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Día mundial del Sida: Más allá de las estadísticas

Por: Leydis Luisa Mitjans

En Cuba 35 mil 373 personas viven con VIH (virus de inmunodeficiencia humana), de acuerdo con Jacqueline Sánchez, responsable de la estrategia de control de infecciones de transmisión sexual del Ministerio de Salud Pública. Según la funcionaria, la cifra anual de diagnósticos con VIH disminuyó en el país a 1708, para un 14,5 por ciento menos. Además —sostuvo— descendió el número de fallecimientos anuales a 114 (39 por ciento menos).

Las cifras contrastan con la escasez de preservativos en el país, solo disponibles en el mercado informal y a elevados costos. En tanto, se mantiene en suspenso el Programa de Educación Integral de la Sexualidad (PEIS) con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos en las escuelas.

Por otro lado, la Encuesta Bioconductual de seroprevalencia del VIH, sífilis y hepatitis B y C en grupos de “poblaciones clave” (mayores índices del virus) estimó en 54,9 % la tasa de prevalencia de la epidemia en las mujeres trans en La Habana, mayor que el 22,1 % en América Latina para ese grupo.

La vulnerabilidad de las mujeres trans ante el VIH no es casual, sino resultado directo de una profunda discriminación estructural. La falta de reconocimiento social de su identidad de género, la exclusión laboral que empuja a muchas al trabajo sexual y la violencia y el estigma que enfrentan las distancias de los sistemas de salud y prevención (que también son, en muchas ocasiones, violentos), creando un caldo de cultivo para la epidemia.

Según la Organización Panamericana de la Salud, en general las mayores tasas de detección acumulada se observan en La Habana y Santiago de Cuba, provincias en las que se identifica más del 50% de los casos del país.

Desde una perspectiva educomunicativa, se evidencia una carencia de estrategias articuladas y sostenidas. Las pocas experiencias existentes suelen ser esporádicas y carecen de la constancia, la coherencia y el atractivo necesarios para mantener estos temas críticos en el debate público y conectar con las nuevas generaciones.

Tampoco se aprovechan estratégicamente las redes sociales para una comunicación efectiva, mientras que en los medios tradicionales predomina una visión triunfalista que pondera los logros del sistema de salud, pero suele omitir los riesgos actuales, las vulnerabilidades de grupos clave y el impacto de un contexto de crisis socioeconómica y de incremento de fundamentalismos religiosos en la salud sexual y reproductiva.

Aun con un panorama legal robusto, los cuestionamientos a la educación sexual integral, la desprotección de las poblaciones más vulnerables y el debilitamiento de las estrategias y recursos de prevención demuestran que cuando se descuida lo alcanzado y no se trabaja de manera activa y articulada por mantenerlo y actualizarlo, el precio a pagar es altísimo: lo que una vez fue un modelo se transforma, en el peor de los casos, en su propia contradicción.

VIH en el mundo

Al decir de la OPS, la campaña del Día Mundial del Sida 2025 busca sensibilizar sobre la realidad de la enfermedad avanzada por VIH, visibilizar las historias detrás de cada caso y promover una respuesta colectiva.  Bajo el lema Cero muertes por SIDA en 2030, la organización regional convoca a gobiernos, profesionales de la salud y sociedad en general a acelerar las acciones para lograr la eliminación del SIDA en 2030.

Este llamado adquiere una dimensión más vital, toda vez que, según la ONU, “la respuesta mundial al sida se ha visto sacudida en los últimos meses”, debido a un debilitamiento de las fuentes de financiación de múltiples programas sociales que trabajan en este sentido.

Incidencia del VIH

  • En 2024, 1,3 millones de personas contrajeron el VIH.
  • Desde 2010, el número de personas que contrajeron el VIH se ha reducido en un 40%.
  • 120 000 niños contrajeron el VIH en 2024.
  • Desde el inicio de la epidemia, 91,4 millones de personas han contraído el VIH.

//llhm

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