibrar las frecuencias y entregarlo entonces a los animadores en un formato con el cual pudieran enfrascarse.

Dentro de ese selecto grupo, Luis Ernesto es, sin duda, uno de los más experimentados y según cuenta Alba, «a él le bastó la explicación telefónica para potenciar la magia de la animación y devolverme en un santiamén su labor devenida casi producto final para compartir con el público. De ese modo, el video de Iti invitando a los niños a la lectura se subió a las redes el 9 de abril y ha funcionado tanto, que ha alcanzado más de 1000 reproducciones.

Isis Chaviano codirige la serie Equipo 009. Foto: Cortesía Estudios Animados del ICAIC

«Si bien Fernanda nos daba la oportunidad de preparar mensajes desde la individualidad de cada personaje como niño o niña, los de la serie Equipo 009 nos permitían hacerlo desde la familia y con la contemporaneidad del momento. Por eso acudimos a Alexander e Isis, quienes volvieron a la acción a partir de las opiniones que emergían de los sicogrupos de WhatsApp que la Facultad de Sicología creó para orientar y ofrecer consejos, los cuales eran seguidos por Nilza.

«Muchos de estos intercambios terminaron transformados en historias que cada familia podía “vivir”: el rescate de los juegos tradicionales para que nuestros infantes no pasaran tanto tiempo delante de dispositivos electrónicos, los ya olvidados juegos de sombra o una sui géneris acampada doméstica…. Asimismo insistíamos en la importancia de que se combinara el imprescindible estudio con las rutinas habituales, como la práctica de ejercicios físicos.

«Paralelo a este “ajetreo animado”, determinamos desde la gráfica apuntalar con mensajes cortos que apoyaran este discurso de protección y cuidado de la salud desde el hogar. En la mayoría de los casos nos valimos de diseños prexistentes que se prepararon al tamaño adecuado para ser socializados a través de la página oficial de los Estudios en Facebook, la red social más utilizada en Cuba.

«En verdad que nos sentimos satisfechos, porque hemos comprobado que nuestros materiales se han visualizado en 94 países, entre los cuales Cuba, Estados Unidos y España se mantienen a la cabeza, aunque sorprende ver que otros, como Alemania y Grecia, les siguen los pasos».

Soñar y crear

En esta etapa gráfica a la cual hace mención Mandy, fue vital la participación de Reinier Escalona, director de la serie Aprender a vivir, basada en el ideario martiano, y del más que conocido papá del Capitán Plin, Jorge Oliver, quien desarrolló una línea de ilustraciones para los que deseen especializarse en dibujar a los personajes de La Isla del coco, así como una segunda relacionada con juegos y adivinanzas, que tienen como centro al recién llegado nasobuco.

Dice Armando Alba que, incansable como es quien fuera director de la revista Zunzún, «el gran Oli accedió de inmediato a encaminar la solicitud de la Egrem para que los Estudios asumieran la realización de un videoclip con la guaracha con la cual Alejandro García “Virulo” describía, con ese fino humor criollo, la situación actual y satirizaba el papel del Gobierno norteamericano que no ha cesado en sus ataques contra nuestro país a pesar del reclamo mundial de que termine el hostigamiento.

«La verdad es que ante el “palo” que dio Virulo, había que responder rápido y lo mejor posible», afirma el hombre de Cuadro a cuadro. «Eso fue lo que hicimos todos los que tuvimos la suerte de ilustrar a ese señor humorista y a nuestra Egrem… Fue un “cohete”, pero nadie dudó de que se podía y debía. Si contamos los días de “coordinación” (todos los de los Estudios estamos trabajando en casa y algunos en casa del…) fueron en total nueve de corre corre, pero… ¿qué cubano hubiera dudado ante Darle candela?

Jorge Oliver, el conocido papá del Capitán Plin. Foto: Cortesía Estudios Animados del ICAIC

«El capitán del team fue el subdirector, editor, compositor y productor Armando Alba. Lo mío, como siempre, consistió en armar la historia (que con una letra como la de Virulo resulta un privilegio), así como diseñar los personajes y las escenas. Luis Ernesto González, Martín Deyne y William Guevara armaron un piquete mínimo de animadores, pero eficiente y con muchas ganas de hacer.

«No es la primera vez que nos toca trabajar muy rápido y lo mejor posible, y creo que nos acercamos bastante. Si quedó bien, eso habrá que preguntárselo al maestro y a nuestro pueblo, que a esto de combatir con buen humor le sabe “un mazo”. Gracias a este genio y a la Egrem por su confianza», corresponde Oliver.

No eran pocos los compromisos que enfrentaban los Estudios cuando sorprendió la COVID-19, como los videoclips de la cantautora Rochy Ameneiro, de su disco Cancioncita para ti, en los cuales estábamos involucrados desde diciembre pasado, informa Armando Alba.

«Igual ha seguido su curso el largometraje La Súper, de Ernesto Piña. Los integrantes de su equipo, encabezado por él y la productora Andrea Fabianni, solo rompen el aislamiento una vez por semana y de modo excepcional, por las características del proyecto, para intercambiar archivos, aprobar procesos o corregir errores. Cuentos de Ñañaseré, de José Martín Díaz, ha seguido el curso que inició Pollito Pío cuando creyó que el cielo se iba a caer.

«La pupila asombrada, por su parte, concluyó la posproducción de los programas que se habían grabado previamente, mientras su productora, Lídice Marrero, alista las condiciones para grabar próximamente cumpliendo con las medidas sanitarias que se exigen. Lo mismo hace su colega Rafael Enríquez con Cuadro a Cuadro, buscando que esté listo para el verano», anuncia Mandy.

Superembullada como ha estado, la pandilla del llamativo edificio de 12 y 25, en el Vedado, no solo le ha metido cabeza a los audiovisuales, sino que, queriendo ser a toda costa útil, ha desandado otros caminos. Fue de esa manera que decidió explotar, por ejemplo, las habilidades manuales del Pol Chaviano (Paul Chaviano Planes), quien, a decir de Mandy, «tiene el don de convertir la espuma de goma en personajes más que vivos».

Pues bien, «el fiera» del stop motion, artífice de la serie Mi taller, solicitó autorización para utilizar el acetato de celulosa empleado en las películas de animación que se realizaban en cine (en desuso hace algunos años por la fuerza que ha tomado la tecnología digital en la producción) para confeccionar máscaras protectoras que se pudieran entregar a las instituciones de Salud.

Pol Chaviano «tiene el don de convertir la espuma de goma en personajes más que vivos». Foto: Cortesía Estudios Animados del ICAIC

«Por supuesto que contó con un respaldo absoluto y a partir de materiales reciclados (listones de cortina inutilizables y otros materiales), en muy poco tiempo elaboró las primeras 80 máscaras que fueron cedidas al policlínico de 15 y 18, en la barriada de El Vedado, y que fueron acogidas con mucha satisfacción. Pol no se ha detenido y prometió que continuará con estos antifaces especiales, mientras haya necesidad y encuentre lo que requiere para transformar en algo útil lo inservible».

No se han quedado atrás tampoco los miembros de la filial Anima Holguín, con su director Adrián López al frente, quienes con idéntica destreza han confeccionado similares dispositivos que han sido donados a centros asistenciales, como el hospital Vladimir I. Lenin, de la Ciudad de los Parques.

«Definitivamente todo ha sido posible a que ha existido una retaguardia a prueba de fuego: Esther Hirzel, directora general de la institución; Boris Guido, subdirector administrativo; Nereida Bolívar, en Recursos Humanos; Ramona de Armas, subdirectora de Economía… Ellos han mantenido cohesionado al equipo de artistas para que, a pesar del coronavirus, no dejen de soñar y crear».

 

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