
El Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dirigió –por segundo día consecutivo– una reunión con los equipos de trabajo que están dando respuesta a las principales problemáticas de La Habana, entre ellas el abasto de agua, la electricidad y la crítica situación de la basura, situación que también ha impactado en las demás provincias.
Durante el encuentro, el mandatario dijo que todos los organismos, instituciones y estructuras partidistas se han puesto en función de los problemas de la capital:
«Los problemas son de envergadura. No se resuelven en un fin de semana, hay que mantener la sistematicidad en el trabajo».
Díaz-Canel, añadió que esta operación de apoyo a la capital ha demostrado problemas acumulados de organización:
«Hay que visitar los centros del sector no estatal, y controlar si están cumpliendo su plan de consumo eléctrico. No se puede permitir el derroche, aunque puedan pagar la electricidad. Lugar que incumpla su plan se cierra», enfatizó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Insistió en chequear cada recurso que se está poniendo en función de apoyar a la capital, montar sistema de control al combustible que se está asignando y, en la medida que se vaya restableciendo el abasto de agua, priorizar los lugares con más tiempo de afectación.
Apuntó que todos los reclamos de la población son legítimos, pero tienen que hacerse en los lugares establecidos: en el Partido, en las instituciones del Gobierno y del Estado. Nadie está autorizado a cerrar una vía pública, porque obstaculizan servicios imprescindibles para nuestro propio pueblo, se tomarán medidas al respecto. Es inadmisible el desorden público.
Además de vincular a la población en todos los trabajos de limpieza y de embellecimiento que se están haciendo. Convocar a participar y también ayudar a controlar los recursos que se están disponiendo para ello:
«Vamos a ganar esta pelea en la capital, hay que ordenar las cosas en La Habana. Sacudirnos de pasividad», finalizó el presidente.
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