Se acaba 2021, año plagado de dolor por las ausencias dejadas por la pandemia de la Covid-19 que tiene en jaque a la humanidad, pero a la vez de esperanza por el reforzamiento de la cubanidad agradecida debido a la creación de tres vacunas y dos candidatos vacunales, que permiten un respiro para darle la bienvenida al nuevo lapso.
Un año sentido como un siglo, con carencias provocadas por el oportunista bloqueo estadounidense y un fuerte rebrote de la enfermedad, con una gran carga de tristeza.
Pero Cuba vive y con esperanzas de una etapa mejor, por lo cual se apresta con humildad a recibir el 2022 sin confiarse, porque al SARS-CoV-2 acecha y en las festividades de este diciembre no se pueden alterar las medidas de distanciamiento e higiene.
No faltará el cubo de agua hacia la calle a la media noche del día 31 ni la quema de un muñeco que simboliza el tiempo transcurrido para así despojarse de lo malo que deja, tradiciones entre las más arraigadas en el país.
Igualmente sucederá en el resto del planeta aunque esté signado por la pandemia, -en algunos sitios con fuertes rebrotes-, como está acostumbrada la humanidad desde hace milenios, sobre todo para espantar lo malo que deja el año viejo.
Los romanos regalaban monedas acuñadas con la cara de Janus, dios de las puertas, de los finales y comienzos, representado por una cabeza con dos rostros que miran en direcciones contrarias, hacia el pasado y el porvenir, mientras en la cultura celta ofrecían muérdago sagrado para atraer la prosperidad.
Pescadores de Haití no salen a la mar el día primero de enero, porque llama a desgracia, mientras vecinos de comunidades del centro de Alemania, mantienen una hermosa tradición, se reúnen a las 12 de la noche del 31 de diciembre y sueltan una docena de palomas blancas que simbolizan optimismo y esperanza.
En Escocia prenden fuego a un barril que lanzan por las calles mientras en una isla de Filipinas, llamada Luzón, las personas colocan tres lentejas en el bolsillo para que no falte dinero.
Muchas son las costumbres con las que se deja atrás el año que se acaba pero para los cubanos hay varias cosas que recordar, como la permanente guerra del imperio más grande del mundo contra la pequeña ínsula, que en su impotencia trató de acabar con la Revolución en 2021 y no pudo.
Seguro, el último día del mes en curso no faltará en la mente y los labios de muchos cubanos frases como Llévatelo viento de agua y Pa´ allá, Pa´ allá, una manera bien criolla de alejar lo malo, el resto depende, en buena medida, de cada cual !a cuidarse!