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El mundo laboral en crisis: migrantes explotados, desigualdad de género y cambio climático

A propósito del 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, analizamos en Cubavisión Internacional la compleja realidad global de la clase trabajadora.

Por Adianez Salles

La realidad de los trabajadores a nivel mundial no es hoy nada favorable. En su informe anual de 2024 sobre perspectivas sociales y de empleo, la Organización Internacional del Trabajo advirtió del mantenimiento de una alta tasa de desempleo juvenil, que se situó en el 12,6 por ciento a nivel mundial, y recordó que 240 millones de trabajadores en el planeta, sufren «formas extremas de pobreza laboral».

La brecha entre trabajadores y desempleados se ha ido reduciendo gradualmente desde la pandemia de covid-19. Las tensiones geopolíticas, el aumento de los costos del cambio climático y los problemas de deuda están poniendo bajo presión a los mercados laborales, y aunque la crisis inflacionaria ha disminuido, los salarios reales solo han aumentado en algunas economías avanzadas.

En los países pobres, millones de personas se ven obligadas a aceptar condiciones de trabajo deficientes. De igual forma, muchos migrantes que van a Estados Unidos o Europa se ven obligados a realizar labores por debajo de sus cualificaciones, a sentir la mano dura de la xenofobia y salarios menores.

Mexicanos, cubanos, haitianos, muchos de ellos sostienen hoy la economía estadounidense, sin embargo, la criminalización de los migrantes es tan fuerte que son explotados y minimizados.

Para Donald Trump, México y Canadá “viven” de Estados Unidos, sin embargo los datos revelan una realidad diferente: toda la comunidad latina, no solo son pilares de la mano de obra, sino actores fundamentales en el crecimiento económico, la innovación empresarial y el tejido social de Estados Unidos, cuya dependencia de la migración sigue aumentando.

Por otro lado, en los últimos años se ha puesto de relieve el alarmante aumento de catástrofes relacionadas con el clima, subrayando las graves implicaciones para la salud y la seguridad laboral de los trabajadores y las trabajadoras.

 

En sectores como agricultura, la construcción, o los servicios postales se ha dado un aumento de las enfermedades y muertes relacionadas con el calor.

Asimismo, las condiciones de los trabajadores de regiones como Latinoamérica, en relación con países del primer mundo, varían en cuanto a las horas de trabajo, las posibilidades de aumentar y desarrollar habilidades, o la diferencia de ganancia entre mujeres y hombres, pues los salarios de las féminas son aún significativamente menores.

El organismo rector de las relaciones laborales globales apuesta, para enfrentar estos desafíos, por aumentar la productividad global invirtiendo en formación e infraestructuras, ampliar el acceso a la seguridad social y a condiciones de trabajo más seguras.

Sin embargo, lograr la mejora de las condiciones laborales de todos y todas debe partir de considerar a los trabajadores como seres humanos, más allá de su procedencia, nivel escolar, o raza. Acabar con lastres como la xenofobia, la misoginia o el racismo, así como con la esencia explotadora del capitalismo, son fundamentales para garantizar mejores y más derechos para los trabajadores de Latinoamérica y el mundo.

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