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Enseñar es también dejar una parte tuya en la vida de otros (+Fotos)

Por: Daniela Ortega Alberto

El primer maestro, esa  persona que enseña a entender cada letra, que muestra la lógica de números y cálculos, que lápiz en mano ayuda a escribir las primeras palabras, se convierte de forma sublime  en uno de los seres humanos difíciles de olvidar.

Darían Peña Ordaz, es un joven profesor cubano de apenas 26 años que desde muy pequeño definió el magisterio como su vocación.

«El sueño de todo niño pequeño es cuando sea grande poder ser médico, bombero o policía, y yo en mis primeros años de infancia  quería eso para mí, pero entonces en cuarto grado tuve la fortuna de tener un profesor varón, casi siempre estaba acostumbrado a una maestra, él era un muchacho muy paciente explicaba muy bien los contenidos, pero sobre todo, nos educaba con una visión más allá de la académica.  Así comenzó esa ilusión de querer ser maestro, la vocación fue naciendo en mí y quería algún día tener la oportunidad de enseñar», recuerda Darían.

Con apenas 20 años de edad, este joven educador enfrentó el enorme reto de enseñar frente a toda un aula, momento que marcó su vida como profesional.

«Me gradué en el 2018 y en septiembre de ese mismo año comienzo a dar clases. Recuerdo muy bien ese primer día, estaba muy nervioso, no sabía cómo enfrentarme a los niños,  no sabía cómo explicar, aunque la teoría sí la conocía. Transcurrió toda la jornada en el aula y hasta para dar la despedida fue también un momento tenso, porque estaban todos los padres afuera de la escuela a la expectativa, recibiendo a sus hijos luego del primer día de clases con un maestro muy joven».

Darían imparte clases en una escuela primaria de la ciudad de La Habana, actualmente educa a niños de 7 años, edad donde aún prima la inocencia e inicia un necesario proceso de formación de valores.

«Pienso que educar conlleva mucha responsabilidad y vocación, es necesario ser estricto, pero dentro de eso también ser empático con los alumnos, saber lidiar con sus problemas y obstáculos personales, pues no siempre llegan felices y animados a la escuela».

«Muchas veces tienes que intentar volver a sus pocos años de edad y lograr entender  qué está pasando dentro de sus cabezas, cuáles son sus emociones. Entonces también hay que lograr que el aula sea un sitio seguro donde disfrutar».

Educar exige constante preparación y renovación, cada generación de estudiantes llega a las aulas con diferentes formas de aprender según el contexto donde se desarrollan. A la hora de enseñar, Darían entiende este factor como un componente esencial.

«Un maestro es un eterno aprendiz, intento todos los días innovar y buscar los métodos más efectivos para el aprendizaje en consonancia con los tiempos que vivimos. Trato de  aportar  cada curso algo nuevo, a pesar de que el contenido de clases sea el mismo».

«Intento de que los alumnos lleguen por ellos mismos al objetivo de la clase, pero que también aporten al intercambio, no que sea yo solamente el único que tenga que aportar ideas. Busco la forma de  llevar siempre un audiovisual, dinámica o canción que tenga que ver con la clase y sea un punto de partida de motivación colectiva».

Darían, como todo chico de su edad, también  celebra en fiestas, disfruta con amigos y pasa tiempo con su familia, apoyo fundamental para su vida; sin embargo, existen pocas cosas que le iluminen la sonrisa, como cuando comparte tiempo con los pequeños infantes.

«Entiendo la importancia de que los niños vean en el maestro una persona capaz y eso los  motive a ser cada día mejores estudiantes también».

«En el futuro uno espera que sus alumnos sean ciudadanos que quieran a su país, sean hombres y mujeres sumamente buenos, amorosos y cariñosos con sus familiares y  los que los rodean».

En momentos donde cuestiones económicas llevan a muchos jóvenes a renunciar a su vocación por empleos con mayor oportunidad adquisitiva, Darían supera barreras y coloca sus empeños en uno de los oficios más nobles del mundo. Muchos le preguntan: ¿Vale la pena el esfuerzo?, su respuesta es inmediata y sincera:

«Claro que vale la pena ser maestro, la vocación es como un llamado que uno tiene hacia algo y eso para mi ha sido el magisterio. Me siento muy bien dando clases, a uno cuando le apasiona lo que hace siente como que pasa el tiempo volando,  eso sucede cuando amas lo que haces».

«Lo más lindo que he podido aprender sobre enseñar es que también significa dejar una parte tuya en la vida de otros. Tengo antiguos alumnos de unos 13 años, ya que me saludan con alegría a pesar del tiempo, ahí te das cuenta de la verdadera huella que dejaste en ellos. Un alumno es un hijo espiritual».

La  historia de Cuba cuenta con grandes pedagogos, hoy jóvenes como Darían continúan la loable misión de formar al futuro del país en las aulas, así como dictó el gran maestro y Héroe Nacional José Martí: “Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente hasta el día en que vive: es ponerlo al nivel de su tiempo: es prepararlo para la vida”.

//yma

3 comentarios en “Enseñar es también dejar una parte tuya en la vida de otros (+Fotos)

  1. Tuve la dicha de que este excelente profesor ,que hoy es entrevistado, fuera maestro de mi niño durante el tercer y cuarto grado que fue sin duda una etapa muy bonita llena de experiencia, conocimiento, aprendizaje, de amor y dedicación.
    No solo era el maestro de los niños ,sino era su amigo y amigo de lo padres 🥰
    El futuro de nuestros niños está garantizado en las manos del profe Darian

  2. Hoy tenemos la dicha que el profe Darían sea el maestro de 2doC,donde con amor, disciplina y perseverancia imparte clases y pone tanto empeño en nuestros niños,mi hija adora a su profe y nosotros como familia estamos agradecidos de que hoy usted sea su padre espiritual porque llegó en el momento exacto a formar parte de esta familia de 2do C en Combatientes de Bolivia.
    Al estilo de los niños gracias, gracias, gracias 🙏🏻.
    Victoria y familia

  3. Me uno al concepto de educar es una sublime profesión de amor.
    Darian es uno más de la enorme lista de jóvenes cubanos firmados para formar.
    Educar desde el amor es principio número uno de quién enseña y aprende.
    Obra de amor. Que Darían sea ejemplo de cada joven educador cubano.

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