El presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, expresó algunas ideas importantes en reunión de chequeo relacionadas a la situación que está viviendo el país.
El país está viviendo una situación excepcional, que está marcada por dos eventos que son muy complejos: por un lado, tenemos una emergencia energética, y por otro lado estamos en una fase de alarma ciclónica para las provincias orientales.
Producto de los efectos del bloqueo recrudecido y toda la guerra económica que realiza contra nuestro país el gobierno de los Estados Unidos, que incluye la persecución financiera y energética, no hemos dispuesto de los suministros estables de combustible para que el SEN pueda operar en toda su capacidad y con toda su estabilidad.
Se está trabajando en dos direcciones fundamentales: por un lugar, tratar de lograr la estabilización de ese sistema y por otra parte el país sigue haciendo gestiones para lograr suministros de combustibles que nos permitan trabajar con mejor situación.
Con relación al ciclón podemos decir que se ha trabajado con mucha seriedad por parte de todo el sistema de la Defensa Civil y por los Consejos de Defensa provinciales y municipales.
Por la complejidad de la situación se ha decidido activar toda la estructura de los Consejos de Defensa: desde el Consejo de Defensa Nacional, hasta los Consejos de Defensa de Zona, en todas las provincias.
En medio de toda esta situación tensa, como la que hemos estado viviendo en las últimas semanas, hay que destacar una vez más la comprensión y el comportamiento de nuestro pueblo, y sobre todo su solidaridad.
También hay que destacar la entrega del personal del Sistema Electroenergético Nacional, que está trabajando bajo mucha tensión, sobre todo muy comprometido para en el menor tiempo dar suministro estable de energía eléctrica a la población.
Sobre determinados hechos de desorden público ocurridos en La Habana, el Presidente subrayó que existe toda la disposición para dar respuesta a la población a cualquier inquietud.
Pero no vamos a permitir que alguien actúe provocando hechos vandálicos, y mucho menos alterando la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo. Y esa es una convicción, un principio de nuestra Revolución.
Fuente: Presidencia Cuba