Estados Unidos hizo efectivas desde este lunes, las nuevas restricciones relacionadas con la compra de productos que contengan más del 10 % de componentes estadounidenses, y el arrendamiento de aeronaves y embarcaciones, según se anunció el 20 de octubre en el Registro Federal de ese país.
Restringir aún más las exportaciones y reexportaciones de artículos a Cuba.
De acuerdo con la regulación, la Oficina de Industria y Seguridad modifica los Reglamentos de Administración de Exportaciones (EAR, por su sigla en inglés), para restringir aún más las exportaciones y reexportaciones de artículos a Cuba.
Específicamente, la regla transforma la política de licencias para denegar los arrendamientos de aeronaves a aerolíneas estatales cubanas, y aclara que las aeronaves y embarcaciones no son elegibles para una excepción de licencia si son alquiladas o fletadas por un nacional del país caribeño.
Con la regla que aplica ahora la Casa Blanca vuelve a imponerse el límite de un 10 % de componentes estadounidenses, que durante la administración de Barack Obama (2009-2017), cuando se retiró a la Isla de la unilateral y controvertida lista de países patrocinadores del terrorismo, hizo posible que Cuba fuera elegible para un mínimo del 25 %, lo cual permitía a nuestro país importar mercancías que no tuvieran más de un 25 % de componentes estadounidenses.
Limita la exportación de bienes para la actualización de infraestructura de telecomunicaciones.
La regulación revisa la Excepción de Licencia conocida como Apoyo al pueblo cubano, «con el fin de prohibir ciertas donaciones al Gobierno de la Isla y al Partido Comunista de Cuba». También limita la exportación de bienes para la actualización de infraestructura de telecomunicaciones.
Estas nuevas medidas se inscriben dentro de la política de la Casa Blanca de estrechar el cerco económico contra la Mayor de las Antillas, como parte de una guerra política que busca asfixiar al pueblo cubano.