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Encuentro con respresentantes del movimiento de solidaridad en México

El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, diálogo con representantes del movimiento mexicano de solidaridad con Cuba, por casi dos horas durante la tarde de este jueves en la sede de nuestra embajada en el hermano país azteca.

“Era imperdonable venir a México y no encontrarnos con ustedes”, confesó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a los representantes del movimiento mexicano de solidaridad con Cuba, con quienes dialogó por casi dos horas durante la tarde de este jueves en la sede de nuestra embajada en el hermano país azteca.

Fue un encuentro de emociones diversas, sensibilidad, compromiso, gratitud, aliento y esperanza. Un encuentro en el que todos querían agradecer, contar, aportar… y en el cual Díaz-Canel transmitió a todos un fuerte abrazo del General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien horas antes lo había despedido en el aeropuerto internacional José Martí, en La Habana.

Eran unos cien amigos de Cuba. En las primeras filas, como un símbolo, estaba El Cuate, el hombre que puso el Granma en manos de Fidel.

Para nosotros es muy significativo, reconoció el Jefe de Estado, poderles decir “de manera directa los sentimientos que tenemos hacia todo lo que ustedes hacen en apoyo a Cuba”.

Ustedes son de las personas bellas, con que se puede contar para construir un mundo mejor, que es posible, y que tiene que ser sin antagonismos y sin guerras, les dijo. “No puede ser un mundo de muros, tiene que ser un mundo de solidaridad, de cooperación; un mundo de entrega, un mundo de compartir lo que tenemos y no lo que nos sobra”.

Como parte del diálogo distendido y franco, el Presidente cubano agradeció a los amigos por el apoyo y la valentía con que asumen el reto de estar al lado de la Mayor de las Antillas, sin importar la complejidad de los escenarios.

A ellos confió también el honor que representó el gesto del Gobierno mexicano, y en particular del Presidente López Obrador, de invitar a Cuba de una manera especial, sentida, inusual, a una conmemoración como la del Grito de Dolores y permitir, además, hacer un discurso en una fecha tan importante para México y también para América Latina.

En sus palabras iniciales Díaz-Canel evocó las relaciones que han definido las esencias de ambos pueblos, estrechamente ligados por la historia, que recoge entrañables anécdotas que nos unen y distinguen.

De agradecimientos habló el Presidente, “porque son muchas las razones para hacerlo”. Sientan que no es en vano lo que hacen, aseveró, fortalece mucho al pueblo cubano y el pueblo cubano reconoce todo su esfuerzo.

No tengo las palabras que hacen falta —les confesó— para “transmitirles a ustedes todo el respeto, toda la admiración y también todo el cariño que les tenemos por lo que le han aportado a Cuba, y por la fortaleza que nos dan con su ayuda y su solidaridad”.

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