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El certero camino por el adelanto de las cubanas

Por: César Gómez Chacón.

La mujer, “el sexo débil”, ha sido a lo largo de la historia de la humanidad víctima de todo tipo de discriminación. Triste realidad que se extiende hasta nuestros días. No existe ninguna región o país donde rija la plena igualdad entre los hombres y las mujeres. Lograrlo es una lucha difícil que puede ganarse paso a paso, pero solo si nuestras sociedades logran involucrar en ella a todos por igual.

Cuba no está exenta del fenómeno. Algunos datos pueden ayudar a contextualizarlo en el más cercano pasado.

Al triunfo de la Revolución, el 1ro de enero de 1959, cerca de 194 mil mujeres conformaban la fuerza laboral del país (el 12% de todos los trabajadores). Sin embargo, el 70% de ellas tenían sus puestos laborales en el servicio doméstico, que ejercían en las peores condiciones, muchas veces con sueldos de miseria, casi como esclavas. Solo el 1% de los universitarios cubanos eran del sexo femenino. Una mínima parte de las mujeres tenían participación activa en la vida pública nacional, casi todas eran “la esposa de…”.

Unas pocas bregaban en sectores tradicionales como la educación, tabacaleras, costureras, y otros de muy bajos salarios…  Una cantidad difícil de calcular, pero en cifras de decenas de miles, se dedicaban abiertamente a la prostitución.

He ahí parte de los problemas a los que debió enfrentarse el nuevo gobierno revolucionario. El germen de todo un proceso que dura hasta hoy fue sin dudas la creación de la Federación de Mujeres Cubanas el 23 de agosto de 1960. El papel jugado por su presidenta-fundadora Vilma Espín, heroína de la guerra por la liberación, y el impulso personal del entonces Primer ministro Fidel Castro para que la organización encabezara la lucha por la emancipación y la igualdad de las cubanas, fueron decisivos.

 Hoja de ruta para el presente y hacia el futuro

Largo hasta hoy y no exento de tropiezos ha sido el camino transitado en pos de aquellos anhelos fundacionales. En un país con grandes herencias machistas han sido y son inmensos los desafíos para erradicar las manifestaciones de discriminación, violencia de género y los comportamientos sexistas.

Para lograr tal empeño y como exponente del sentir y la voluntad política del Estado cubano, en el año 2021 fue aprobado por el Decreto Presidencial 198/202 el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres. Constituye el principal instrumento en manos de la sociedad para asegurar el desarrollo de políticas en favor de las féminas, y garantizar la continuidad del avance y desarrollo de la igualdad de género en el país.

En un solo documento quedaron plasmadas las acciones y medidas acordes con los principios y postulados reconocidos en la Constitución de la República de Cuba, así como con los compromisos internacionales contraídos por el país sobre la igualdad de género.

El Programa gubernamental promueve y garantiza las acciones de seguimiento, evaluación y control de los organismos de la Administración Central del Estado, las entidades nacionales y otras organizaciones e instituciones, con la participación activa de la Federación de Mujeres Cubanas.

Prevé el fortalecimiento de los mecanismos y la capacidad profesional de los servidores públicos para incorporar las cuestiones de género en la elaboración de las respectivas políticas, programas, así como en la prestación de servicios.

Uno de los puntos claves es el enfoque en la violencia de género y las formas de discriminación que aún persisten en Cuba, aunque en menor proporción si se le compara con otros países del continente.

El Programa también resalta la importancia de la autonomía económica de las mujeres, y subraya que una de las barreras más importantes es la alta tasa de féminas económicamente inactivas debido a las responsabilidades de cuidado. Contempla 44 medidas específicas para abordar estas cuestiones, entre las que destaca la expansión de las casas infantiles para facilitar el acceso de las mujeres al empleo, la mejora de la legislación con perspectiva de género, y el fomento de la educación sobre salud sexual y reproductiva.

En el plano legal, el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres subraya la importancia de contar con un marco normativo que incluya una perspectiva de género en la legislación, con acciones concretas como la capacitación a profesionales del sector jurídico en estos temas. Se trata de garantizar no solo la creación de leyes, sino su implementación eficaz y controlada, junto a la promoción de una cultura jurídica a nivel nacional.

El Programa, además de constituir un mecanismo imprescindible para consolidar los logros alcanzados, se conforma como una hoja de ruta hacia nuevos empeños en un camino todavía largo y complejo.

A nivel internacional, Cuba mantiene un firme compromiso con los compromisos adquiridos en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Plataforma de Acción de Beijing, en las cuales reafirma su voluntad política en la lucha por la igualdad de género y contra la discriminación de la mujer, principios fundamentales de la sociedad cubana actual.

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